La evaluación de la situación política de Venezuela como si se enfrentara a la dicotomía antagónica entre los extremos malvinización y nicaragüización, pareciera dejar por fuera una realidad cada vez más palpable, que toma elementos de los dos extremos, para moverse en las superposiciones, que consisten en algunos elementos de lo primero, con fuertes elementos de lo segundo.
Hay diferentes dimensiones y espacios concurrentes y convergentes, que, por el hecho de estar superpuestos, no pierden la integridad, ni la homogeneidad individual. Los componentes son:
- De límites y soberanía,
- el político de perfil electoral,
- el político, de cara adentro del chavismo,
- Barbados, sanciones e inhabilitaciones, y
- Barbados suspensión –temporal- de sanciones petroleras.
Y en cada uno hay mayor grado de un extremo o del otro, dependiendo del caso y de la oportunidad, a partir de la premisa primigenia de que el actual gobierno del chavismo, no está dispuesto a entregarle el poder a nadie; ni siquiera a otro chavista.
En el tema de límites y soberanía se aproxima más al extremo malvinización por aquello de buscar el enemigo externo para aglutinar a tirios y troyanos. La diferencia con Malvinas, entre otras, reside en que, en este caso, no logró el liderazgo que sí logró el gobierno militar argentino, el cual, si bien no les duró mucho, sí existió; mientras que, en nuestro caso venezolano, se manejó de tal manera, que logró todo lo contrario, que fue el mayor rechazo de la población… principalmente de los que fueron obligados a votar.
En lo político, de perfil electoral, se trató de mezclar patriotismo genuino, con la aprobación y popularidad de la gestión presidencial, poniendo también como referencia a las primarias de la oposición. Las actitudes post referendo, muestran que uno de los propósitos del referendo fue dejar en piso falso a los que, genuinamente, creían que el método era un error, porque pensaban que comprometía el éxito del objetivo, que era no perder el Esequibo, y con esa excusa, perseguirlos posteriormente.
Y hoy, no solo estamos más aislados que antes, sino que, a esa parte del territorio, los guyaneses lo van a defender en contra nuestra, contando con el apoyo de Cuba, del Caricom, de China, de Brasil, de EE UU y de la Commonwealth… ah… y de la ONU. Pero de cara adentro, ya comenzó la nicaragüización con los autos de detención de 13 personas, con graves acusaciones, que anticipan una fuerte persecución, que desaliente a los opositores. Pero otra vez más, se equivocaron en la lectura, porque, en la situación actual, ese tipo de acciones, no solo no desalienta, sino que fortalece la esperanza de un cambio… la gente está saturada de que todo sea malo
El componente político, de cara adentro del chavismo, es tal vez el más grave y riesgoso para el gobierno, porque ellos no necesitan enterarse por los medios sobre cuántos votantes hubo, porque ellos fueron los que contaron los votos en directo. En cada estado un chavista contó y se comunicó con su equivalente de otro estado… ellos sí saben la verdad, y la conclusión no fue muy buena. Considerando que hay una proporción importante dentro del chavismo que cree que debe haber un cambio en la conducción, este ejercicio se vivió como un plebiscito a la gestión de gobierno… y lo perdió. Por eso aquí también hay un fuerte componente de nicaragüización, la cual si bien comenzó con los opositores, es de esperar que se extienda también a los propios… más uniformes naranja en el futuro.
Uno se preguntará qué tiene que ver Barbados, sanciones e inhabilitaciones con lo de Guyana: pues mucho. Por un lado, porque con la excusa del Esequibo están aumentando los presos políticos, en vez de disminuirlos, y lo otro es el talante poco democrático en el desarrollo del referendo, que pone a dudar a cualquiera si es que con el chavismo en el poder hay alguna posibilidad de solución democrática. Lo de las inhabilitaciones es una especie de suma cero porque cualquier inhabilitado que se preste al proceso, terminará dependiendo del gobierno que lo sancionó a través de uno de los órganos bajo su control, y no se ve razón para que lo que sancionó el gobierno, ahora quite la sanción.
Y en el caso de María Corina Machado, ella dice que nunca el gobierno le envió un comunicado o abrió un expediente, razón por la cual ella se siente perfectamente habilitada. Pero los americanos, que son los que están moviendo sus piezas, quieren un documento que diga que está habilitada, más que nada porque se cree que ella es la única persona con el perfil –y los votos- para asumir la presidencia.
Esto es una mezcla de malvinización y nicaragüización porque pensaron que con el referendo favorable podrían recuperar el favor popular perdido, pero no fue así, y ni el enemigo externo común, ni la persecución de propios y ajenos, les hará recuperar el espacio perdido.
El otro tema es el de Barbados suspensión –temporal- de sanciones petroleras que pareciera que, desde el gobierno, hay un interés difuso en que se vuelvan a aplicar porque no ha mostrado ninguna señal de querer cumplir su contraparte. Tal vez porque con la primera concesión, que fue lo de las primarias, ya se prendió una alerta roja, que les indicaría que, si cumplen completa la parte que acordaron, podrían perder el gobierno… y así, de ninguna manera. Así que posiblemente, contra todo pronóstico y expectativas positivas, los gringos deban reimponer las sanciones que suspendieron
El extremo malvinización tiene un componente militar muy fuerte, con una apuesta vía amenazas que son percibidas desde afuera con más preocupación y temor, que aquí adentro donde nadie cree que estemos en condiciones de escalar un conflicto armado, donde ya sabemos que no podemos contar con ayuda externa de los dos amigos que nos quedan en este conflicto, que son Rusia e Irán, ambos seriamente comprometidos militarmente, el primero con Ucrania, y el segundo al borde del conflicto con Israel… y con EE UU.
Mientras que la nicaragüización es un hecho eminentemente político que no depende de una contraparte, porque el gobierno tiene 100% del poder, y puede hacerlo unilateralmente. Lo cierto es que todo indica que habrá una radicalización política que arrastrará a la economía y a sus actores, y que podría culminar con un problema social.
Político
Las órdenes de aprehensión para opositores, algunos en el país y otros afuera, y a un par de chavistas, ambos fuera de Venezuela, nos muestran el camino hacia una radicalización política que pudiera escalar hasta el límite máximo conocido que es la nicaragüización, o ir aún más allá, a un territorio desconocido para nosotros de máxima radicalización. Porque cuando se trata de la supervivencia, y cuando no se presentan soluciones alternas lo menos deseable para el gobierno es pensar en la alternancia.
Las órdenes de captura mencionadas dan un mensaje adicional, que consiste en colocar en el mismo paquete a todos los que puedan aspirar, directa o indirectamente, chavistas u opositores, a un cambio en estatus quo del poder. Lo cierto es que, si están tomando el riesgo de hacer que chavistas no maduristas se junten con opositores, con intereses comunes, es porque la vulnerabilidad es muy grande. Y cuanta más vulnerabilidad, más radicalización…
Social
El problema de la alimentación en Venezuela es un tema grave que ha estado en desarrollo durante varios años, que pudiera resumirse en:
- Crisis económica y alimentaria: que ha dado lugar a una crisis alimentaria significativa. La cadena alimentaria de Venezuela se está rompiendo y millones de personas pasan hambre. Un informe encontró que 13% de los niños menores de 5 años están desnutridos y que la nación rica en petróleo está «al borde de una catástrofe irreversible». El país ha estado lidiando con una crisis económica y política que ha llevado a la hiperinflación, la contracción de la economía y la pérdida de empleos. Esto ha tenido un impacto directo en la capacidad de las personas para comprar alimentos. En 2022, el Banco Mundial estimó una inflación anual de los bienes relacionados con la alimentación en Venezuela en 155%, lo que la ubica como el tercer país con mayor inflación alimentaria del mundo
- Disponibilidad y asequibilidad de alimentos: la disponibilidad de alimentos en Venezuela ha mejorado desde que alcanzó su punto más bajo en 2019 como resultado de la dolarización informal de la economía, la menor inflación, el aumento de la actividad del sector privado y un crecimiento en la producción nacional e importaciones. Sin embargo, la situación mejorada sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades alimentarias de la población. Además, la asequibilidad sigue siendo un factor crítico que afecta la seguridad alimentaria.
- Programas de subsidios de alimentos: el gobierno de Maduro lanzó un programa de alimentos subsidiados por el gobierno conocido como Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAPs), en 2016. Los venezolanos son elegibles para recibir una entrega mensual de alimentos y otros beneficios, siempre que se registren para la Tarjeta de la Patria, que los funcionarios utilizan para rastrear la participación en las votaciones. Sin embargo, las cajas CLAP suelen llegar tarde y medio vacías y han tenido problemas de distribución y corrupción.
- Desplazamiento y migración: casi 8 millones de venezolanos han huido del país en los años desde que comenzó la crisis. Aquellos que no pueden permitirse abandonar el país han visto deteriorarse su calidad de vida a niveles previamente impensables.
- Dependencia de las importaciones de alimentos: Venezuela es un país que depende en gran medida de las importaciones de alimentos. Sin embargo, con la crisis económica y la caída de los precios del petróleo, el país ha tenido dificultades para mantener estas importaciones. Esto ha llevado a una disponibilidad reducida de alimentos y a un aumento de los precios.
- Políticas del sector industrial, agrario y económico: las políticas en estos sectores también han contribuido a la crisis. Por ejemplo, las políticas de precios regulados, la densa permisología para importaciones y las políticas del sector agropecuario han alterado profundamente a muchos circuitos agroalimentarios.
- Inseguridad y desplazamiento: la inseguridad en algunas zonas del país y el desplazamiento masivo de personas han dificultado la producción y distribución de alimentos. Por ejemplo, la inseguridad personal en las zonas agrícolas fronterizas ha sido resaltada.
Estas son solo algunas de las causas que han contribuido a la crisis alimentaria en Venezuela. Dada la complejidad de la situación, es probable que haya otros factores involucrados. Para abordar eficazmente esta crisis, sería necesario implementar una serie de estrategias que aborden estos y otros factores contribuyentes.
Económico
Ya estamos en tiempo de descuento más allá del plazo del 30 de noviembre. Por lo que se espera que en cualquier momento pueda haber un pronunciamiento por parte del gobierno de EE UU; porque hasta hace unas horas, desde la Casa Blanca seguían advirtiendo que, si no se cumplía la parte de Venezuela, ellos retiraban el adelanto que habían hecho como prueba de buena fe.
Hubo tres momentos en el último trimestre que, por su disparidad, nos muestran la volatilidad de la economía y la falta de confianza en reglas claras, transparentes y de aplicación igualitaria. El autoritarismo, mezclado con voluntarismo, así como el enfoque defensivo frente al riesgo de perder el poder, comprometen las posibilidades de anticipar un futuro positivo para el país.
Antes del 18 y del 22 de octubre, las expectativas para el 2024 eran inciertas y con perfil negativo. Luego de esas fechas, suspensión temporal de sanciones y primarias de la oposición, las expectativas pasaron a ser positivas y ya se hacían cuentas de los dólares que iban a ingresar y el impacto positivo que iban a tener.
Luego estuvo el referendo y los resultados negativos del plebiscito implícito hacia la gestión de gobierno y la posterior detención de dirigentes opositores, así como los movimientos políticos para anexarse en el papel la Guayana Esequiba (porque no hay fuerza para anexarla en la práctica), cambiaron las expectativas volviendo a ser negativas, y hasta peores que antes de Barbados.
Hoy la palabra clave en economía, privada y pública, es austeridad, porque posiblemente nos encontremos en un año de mucha intervención de la política en la economía, que desmejoren las ya maltrechas variables económicas.
Habrá que reemplazar la frase “optimismo informado”, por “realismo informado” … Esto es lo que hay.
Internacional
Las posibilidades de un conflicto armado entre Guyana y Venezuela son reales, pese a que hay serias dudas sobre la capacidad militar que en este momento tenga Venezuela, debido al deterioro generalizado de la infraestructura pública de la cual no se escaparía la Fuerza Armada.
No obstante, disminuida y todo, es varias veces superior a una fuerza de defensa pequeña como la de Guyana, y con un muy extenso territorio para cubrir. Y, además, el sitio del conflicto está tan lejos de Caracas, que es difícil que se filtren noticias de medios –formales e informales- diferentes a las que el gobierno del chavismo quiera que se sepa. Tuvimos un conflicto militar de grandes proporciones en Apure, y nadie sabía nada distinto a lo que el gobierno informaba. Porque no hay que olvidar que todo esto tiene un solo propósito que es la preeminencia de Maduro en el poder, y está dirigido a su propia gente –al chavismo- que son los que tienen las verdaderas posibilidades de desplazarlo del poder. Porque del lado de la oposición, las posibilidades son menores.
Si lo comparáramos con la invasión de Rusia a Ucrania, en definitiva, ni EE UU ni la Unión Europea han desplegado recursos en el campo, para no hacerse parte formal del conflicto, así que perfectamente podría pensarse que Guyana tendría que enfrentarse con sus propias tropas, así cuenten con el apoyo gigantesco con el que cuenta Ucrania, que está mejor preparada para aprovechar y utilizar asertivamente el apoyo recibido.
El otro tema que, por no estar sobre la mesa no es menos importante, es la capacidad de las fuerzas tipo Wagner con las que se defenderá Exxon, que son salvajes y experimentados, para enfrentar a un Ejército formal como el venezolano, que tiene problemas importantes, hasta alimenticios. Es posible que el trabajo sucio lo terminen haciendo los Wagner de Exxon… en fin.
Lo cierto es que, para evaluar la posibilidad real de que esto se convierta en una guerra hay que mirar el tablero geopolítico desde arriba, y la defensa del poder en Venezuela, desde abajo. Ambos intereses, cuando convergen, son los que dirán si es guerra, o si es diplomacia.
Recomendación
- Al gobierno: que revise la estrategia político comunicacional porque pareciera que, desde adentro, hay movimientos contradictorios que lo van debilitando y pareciera que cada medida que toman, tiene más elementos perjudiciales que positivos, con respecto a su estrategia de mantenerse en el poder. En Argentina dirían que “se pegan tiros en los pies”.
- A la dirigencia opositora: que, especialmente María Corina Machado, establezca una sala situacional para evaluar y poner en perspectiva todos los sucesos que, con mucha velocidad y profundidad, se van presentando con una gran presencia de “puntos ciegos” donde pueden esconderse amenazas que a simple vista no se ven. Para que siempre disponga de un menú de opciones alineadas con su estrategia.
- A la dirigencia empresarial: que evite a toda costa que sigan arrastrándolos al campo político, porque en ese territorio estarán solos, porque el empresariado, en general, es no político, y le incomoda ser asociado con temas que pudieran ser contraproducentes para sus negocios, además de no haber conseguido nada concreto a cambio de haberse prestado a acompañar públicamente en todo lo que les han pedido.
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