El discurso del chavismo y del presidente candidato sobre lo que pasó o lo que está pasando posterior al 28 de julio está dirigido estricta y directamente a sus propios votantes, entre los cuales están aquellos que quieren que el presidente se quede así no sea de una manera democrática, y a cualquier costo; y también aquellos que, si bien entienden que la elección se perdió, solo estarían dispuestos a entregar el poder, si su situación personal no se ve afectada.
Lo cual quiere decir que excepto algún chavista inocente que sabiendo que se perdió la elección está dispuesto a entregar, en este momento el grupo de votantes que obtuvieron los tres millones de votos en la elección, no se preguntan quién tiene la razón y no ponen en duda el argumento de la oposición, ni siquiera se preguntan quién tiene la razón, ellos no ponen en duda la información que dio el chavismo. Simplemente quieren seguir adelante y, una vez más, asumir que el chavismo se queda en el poder.
Tampoco hay que olvidar que, aunque hay una unidad aparente, en realidad hay un fondo de fragmentación donde no están muy seguros de estar haciendo lo correcto; entonces, si empezamos a ver o a leer la represión brutal que está dirigida en lo físico a los opositores, pero en lo conceptual a su propia gente, así esté pensando distinto no lo va a manifestar y cuando llegue el momento en que esa ese apoyo tenga que transformarse en un hecho concreto, es muy posible que ya no cuenten con ellos.
El resquebrajamiento de la legitimidad comenzó con el plebiscito sobre el Esequibo donde se “fabricaron” siete millones de votos que no existían; y los que saben que eso ocurrió son los chavistas que contaron esos votos, y saben que no llegaron a los tres millones. Cada uno sabe lo concerniente a su lugar, lo de su estado y posiblemente le preguntó (con muy bajo perfil para no despertar suspicacias que los hagan ver como disidentes) a sus vecinos de otros estados y municipios, y así cada uno se armó su propio mapa eleccionario, hizo sus propias extrapolaciones y saben que nunca fueron 10 millones.
A partir de allí ya con la confianza resquebrajada, llegamos a este proceso del 28 de julio que independientemente de las actas, los que estuvieron presente a nivel de las mesas, los chavistas de las mesas, los representantes del CNE, los militares oficiales y soldados que tuvieron presente en los centros, conocen la realidad y saben que el chavismo no ganó esta elección, sino que la perdió de una manera abrumadora.
Lo cual lleva a pensar que tomando el argumento anterior sobre la unidad disciplinaria que hay alrededor del tema de la victoria electoral de Maduro, a la hora de una presión muy fuerte y sabiendo que no es una realidad, tenderán a abandonar y a dejar la posición que hoy tienen. Al igual que el resto del oficialismo, si no hay un incentivo suficientemente seguro como para admitir esa realidad, seguirán ocultándola, pero no podrán ignorarla.
El argumento de que el discurso y la posición del gobierno frente a las elecciones está dirigido solamente a su propia gente para mantener la unidad, requiere de mostrarles (especialmente a los militares) un andamiaje jurídico contando con la ficción de la separación de poderes. Porque cuando el gobierno le pasa una responsabilidad al CNE, que en teoría es un poder independiente, en realidad no se lo está pasando a nadie sino manejándolo como propio. Lo que diga o haga el CNE es como si lo dijera el gobierno.
Cuando como figura independiente la Fiscalía emite autos de detención o simplemente manifiesta su voluntad de perseguir gente, no lo hace como órgano independiente, sino que lo hace como como si fuera el presidente; y cuando la Contraloría inhabilita candidatos como el caso de María Corina Machado, no lo hace como una figura independiente sino como si fuera el propio gobierno nacional; lo mismo ocurre con el Tribunal Supremo de Justicia y con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
O sea que todas las figuras que se ponen en escena, como, por ejemplo, la presentación que se hizo al TSJ acompañado por la Fuerza Armada, por la asamblea nacional y otros, eran todos del mismo equipo simplemente mostrando roles que en realidad no estaban cumpliendo. Por eso es el comentario que vengo haciendo desde hace unas semanas, sobre que las distintas entidades o instituciones legales constituidas, fueron inmoladas detrás de la figura de una proclamación que carece del sustento legal como para ser considerada como tal.
Eso por qué la esencia del sistema electoral reside en las actas y en su acceso público para que cada ciudadano pueda comprobar su participación; todo el resto se monta sobre ese andamiaje de forma tal que si esa base no existe todo el andamiaje se convierte en un castillo de naipes sin sustento y altamente vulnerable.
De allí la gran preocupación que tienen los funcionarios en este momento, quienes están conscientes de esa precariedad y actúan apoyados en la persecución y la violencia (el baño de sangre anunciado por Maduro) porque de otra manera cualquier resquicio de normalidad debería arrastrarlos a perder el poder no solo a manos de los opositores que ganaron la elección sino principalmente de su propia gente que conoce la situación, pero tiene miedo de expresarse.
Cuando les hablaba de que las instituciones se inmolaron detrás de la posición del gobierno, es algo que tiene consecuencias, la primera de las cuales es la propia inhabilitación y falta de legitimidad para mantener la división de poderes, y su auto eliminación.
Se inmolaron el CNE con la manera de actuar abandonando su rol al no mostrar las actas; se inmolaron las FANB al apoyar y validar ese hecho sin exigir que se presenten las actas; se inmoló el TSJ al prestarse a participar en un proceso en el cual no tenía capacidad para intervenir, y funcionar como muro de resistencia para decir que las actas están y que responden al anuncio del CNE, sin mostrarlas y sin dar alguna prueba de su existencia.
También se inmoló la Fiscalía al funcionar como cabeza y facilitación de los grupos de choque; y también lo hizo la Asamblea Nacional del 2020 al acompañar con el marco para las leyes contra la libre expresión en redes, la calificación de fascismo por opinar diferente, y el ataque a las ONG para desmantelar cualquier figura no controlada por el gobierno.
Ya no hay que esperar por más evidencia: hoy ya estamos nicaragüizados, y por eso, la solución para nosotros ya no es electoral, porque las elecciones ya pasaron y el chavismo las perdió. Desde ahora todo pasa por la presión de la calle y de la gente, además de una negociación, porque hoy para el chavismo, y cada día que pasa se les complica más, retener el poder se le vuelve más difícil: los dos frentes, el externo y el interno, los tiene en contra; y apoyándose solamente en el “baño de sangre” es difícil que en la Venezuela de hoy eso sea sustentable.
Política
El entramado de represión que está siendo desplegado sin misericordia por toda la sociedad está dando pie a la creación de unos instrumentos emanados de la Asamblea Nacional del 2020 capaces de perseguir los mensajes de WhatsApp, capaces de encarcelar a cualquier opositor por el mero hecho de ser opositor, y capaces de censurar cualquier tipo de comentario que pueda ser considerado contrario a los intereses de esta elección; dentro de poco el solo hecho de manifestar que ganó la oposición va a ser considerado ilegal y sujeto a una persecución que pueda terminar en cárcel y en tortura.
Considerando lo anterior es que la administración de la manifestación popular y de la manifestación vía redes va adquiriendo un cariz de cuidado para evitar exponer a los distintos actores de la sociedad a represalias de parte de los grupos de choque del gobierno. Porque si bien son una minoría, aún en números absolutos son una cantidad de gente capaz de producir daños profundos en la sociedad.
En esa misma sociedad que pidió cambiar; porque si 85% de la sociedad quiere un cambio y solo 64% votó por ese cambio, lo cual quiere decir que hay 20% que queriendo un cambio se vio obligado a votar por la continuidad, y que en el momento como les decía más arriba en que deban tomarse posiciones, no cabe duda que al chavismo le quedará entre 9% y 13% que eran los números de las encuestas, previos a la elección, asignados a Nicolás Maduro.
En este momento de la historia de Venezuela los partidos políticos de oposición perdieron relevancia y todos deberían alinearse detrás del candidato Edmundo González Urrutia, que es quien representa al pueblo venezolano en su conjunto y en su gran mayoría, considerando que cualquier detalle partidista que pueda producir la más mínima fisura interna, juega a favor del chavismo.
Hay que tener claro también que lo de Amorim, que al decir que se repitan las elecciones, le está diciendo a Maduro no te creo… si no, para qué propondría repetirlas, si no es que no le cree. Porque el rol de Lula (y Amorim es Lula) siempre fue cuidadoso como para no quedar enredado en esa madeja en la que se metió Maduro, tratando de salvarlo, pero con un riesgo que Lula considere aceptable. Y tiene que estirar los tiempos lo suficiente como para tener más claro por donde evolucionarán los acontecimientos.
Porque la propuesta de la repetición tiene dos interlocutores, la oposición que nunca va a aceptarlo y que sabe que los brasileros no son confiables y Maduro que hubiera esperado que un amigo como Lula, sea el primero en reconocerlo; pero no lo hizo, en cambio, le dijo: “No te creo que ganaste… hasta que muestres las actas”. Porque él sabe que la situación es difícil y que el golpe político a la revolución fue mortal y que en su intento por sobrevivir se está llevando a todos por delante, y él no quiere caer en la volteada.
Social
Las redes sociales se han convertido en el verdadero campo de batalla no solo porque supera fronteras sino porque mantiene niveles de confidencialidad y encriptación que imposibilita el hackeo por parte de los represores del gobierno de Venezuela. Y como por hackeo no se puede, entonces la identificación va por el mundo físico donde se secuestra en forma forzada el celular de una persona, se busca la aplicación WhatsApp y si la tiene, ya entra en un problema con el represor.
Posteriormente se buscan los mensajes -ya dentro de la aplicación- y cuando se encuentre, como seguramente se encuentran grupos donde se critica el gobierno, se comprometa personalmente no solo a la persona, sino posiblemente, y desde la aplicación se pueda llegar a otros integrantes del grupo en un efecto de árbol y ramas, que pudiera abarcar, a partir del teléfono de alguien, a todos quienes interactuaron con esa persona.
Todo lo anterior está en el alcance de una ley de persecución de la Asamblea Nacional del 2020 que no solo permite, sino que impulsa este tipo de situaciones debido a lo cual poniendo peso en el administrador del grupo del que se trate, quien según la ley se convierte en el responsable y sujeto a una cantidad de penalidades.
Debido a lo cual en diferentes grupos los administradores van siendo reemplazados por otros cuya residencia esté fuera del país y su riesgo sea menor; y en esa misma línea, los grupos de WhatsApp van tendiendo a borrar y rechazar todo aquel mensaje que pueda ser considerado riesgoso por el gobierno, si llegara a capturar alguno de los dispositivos que están asociados a ese grupo.
Y la consecuencia más directa es que el autor de algún tipo de mensaje va a evitar comprometer el resto del grupo publicándolo, y solo podrá hacerlo en mensaje directo o en alguna de las redes como puede ser Instagram, X o Facebook. El mecanismo más práctico y de uso inmediato es el de acotar la permanencia de los mensajes y proceder a borrarlos.
No obstante, las redes sociales y especialmente WhatsApp son la única vía concreta y directa de poder comunicarse con otros que tengan propósitos similares y requieran organizarse y agruparse; y no por nada es que WhatsApp es la red por excelencia que persiguieron Maduro y el chavismo desde el primer momento, pues no puede ser hackeada.
Está circulando un video donde un grupo no identificado de jóvenes llama a una intervención militar extranjera, actuando como si fueran opositores. Considerando que dentro de la estrategia de la coalición liderada por María Corina Machado no manejan esa opción, solo cabe pensar que se trata de una operación de contrainteligencia por parte del gobierno para atribuirle a la oposición declaraciones o estrategias que no son realistas.
Económico
La actividad económica en Venezuela está muy baja, atribuida principalmente a la situación política en que el chavismo colocó al país, complementada negativamente por estar en el mes crítico de las vacaciones de verano, que tradicionalmente es el mes de agosto. Porque hay que pensar que cuando el chavismo propuso la fecha del 28 de julio lo hizo en la conciencia de que gran parte de sus opositores, los de la clase media, iban a estar de vacaciones.
Lo que no tomaron en cuenta es que mucha gente volvió de las vacaciones, o no salió de vacaciones, y gente viviendo en el exterior volvió para votar; y que la gran masa de votos provino de las bases populares que en general no salen de vacaciones.
El tema es si para cuando se reinicien las clases la situación de seguridad en las calles va a ser suficiente como para que la gente mande sus hijos a estudiar nuevamente, y si la actividad volverá a la normalidad considerando que la situación política está muy lejos de resolverse, y que cuando se resuelva seguramente va a generar una inestabilidad mucho más profunda que durará algunos meses más.
Como les decía la semana pasada, el tema radica en la confianza que se pueda tener en el comportamiento de la economía, y si esa confianza será suficiente como para hacer rotar una vez más el ciclo de capital de trabajo, en vez de estacionarlo en algún tipo de activo estable el cual perfectamente podría ser el inventario básico de materias primas o de productos terminados que maneja la empresa, o en instrumentos financieros dependiendo la decisión del tipo de mercado del que se trate y de las expectativas de posibilidades reales de reactivación.
Hoy el mercado está tendiendo a achicarse más aún, y a cambiar la tendencia de, sostenida en forma inestable, a decreciente también en forma inestable. Y los factores de inestabilidad -o podría decirse incertidumbre- se deben a la mirada puesta en la reacción que va a tener Estados Unidos con respecto a la economía venezolana.
Considerando que el comportamiento del gobierno compromete a la sociedad civil, económica y privada, y que la estrategia de sanciones no son originadas y destinadas a Venezuela, sino que son parte de una estrategia general dirigida a países que le presentan problemas, debido a lo cual si se extienden más allá de las 60 sanciones personales que van a anunciar próximamente, puedan consolidarse los trascendidos de volver a reimplantar las sanciones petroleras, retirando las licencias, primero las últimas otorgadas, y al final la primera otorgada que vendría a ser Chevron.
Lo que sí es seguro es que la licencia que permite a ciudadanos americanos operar con bonos de Venezuela se mantendrán con esa discrecionalidad y que el caso de Citgo será tratado en un marco similar al de los bonos 2020, considerando que el uno es responsable de lo otro, y que ambos están bajo la responsabilidad del gobierno del chavismo.
Porque al perder legitimidad el conjunto institucional que maneja en la actualidad a Venezuela, empiezan a perder efecto y volverse nulas, las decisiones que toma y los instrumentos reglamentarios que pueda ir generando, aumenta aún más incertidumbre.
Porque en la desbandada que se puede esperar que ocurra por parte de la arquitectura chavista cada uno de los factores va a arrastrar consigo a sus entornos casi siempre en el sector privado como para asegurar el máximo de beneficios para el nuevo tipo de vida que a cada uno de ellos le tocará enfrentar.
Entonces, la situación de nuestra economía solo cambiará cuando la incertidumbre política se convierta en una certeza; porque la “victoria” de Maduro es solo reconocida por algunos de sus países amigos, mientras que el resto relevante o bien reconoce la victoria de González Urrutia como es el caso de Estados Unidos, o bien están esperando las actas como el caso de la Unión Europea y Colombia; o bien están pidiendo la repetición de elecciones porque no le creen a Maduro, como Brasil, y no hay que olvidar a países como México que toma distancia porque entiende que el chavismo se auto colocó en una situación de muy alta vulnerabilidad y que más pronto que tarde tendrá que abandonar el poder.
Mientras tanto nuestra economía acortará los ciclos de rotación de su capital de trabajo haciéndolos más frecuentes y de menor volumen colocando a las empresas en un estado mínimo de supervivencia.
En lo anterior hay que hacer la excepción de los productos bancarios transaccionales, los farmacéuticos y las bebidas y alimentos, cuyo perfil hace que la gente deba seguir consumiéndolos independientemente de la situación sociopolítica y económica que vaya enfrentando el país.
Internacional
Hacia finales de agosto de 2024, la guerra entre Ucrania y Rusia ha experimentado un cambio significativo con la incursión militar de Ucrania en territorio ruso, lo cual representa un hito importante en el conflicto, ya que es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que tropas extranjeras entran en territorio ruso.
Las fuerzas ucranianas han logrado destruir un puente clave en su avance, lo que indica una estrategia bien coordinada y una capacidad militar notable.
Este desarrollo ha sido recibido con sorpresa en Moscú, donde el presidente Vladimir Putin ha prometido «echar al enemigo» de Rusia; sin embargo, las tropas rusas aún no han logrado detener el avance ucraniano, lo que ha llevado a decenas de miles de rusos a huir de sus hogares. La incapacidad de Rusia para controlar rápidamente la situación ha exacerbado la humillación y la frustración en el Kremlin.
La ofensiva de Ucrania en territorio ruso se espera que cambie el rumbo de la guerra, acercando a Ucrania a sus objetivos de poner fin al conflicto con Rusia en términos aceptables. Las tropas ucranianas, motivadas por la paz y la supervivencia, parecen estar dispuestas a resistir hasta el final, incluso si eso significa operar en territorio enemigo.
Los objetivos específicos de Ucrania en su ofensiva en territorio ruso, incluyen:
- Uno de los principales objetivos de Ucrania es utilizar el territorio ruso capturado temporalmente para presionar a Rusia y facilitar la liberación de áreas ucranianas ocupadas por Rusia. Esta estrategia se basa en la idea de que Ucrania puede mantener la iniciativa y forzar a Rusia a dividir sus recursos entre el frente interno y el exterior.
- Ucrania ha optado por una estrategia asimétrica, reconociendo que en una guerra simétrica no tendría ninguna posibilidad contra Rusia. Esta estrategia implica realizar acciones que desequilibren las capacidades militares convencionales de Rusia, como ataques sorpresa y movimientos tácticos rápidos.
- Al mismo tiempo, Ucrania busca aprovechar su ofensiva para ganar apoyo diplomático y político, especialmente de la comunidad internacional. La acción militar en territorio ruso podría servir como un catalizador para fortalecer la posición de Ucrania en las conversaciones internacionales y aumentar la presión sobre Rusia para llegar a un acuerdo de paz.
- La ofensiva en territorio ruso también sirve para mantener la iniciativa militar en manos de Ucrania, lo cual es crucial para mantener la moral de las tropas y la población. Al demostrar que puede llevar la guerra a territorio ruso, Ucrania busca mostrar su determinación y capacidad para resistir la invasión rusa.
Estos objetivos reflejan una estrategia compleja que combina elementos militares, políticos y diplomáticos, pues busca no solo defenderse de la invasión rusa sino también buscar una solución que termine con la ocupación de su territorio y restablezca su soberanía. Además, pensando en que, si gana Trump, los forzará a una negociación y Ucrania estará en mejor posición para intercambiar territorios rusos por los ucranianos invadidos.
Recomendación
- Al gobierno: que revise su propia plataforma de supuestos y premisas, porque se percibe como si el conjunto de decisiones que están tomando y acciones que están desplegando no se condicen con el perfil y topología actual de la sociedad. Eso es importante porque podría conducir a un escenario de conflicto mayor del que se está viviendo ahora… Y el de ahora es muy fuerte, y va a acarrear consecuencias… adentro y afuera del país.
- A la dirigencia opositora: que se prepare para asumir el gobierno el día 10 de enero del 2025, y trabaje en estos meses en la alineación institucional porque con las acciones que están a la vista pública, el gobierno ha hecho perder legitimidad a las instituciones clave, quedando el país, el próximo 10 de enero, en un estado en el que habrá que reponer casi desde cero las bases y la credibilidad. La fecha clave es el día del cambio de mando.
- A la dirigencia empresarial: que trabaje en identificar al menos tres escenarios posibles, y los someta a una consulta entre las diferentes cámaras y empresas, pidiendo que identifiquen cuál de esos sería el que tenga mayor probabilidad de ocurrencia, y generar un conjunto de acciones para enfrentarlo.
- Correo: [email protected]
- Instagram: @benjamintripier
- Twitter: @btripier
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional