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Análisis de entorno: La unidad debe continuar para las elecciones del 2025 (porque los partidos en forma individual, estarán perdidos)

El próximo día 10 de enero del 2025 Edmundo González Urrutia se convertirá en el verdadero presidente de Venezuela, lo cual no significa ni presidente interino, ni presidente paralelo, sino que significa que la legalidad y la legitimidad están con él y que, si no le entregan el gobierno, quién pasaría a ser el gobierno paralelo, sería el del chavismo
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Una de las preguntas que se hacía la gente con respecto al exilio de Edmundo González tiene que ver con la explicación de por qué facilitó el gobierno su salida cuando no está dando salvoconductos para los seis asilados en la embajada Argentina, ahora y transitoriamente bajo el control de Brasil, y en el futuro cercano bajo algún otro país que tome el espacio de Brasil, que le fue quitado por el mismo gobierno venezolano que se lo otorgó un par de semanas atrás, y ahora se lo volvió a quitar.

La explicación tiene más que ver con la ventaja que el chavismo cree ver en separar a Edmundo González de María Corina Machado, y generar dos ambientes independientes, generando un vacío entre los dos, donde el chavismo pudiera operar de cara dentro del país produciendo o colocando un énfasis importante en las elecciones masivas del año próximo, según la cual ya no hace falta un líder único, sino que los distintos partidos empiezan a buscar sus candidatos locales.

Para buscar esos espacios donde, según ellos, María Corina Machado pasa a tener un rol secundario en cuanto al tema eleccionario, porque no es un solo candidato sino que son varios y empieza a retomar peso la figura al partido político que, según la ley venezolana, es necesario para poder este colocar candidatos a los distintos niveles.

Mientras que la parte del exterior con Edmundo González, puede prestarse a algún tipo de negociación en la cual sea distinto lo que esté pasando afuera y la perspectiva que lo que está pasando dentro del país. Ese razonamiento que les mencioné está más vinculado con hechos del pasado que con algún tipo de presente o de futuro político de Venezuela.

Siempre digo que lo que está ocurriendo es inédito y novedoso, y difícilmente pueda encontrar respuesta mirando por el espejo retrovisor; más bien hay que verlo mirando hacia el futuro y tratando de leer las señales del entorno venezolano fronteras adentro, e internacional fronteras afuera.

Fronteras adentro, cada partido va a empezar a creer que no requiere y no necesitan de María Corina Machado para su propio manejo de candidatos, y empezar a competir entre ellos mismos, para tratar de ganar un cargo con manejo de presupuesto para el 2025. Lo cual sería un error porque bien visto, esos partidos son caparazones vacíos que no tienen pueblo y no tienen votantes, y que la unificación que se dio para llevar a la victoria a Edmundo González fue la figura personal de María Corina Machado que no desaparece por el hecho de que los líderes de los partidos políticos empiecen a pensar distinto.

Pronto se darán cuenta que ninguno tiene votantes propios, sino que van a tener que esperar a la bendición de María Corina Machado para poder presentar algún tipo de candidato viable. Si no lo ven así, no solo se van a equivocar en el planteamiento estratégico, sino que le van a dar el espacio que buscó desesperadamente el chavismo, de tratar de dividir a la oposición y que no lo consiguió por la figura de María Corina Machado.

En cuanto al exterior, el manejo de las negociaciones de alternativas posibles y las presiones directas a Edmundo sin considerar a María Corina, pueden cubrir las expectativas de Maduro, de Lula y de Petro, pero la realidad es que tanto Edmundo como María Corina mantienen una alineación no solo de pensamiento, sino del camino estratégico que deben seguir y funcionar como guía de referencia para cualquier acción futura.

El hecho de que el pueblo en modo protesta no esté activado en la calle en este momento no significa que la figura haya cambiado y que la esperanza de un mejor tipo de vida haya sido apagada. Hasta ahora la iniciativa política sigue en manos de María Corina Machado, y el chavismo operando en forma defensiva tratando principalmente de volver a cohesionar su 30%, un 30% de los cuales hubiera votado -si hubiera podido- por Edmundo; y 70% de gente propia, está dividida en cuanto a la manera de proceder y de enfrentar el repudio popular.

Cada chavista de ese 70% hoy tiene que enfrentar a un pariente, a un amigo o a un vecino, tratando de explicar de una manera incómoda por qué nos han llevado a esta situación de crisis casi terminal, sin dinero, sin alimentos, sin salud, sin electricidad, sin agua… y sin futuro. Porque cada chavista ya sea civil o sea militar, sea militante o no lo sea, conoce la verdad del desastre electoral y tiene que tomar una decisión que nunca en el pasado había tenido que tomar, que es apoyar algo que saben que no es así.

Se trata de que si bien las últimas elecciones que ganó el chavismo no las ganó en buena lid -y es por eso que Maduro hoy no es reconocido entre los países normales- nunca había tenido que enfrentarse a la realidad de tener que defenderlo, porque lo daba como hecho y no se preguntaba mucho. Mientras que esta vez el rey quedó desnudo y todos lo notan, pero pocos se atreven a mencionarlo.

Acabamos de terminar la primera etapa post 28 de juliocon ambos líderes opositores en libertad y con el apoyo popular intacto; además de la confianza en que el liderazgo de María Corina Machado que nos trajo de octubre hasta ahora, va a producir los movimientos necesarios para que en esta nueva etapa se siga manteniendo la iniciativa política.

Porque hasta el momento el chavismo en general y Cabello y Maduro en particular, no han podido recuperarla y más bien van a aislándose cada vez más, fronteras adentro de un país que en su gran mayoría los repudian.

El próximo día 10 de enero del 2025 Edmundo González Urrutia se convertirá en el verdadero presidente de Venezuela, lo cual no significa ni presidente interino, ni presidente paralelo, sino que significa que la legalidad y la legitimidad están con él y que, si no le entregan el gobierno, quién pasaría a ser el gobierno paralelo, sería el del chavismo. Y en ese momento pasaríamos a enfrentar una situación muy especial la cual, inexorablemente, debe terminar con Edmundo González en Miraflores y Maduro fuera.

Edmundo González

Edmundo González Urrutia. Foto: AFP

Político

El impulso ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio logró marcar dos espacios importantes donde 80% (que incluye 10% de chavistas que no pudieron votar por la oposición) decidió buscar un cambio, mientras que el resto, por una razón o por otra, prefiere seguir con la tortura de situación país con que se vive en la actualidad.

La construcción del liderazgo nacional de la oposición se dio por primera vez con el enfoque llamado bottom up -esto es desde abajo hacia arriba- donde realmente no importaba el partido político sino la expresión de la voluntad y la confianza de cambio que inspiró María Corina Machado y convocó para construir un futuro mejor.

Y su grandeza hizo que pese a no ser de ella la candidata por haber sido inhabilitada, llegó a apoyar a un candidato diferente en la conciencia de que sin ella ese candidato no hubiera prosperado y ganado la elección presidencial con el 70-30 con que lo hizo.

Si los líderes de los diferentes partidos de la oposición creen que pueden hacer borrón y cuenta nueva y construir las elecciones de 2025 desde arriba hacia abajo, están equivocados, porque en realidad esos partidos se convirtieron en cascarones vacíos en el sentido de que intentaron sus propias candidaturas y todos juntos sumados no llegaron a 1% de la preferencia popular.

Lo razonable para el 2025 sería que se mantenga la estructura electoral que sirvió de base para la elección presidencial bajo el liderazgo de María Corina Machado y hacer una reformulación y una reconfiguración de los partidos para asegurarse no perder ese 80% de la preferencia, y convertirla en votos para cada uno de los casos.

Porque si cada uno de los miembros de esas bases opositoras buscara una organización local y decidieran cuál es la figura partidaria que mejor los representa en ese lugar; y construyeran su propio candidato de abajo hacia arriba; en las elecciones de 2025 podría haber nuevamente otra marea opositora que consiguiera cambiar los pesos en la estructura institucional del país.

Si los líderes de los partidos no comprenden el nuevo escenario y tratan de aferrarse a estructuras que el pueblo ya no quiere ni respeta, se encontrarán con la sorpresa de que sus partidos no obtendrán votos y que los partidos que apoyan a María Corina serán los que recibirán ese caudal.

Porque lo cierto es que los liderazgos tradicionales ya no cuentan con el apoyo que tenían en el pasado, además de las confusiones e incertidumbres del ataque a los partidos que hizo el chavismo desde el TSJ. Tiene que haber una estructura de mucha claridad para que la gente salga a votar; porque la alternativa sería la abstención y la abstención sería el mejor camino que tendría el gobierno para que su minoría, se transforme en mayoría y se aseguren la continuidad.

Porque hagan lo que hagan y digan lo que digan, 80% de la población repudia al chavismo y de una u otra manera lo irá demostrando paso a paso, como ya empezó a hacerlo el 28 de julio y lo seguirá haciendo hasta lograr el objetivo de tener una mejor Venezuela.

Social

Hacía muchos años ya que las bases populares en Venezuela no estaban tan esperanzadas con la posibilidad de un cambio que les haga restaurar unas mínimas condiciones de vida, y permita la reunificación de la familia.

Si bien hay una confianza importante en el liderazgo de María Corina Machado, hay situaciones económicas personales y familiares que difícilmente puedan esperar a que en esta lucha de resistencia donde el gobierno quiere quedarse, y el pueblo quiere que se vaya. Lo cual está llevando a que, a partir de finales de agosto pasado, se haya incrementado la emigración de venezolanos por las fronteras de Brasil y de Colombia.

Y lo están haciendo a un ritmo creciente que arrancó a finales de agosto en el orden de las 200 a 300 personas diarias y que ya está superando las mil personas por día, con el destino que las posibilidades de cada uno les permitan alcanzar; los más pobres quedarán al norte de Brasil y en el este colombiano; los que tengan un poco más de recursos avanzarán hacia las capitales más importantes; algunos tratarán de emprender su camino al norte, y los otros de tratar de radicarse en algunos lugares donde tengan menos rechazo.

Porque más que el rechazo a la nacionalidad venezolana, se trata del rechazo al deterioro de los servicios públicos locales, especialmente en cuanto a salud y alimentación, inducido por estas olas migratorias; en el sentido de que, con presupuestos muy limitados, las ciudades tienen que absorber -como lo han venido haciendo en el último tiempo- grandes contingentes de personas para poder servir.

Porque ningún país de la región, tal vez con la excepción hecha por Bolivia que les niega atención a los extranjeros, le ha negado atención de salud a un emigrante; razón por la cual es que se ven afectados los servicios porque sus políticas tienen mayor consciencia social y respeto a los Derechos Humanos.

Estas bases populares están conscientes -porque lo viven minuto a minuto- del poder de represión que tiene el gobierno y de los grandes sacrificios que hace su líder María Corina para mantenerse en libertad; donde ha sacrificado su vida privada para mantener activa la esperanza.

Lo social y la pobreza ocurren adentro de las fronteras; mientras que la lucha decisiva para lograr la libertad contando con esa base dentro de las fronteras, se encuentra afuera de las fronteras. En la comunidad internacional y esta vez contando con el presidente electo de Venezuela como el gran articulador de esas fuerzas.

petróleo producción Inversores internacionales contratan a asesores legales para reestructuración de bonos venezolanos Acreedor demandó a Pdvsa por 1.500 millones de dólares en Texas

Foto: EFE

Económico

Venezuela volvió a ser altamente dependiente del petróleo para sus ingresos, los cuales ya no tienen el calibre de las épocas donde producía 3,3 millones y ahora tiene que conformarse con los ingresos producidos por la alícuota que le corresponde a los 200,000 bpd que produce Chevron en Venezuela; siendo que la diferencia hasta los 800,000 que logró, van a precios de mercado internacional; mientras que la otra diferencia es vendida o bien internamente o bien a precios de descuento en el mercado negro.

En este momento, terminando la campaña electoral de EE UU, debe llevar a que a principios de noviembre ya haya un presidente electo; ya sea la demócrata Kamala Harris, o el republicano Donald Trump, allá hacen análisis tratando de interpretar si las decisiones mayores que deben tomarse sancionando al gobierno de Maduro pueden esperar a que haya un nuevo presidente en la Casa Blanca o deben ser tomadas inmediatamente por la administración Biden.

Sin duda que tomarán las decisiones que impacten de manera positiva -o por lo menos no negativa- en la campaña demócrata y analizando los pros y los contras el imponer sanciones absolutas petroleras a Venezuela. Lo cual llevaría como daño importante la salida de Chevron, lo cual en realidad no tendría ningún impacto negativo relevante en la economía de los Estados Unidos, por los montos pequeños que significa; los cuales no llegan a mover el amperímetro del sistema de precios por galón de la economía norteamericana.

Porque el gobierno de Estados Unidos está consciente de que cada dólar que recibe el gobierno de Venezuela para financiar la represión y el sostenimiento en el poder, además de perseguir al candidato ganador de las elecciones, es provisto por ellos mismos a través del tema petrolero; y colocando en los platos de la balanza es una cuestión del corto plazo versus el largo plazo.

Porque el sancionar absolutamente el petróleo de Venezuela a corto plazo, puede significar la salida del gobierno chavista y el comienzo de unos contratos e inversiones americanas petroleras que aseguran el mediano y el largo plazo.

Ese tipo de razonamiento de sacrificar corto plazo para asegurar largo plazo, es un poco el que mantiene el empresario venezolano que no está reponiendo inventarios y no está pasando del mantenimiento mínimo de sus instalaciones, esperando que el cambio que se produzca, en realidad le permita al país dinamizarse y volver a entrar en el juego de las economías importantes de la región y del mundo.

El pensamiento económico de sostener a cualquier costo el sistema empresario implicando que cualquier costo puede significar vidas humanas, debe ser reconsiderado en términos de, sin tener que involucrarse políticamente, entender que los ciclos económicos tienen inicios, picos y declives; y que la economía venezolana en este momento está en un declive pronunciado que solo depende del buen criterio estratégico del empresario venezolano, para cambiar de curva y pasarse a una que esté empezando a crecer y que lo va a hacer con ellos o sin ellos.

Y que si llega a ser sin ellos posiblemente ya no puedan participar en la nueva etapa de prosperidad a la que está destinado el pueblo de Venezuela.

Internacional

El foco de la lectura internacional desde Venezuela se ha posicionado sobre España y las fuerzas políticas que la gobierna de cara a la situación de Venezuela, y a la llegada del presidente electo Edmundo González Urrutia, acogiéndose a alguna figura que le permita residir en España, viajar por todos los lugares adónde deba llevar su mensaje, y poder hacer la actividad política de un presidente electo en el exilio.

Porque la figura del asilo le resultaría limitante y comprometería la normativa internacional por las restricciones que le impone al que se acoge; que en este caso se trata de uno de los dos políticos más relevantes de Venezuela.

La gran preocupación sobre la capacidad de movilidad del verdadero presidente electo tiene que ver con su seguridad personal considerando que las “brisas bolivarianas” pueden significar un peligro de vida para su persona. Y aunque se cuenta con el apoyo de los opositores al gobierno socialista español que manejan la ciudad de Madrid, donde reside el presidente electo, y la posición ambigua que tomó el presidente del gobierno español de concederle el asilo primero y de reunirse públicamente con él después, sin aún dar un reconocimiento a su victoria electoral, aunque atando su decisión a la decisión de la Unión Europea lo cual abre la puerta para un reconocimiento de su victoria electoral y del derecho, y hasta obligación de tomar posesión de la presidencia de Venezuela el día 10 de enero del 2025.

Prácticamente no cabe duda que la Unión Europea siguiendo la línea de los Estados Unidos lo va a reconocer y que España también lo va a reconocer, convirtiéndose en el país base del nuevo gobierno de Venezuela, a partir del día 10 de enero, si es que por razones de fuerza mayor no logrará asumir la presidencia.

Pero ya sería, a partir de ese momento, no un gobierno paralelo ni interino, sino que se constituiría en el verdadero gobierno de Venezuela.

Recomendación

  • Al gobierno: que haga énfasis en el tema social y se asegure que la gente no pase hambre, y sea bien atendida en los temas de salud. Porque cualquier intento en lo económico (e inclusive en lo petrolero) no tendrá resultados por aquello de la falta de confianza en la economía… además de las expectativas negativas. Gran parte de Caracas está sin luz en estos días… ahí también tienen un buen punto para concentrar esfuerzos y lograr resultados.
  • A la dirigencia opositora: que se involucre activamente en las elecciones del 2025, manteniendo el esquema de unidad que les consiguió María Corina Machado y evitar buscar votos por su cuenta, sabiendo que hoy, todas las bases -el pueblo- están esperando las señales de María Corina. Sin por eso aflojar la presión sobre el chavismo para que entregue el poder el 10 de enero próximo.
  • A la dirigencia empresarial: que regresen a los planes de contingencia de 2016 y 2017, buscando la figura de la coopetition buscando alianzas estratégicas con competidores y aliados, y dándole peso al right sizing buscando optimizar la escala de operación y colocarse en modo supervivencia; sin importar que a unos les vaya mejor que a otros. Lo importante es adecuar el tamaño al perfil de un mercado que ha cambiado diametralmente y que se mueve con parámetros que aún no conocemos profundamente.

 

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