La realidad que estamos viviendo, las personas y las empresas en Venezuela, no puede ser resignificada; no a estas alturas de la revolución cuando ya sabemos todo lo que hay que saber, ya nos dijeron todo lo que nos podían decir y ya nos explicaron hasta lo inexplicable. Y siempre, la culpa de lo mal que nos va, la tiene y la tuvo alguien más; nada de autocrítica ni propósito de enmienda.
Hace unos años, cuando las cosas también estaban mal, el discurso oficial era tan bueno, que nos ponía a dudar si es que cada uno de nosotros era un caso aislado al que no le estaba yendo bien. Hoy, muchos años después, ya no dudamos: si nos va mal, casi seguro, es que las cosas están mal para todos… mejor dicho para casi todos, porque siempre está ese grupito limitado al que, aunque todo esté mal, a ellos les sigue yendo bien.
Lo anterior es porque hay una campaña, desde hace un par de semanas, tratando de que veamos que las cosas están bien; inclusive que el país está creciendo. Y la realidad es que el consumo en su caída ha arrastrado al sector de retail primero, a la industria después, y, por supuesto, a las importaciones, de las que depende casi toda nuestra economía. Prácticamente no hay producto en el mercado que no tenga algún grado de importación incorporado.
Y como con solo el discurso ya no alcanza, y como aún no han encontrado un sustituto, entonces la gente comienza a molestarse y manifestar su descontento; protestas suaves y aisladas por ahora, pero que podrían complicarse en el futuro. Porque no se ven señales de política pública que vayan a modificar el curso inercial de pendiente negativa por el que estamos transitando: estamos en rumbo de colisión.
Por otra parte, asumiendo que la utilización promedio de la capacidad industrial instalada es del orden del 30%, uno podría pensar que solo es cuestión de un estímulo en la demanda para que se pudiera aumentar. Pero, lamentablemente, nuestra restricción rígida es la oferta de energía, de la primaria (petróleo, gasoil, gasolina y gas), y de la eléctrica aportada por el sistema eléctrico nacional. Lo cual hace que, para incorporar una nueva unidad de producción, haya que agregar nueva oferta eléctrica.
En esto de la electricidad habría que decir que las restricciones se encuentran distribuidas a lo largo de la cadena de valor eléctrico; restricciones de combustible para abastecer a las plantas térmicas, y limitada, pero suficiente, generación hidro. Luego viene el cuello de botella del sistema de transmisión extra mayorista de 765 kV, que limita la cantidad de fluido eléctrico que pueden enviar por ese sistema.
Y es por eso que se puede entrar en la aparente contradicción de poder exportar energía a Brasil, porque no tenemos la posibilidad de transportarla al resto del país; mientras que esa que no podemos transportar para nosotros, sí se puede enviar a Brasil por la línea de 400 kV que baja hacia Santa Elena, y que estaba desenergizada.
Y, siguiendo con nuestro caso interno, también tenemos restricciones en la sub transmisión y en las sub estaciones y en las líneas de 400 kV, hasta llegar a la distribución mayorista, comercial y residencial, todo lo cual debe ser cuidadosamente administrado para mantener activo todo lo que se pueda de la disponibilidad teórica. Toda la explicación anterior es para que reconozcamos que, mientras no tengamos una expansión del suministro eléctrico, crecer será una utopía; la cual, como su nombre lo indica, siempre está allí adelante, pero nunca podemos alcanzarla. Triste, pero cierto.
El tema ahora es que solo con comunicación no se logrará contentar a la gente descontenta; ahora hay que hacer cosas concretas. Hay que liberar fondos para apoyar a la sociedad, y la primera y más cercana fuente debe provenir de los ahorros del achicamiento fuerte del estado; deshaciéndose de empresas, eliminando oficinas, y en general haciendo una racionalización profunda del aparato estatal, que cuesta mucho y agrega poco valor.
Sería importante un gesto que haga ver que el grupo que gobierna está dispuestos también a hacer sacrificios, y que no solo la sociedad es la que debe asumirlos.
Si bien el optimismo es la fuerza que mueve al empresario en su esencia, eso no significa que no se reconozca en qué situación estamos, la cual no es buena y no se ven posibilidades de mejora. Pero, volviendo a la esencia, las oportunidades están allí, y tienen las características que las condiciones le imponen. Y allí es donde tenemos que hacer foco: en identificarlas, caracterizarlas, asignarles un nivel de riesgo, y, si la oportunidad es viable y sostenible, pues hay que llevarla adelante.
Político
La política interna está concentrada en: la oposición armando sus primarias, y el gobierno y su partido, diciendo que no las van a hacer; que “no se vistan, que no van”.
Porque esta vez, a diferencia de las protestas del pasado, la situación de la gente es profundamente peor, y, si salieran a la calle no lo harían por un problema ideológico, sino por el hambre y la falta de recursos. Hoy sí parece que hay necesidad real, indiscutible y vital de que haya cambios.
Porque esa fuerza que mueve a las sociedades, se vuelve indetenible cuando en ello les va la vida y el futuro de sus hijos. Ya se fue del país 25% de nuestra población, y los que quedan, pareciera que quieren impulsar cambios.
Es posible que el discurso opositor que hoy comienza a mover multitudes, hace unos años no hubiera tenido llegada entre la gente de bajos recursos. En el pasado se veía como una novedad que la gente de los barrios se uniera a las marchas, que en ese entonces eran esencialmente de clase media.
Hoy, cinco años después de las últimas marchas multitudinarias, la clase media aún no ha salido a la calle, y son solo los pobres los que lo están haciendo. El fenómeno es diferente, pero más sólido. Hoy la gente sigue sin estar interesada en la política partidista, pero sabe que necesita juntarse y hacer masa crítica para que las cosas mejoren.
Por eso es que no están apoyando a los partidos, sino que siguen a una líder. Es un fenómeno nuevo, porque por primera vez, las bases populares se conectan directamente con una líder que se compromete con el cambio del estatus quo. Esto ya había ocurrido 25 años atrás, cuando Chávez les prometía lo mismo; la diferencia está en que ya se sabe que él no cumplió la promesa, mientras que María Corina, tal vez sí podría cumplir la suya.
Es una apuesta sobre seguro, porque la continuidad solo nos puede llevar a peores situaciones … porque solo con el discurso político ya no se sostiene más; ahora tienen que tomar decisiones, y las que están tomando pareciera que van para peor.
Social
Nuestra sociedad, como el resto de la región y del mundo, está cambiando en muchos sentidos. No solo por la transición generacional, sino también por el peso que está teniendo la tecnología en la formación de las nuevas generaciones.
Que se percibe con mayor claridad en la generación Z, pero los más jóvenes, los niños actuales, ya vienen con una carga identitaria tecnológica casi a nivel de su ADN. Lo que nos anticipa que la brecha intergeneracional será cada vez mayor, hasta que alguna vez, esos avances se estabilicen; lo cual es algo que no parece que vaya a ocurrir por el momento: la única constante que tendrán como referencia, será el cambio constante y acelerado.
Para nosotros como país, esa generación del futuro está creciendo afuera de nuestras fronteras y no hay muchas expectativas de que regrese. Por eso es que, internamente, vemos un crecimiento vegetativo negativo con más muertes que nacimientos.
Es importante apegarnos a la estrategia de “esto es lo que hay” para hacer planes realistas que nos permitan reacomodar nuestros recursos para cubrir los espacios que dejaron vacíos los 7,1 millones de venezolanos que se fueron.
Tal vez tengamos que apelar a reinsertar en la economía activa a los jubilados y retirados, tomando ventaja de la vida extendida que nos está llevando a que las habilidades y comportamientos de ciertas edades se corresponden con los de, al menos, diez años más jóvenes.
Nuestra sociedad está mutando, pero no igual que el resto de la región; hoy tenemos que aprovechar al máximo los recursos humanos con los que contamos, porque, como les decía, “esto es lo que hay”.
Económico
Tenemos que seguir poniendo foco en la caída del consumo, no solo en cuanto a sus causas, sino, principalmente en sus efectos; que en realidad son efectos negativos, tanto en la economía como un todo, como en los consumidores en particular. A continuación, se detallan algunos de los posibles efectos:
- Pérdida de poder adquisitivo: Cuando el consumo disminuye, las empresas enfrentan dificultades para mantener sus ingresos; lo cual puede llevar a una reducción en la producción y a una disminución en la demanda de empleo, lo que a su vez puede afectar los salarios y el poder adquisitivo de los trabajadores. Si los precios siguen aumentando y los salarios no se ajustan acorde, se puede generar un círculo vicioso de dificultades económicas y menor capacidad para cubrir las necesidades básicas
- Desvalorización del dinero: Cuando el consumo cae, los productos y servicios pueden tener menos demanda, lo que puede llevar a una disminución de los precios. Sin embargo, si esto se acompaña de una inflación persistente, el dinero existente puede perder valor, ya que se necesitará más dinero para adquirir los mismos bienes y servicios, lo cual, en definitiva, afecta el poder adquisitivo de las personas
- Aumento de los precios de los productos de primera necesidad: En situaciones de caída del consumo, los productos de primera necesidad suelen ser los más afectados en términos de precios. Esto se debe a que son los productos más demandados y, en algunos casos, pueden experimentar un aumento de precios más pronunciado. Esto puede afectar directamente a las familias, ya que los productos básicos se vuelven más costosos
En nuestro caso no se ven opciones para frenar su caída, porque no solo se trata de políticas públicas, sino, principalmente de la eficiencia de los costos en términos de su aplicación en la cadena de valor, y en el acendrado concepto del cost plus, como fórmula de diseño de la estructura de precios.
Lo cual significa que la oferta se rigidiza cerrando los espacios para la negociación transaccional, y que las dos curvas, la de oferta y la de demanda, se crucen en un nivel de precio en el cual se haga imposible concretar la transacción.
Para nuestro caso venezolano, el tema debería ser al revés; debería partirse del nivel de precios razonable para que la demanda se convierta en consumo, y adaptar todo el esquema de composición del producto, desde su contenido, hasta su envase y presentación final, haciendo posible que el precio final sea uno tal que no sea una pérdida para el vendedor, y sea una posibilidad concreta para el comprador.
Para entender mejor lo anterior debería haber comenzado por la causa de la caída del consumo, la cual puede buscarse en un disparo de la liquidez monetaria en el último trimestre de 2022, y, al mismo tiempo, en el aumento de la presión tributaria concentrada en las transacciones en dólares, que representaban, para ese momento, entre 50% y 60% de la transaccionalidad en el país.
Todo en el marco de un mensaje oficial, a contrapelo de la inercia impulsada unos años atrás por el mismo gobierno, de una nueva estrategia de desdolarización. Lo cual se convirtió en una señal confusa, porque lo más natural en ese momento, hubiera sido la formalización del dólar como moneda de curso legal. Pero no… y al cambiar las señales, la palabra clave comenzó a ser “incertidumbre”, lo cual llevó a que las expectativas, que eran positivas (dentro de todo) se convirtieran en negativas, dándole verosimilitud al concepto de “la profecía auto cumplida”; y así ocurrió; entramos en un tobogán del cual a estas alturas casi un año después, estamos cercanos a tocar los dos temidos extremos: muy alta inflación, con muy alta recesión.
Internacional
Es importante poner en perspectiva la victoria contundente de Javier Milei en las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, PASO, argentinas; porque los efectos a futuro en el panorama político y social del país, no son tan directos y anticipables como podría parecer. Algunos posibles impactos de la victoria de un candidato en las PASO podrían ser:
- Cambios en la dinámica política: puede alterar la dinámica política existente. Puede generar un impulso y un renovado sentido de confianza para el partido o coalición política del candidato ganador. También puede llevar a cambios en la estrategia y enfoque de los otros partidos políticos en respuesta a los resultados
- Cambios en la percepción pública: puede influir en la percepción pública del candidato y su partido. Puede aumentar su visibilidad y legitimidad ante el electorado, lo que puede resultar en un mayor apoyo y respaldo en las elecciones generales
- Impacto en las negociaciones y alianzas políticas: pueden influir en las negociaciones y alianzas políticas entre los diferentes partidos. Un candidato ganador puede tener una posición más fuerte para negociar acuerdos y formar coaliciones con otros partidos o sectores políticos
- Cambios en la agenda política: puede influir en la agenda política del país. Puede poner en primer plano ciertos temas o propuestas que el candidato ha defendido durante su campaña, lo que puede llevar a cambios en las políticas y prioridades del gobierno.
Es importante tener en cuenta que el impacto de la victoria de un candidato en las PASO puede variar dependiendo de varios factores, como la posición política del candidato, el contexto político y social del país, y la respuesta de otros actores políticos. En este caso de Milei, casi 60% del país se inclinó por pensamiento tendiente más hacia lo liberal; y apostando a cambios drásticos, y oponiéndose al gradualismo.
Por lo anterior, existe una posibilidad cierta de que Javier Milei sea presidente de Argentina, aunque depende de varios factores, como el apoyo popular, la competitividad de la elección y el contexto político en el momento de las elecciones.
Es crucial considerar que las elecciones presidenciales en Argentina son un proceso complejo y requieren una estrategia política sólida, un amplio respaldo popular y el apoyo de un partido político o coalición, siendo este último tema un limitante, porque él no cuenta con una estructura de respaldo; todo gira alrededor de su persona, y de sus ideas.
En última instancia, la posibilidad de que Milei se convierta en presidente dependerá de su capacidad para sostener el apoyo logrado, y buscar que parte del 31% de ausentes, se decidan a votar por él; porque ya está claro que no participará en alianzas, y continuará con la estrategia que ya traía, porque le resultó positiva.
Ahora debe prepararse para enfrentar dos meses de ataques destemplados tratando de afectarlo en lo personal, familiar, y buscar puntos ciegos de su pasado. Lo que comienza ahora es lo que se llama “juego sucio”; unos con buenos modales en JxC y los otros, UpP, con malos modales como nos tienen acostumbrados; pero los dos, jugando sucio.
El otro tema importante es el impacto mundial de la desaceleración de China, como el fenómeno en el cual el crecimiento económico del país se reduce en comparación con períodos anteriores. En el caso de China, este proceso ha sido llamado «nueva normalidad» por el gobierno chino, que busca un crecimiento más moderado pero sostenible, enfocándose en la calidad y eficiencia, así como en el consumo interno y los servicios.
Las implicaciones de la desaceleración económica en China son significativas tanto a nivel nacional como internacional. Algunos de los efectos incluyen:
- Caída en las exportaciones e importaciones: disminución en las exportaciones e importaciones chinas. Esto afecta las balanzas comerciales de los países vecinos, como Taiwán y Corea del Sur
- Exceso de capacidad y sector inmobiliario débil: China ha experimentado un exceso de capacidad en algunas industrias y un sector inmobiliario debilitado. Esto ha resultado en una disminución en la demanda de metales y minerales, como el hierro, provenientes de otros países
- Impacto en empresas de minería: La baja demanda de metales y minerales ha afectado a importantes empresas de minería a nivel mundial, como Anglo American, Fresnillo, Rio Tinto y BHP Billiton
- La desaceleración de China también puede tener efectos en otros países, especialmente aquellos que tienen fuertes vínculos comerciales y económicos con China. Por ejemplo, en el caso de Brasil, Rusia, Sudáfrica y Turquía, se ha señalado que podrían ser los países más afectados por la desaceleración de China
En general estamos asistiendo al contrasentido de mercado y dirigismo, dos conceptos que no deberían ir juntos en la misma frase. Pero como se ha intentado hacer que funcione, y, por su tamaño, duró más que otras experiencias que finalmente fallaron, se pensó que eso iba a ser así para siempre.
Pero no… hay que reconocer que se trata de una economía comunista, tratando de actuar como si fuera de mercado, sin realmente serlo. Lo cual, como consecuencia natural, se aproximan a un pico que los obligará, o bien a hacer cambios políticos para ser realmente una economía de mercado, o bien reafirmar el gobierno del Partido Comunista y comportarse como tal.
Ahora sí les importa que el gato sea blanco o sea negro, porque no todos cazan ratones… tienen que decidir.
Recomendación
- Al gobierno: Que reafirme clara y abiertamente, los principios sobre los que debe descansar cualquier economía que sea sustentable: libertad económica, seguridad jurídica y propiedad privada. Porque pensar en crecer va mucho más allá de identificar las inversiones necesarias y los sectores objetivo; hay que generar el ambiente para que esas inversiones privadas lleguen al país; y para eso, los principios mencionados son imprescindibles.
- A la dirigencia opositora: Que mantengan la actividad política activa para seguir llegando a aquellas personas que estaban descreídas y no querían formarse expectativas falsas. Estamos en un momento en el cual las bases populares son las que están saliendo a las calles, cuando en el pasado lo hacía la clase media. Ahora hace falta que la clase media también se movilice. El país necesita un cambio, y este solo puede provenir de la oposición.
- A la dirigencia empresarial: Que reconozca a las exportaciones como uno de los ejes del futuro económico de Venezuela. La preparación conceptual y gerencial para alcanzar el perfil exportador de Venezuela, requiere que las empresas hagan los ajustes internos y de mercado necesarios para volverse exportadoras. Porque la suma algebraica de las empresas exportadoras dará como resultado el perfil exportador del país. Y si bien las políticas públicas deberían generar los espacios, en realidad las oportunidades de negocio las deben identificar las empresas privadas.
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