VENEZUELA

Análisis de entorno: hablemos del futuro… análisis estratégico de Venezuela

por Avatar Benjamín Tripier

Hoy, 28 de julio de 2024, es un día importante para Venezuela, porque el país como un todo se convenció que esa fecha sería un punto de inflexión, un antes y un después, y que a partir de allí habría que comenzar la recuperación y reconstrucción, aunque el cambio de mando sea recién en enero de 2025. Porque, a partir del 29 de julio ya debería haber un pensamiento fresco orientado a un futuro venturoso.

He preparado un informe especial.

El 29 de julio debería iniciarse un período de negociaciones de forma tal de ir allanando el camino a la recuperación y reconstrucción, que debería comenzar al primer minuto después de la toma de posesión; y que para ese momento ya se haya acordado un paquete legislativo que le dé al Presidente las herramientas de gobernabilidad que hagan falta.

Está claro que partimos de la premisa de que las elecciones fueron limpias y que no hubo ninguna “ingeniería electoral” rara que haga dudar de los resultados. Por lo que indican las encuestadoras serias de Venezuela, la diferencia entre el candidato de oposición Edmundo González Urrutia y el del chavismo Nicolás Maduro Moros, es tan grande que sería difícil hacer trampa sin que esta quede en evidencia.

Aunque desde el gobierno dicen que lo nuestro debe ser una democracia y no una “encuestocracia”, y que los resultados serán los que ocurran el día de hoy. Cierto… pero es difícil que una tendencia sostenida en el tiempo que haciendo un corte indica que el chavismo llegó a su techo, y que la oposición, está aún sin techo.

Es importante que hablemos del futuro, y para eso he preparado una guía básica de análisis estratégico formal que parte del reconocimiento de las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, que es la matriz FODA Venezuela.

El análisis estratégico incluye el reconocimiento de los aspectos positivos y negativos del sujeto bajo estudio, así como la perspectiva de tiempo sobre el presente y el futuro, y sobre lo interno y lo externo. Nuestro sujeto de estudio es el país llamado Venezuela, a partir de un momento en el tiempo que podríamos establecer en el año 2025. La dinámica del análisis consiste en identificar los aspectos positivos y negativos, revisar su origen, si nace desde adentro del país, o si son consecuencias del entorno, y si están ocurriendo o podrían ocurrir en el futuro.

Todo lo interno, lo positivo y lo negativo, se ubica en el presente, y su solución o aprovechamiento depende en 100% de decisiones propias. En este caso, de decisiones del gobierno nacional. Mientras que lo externo, también lo positivo y lo negativo, se ubica en el futuro, y siempre dependerá más de decisiones de terceros, que de las propias.

Todo lo positivo, interno del país, y que está ocurriendo en el presente, se llaman fortalezas, y su reconocimiento será útil al momento de establecer las bases o la plataforma sobre la cual se apoyará la estrategia. Por consiguiente, hay que hacer lo posible por consolidarla y mantenerla. Su identificación se logra respondiendo a las preguntas: ¿en qué somos buenos?, ¿qué hacemos muy bien?, y ¿cuáles son nuestras ventajas comparativas?

Todo lo negativo, interno del país, y que está ocurriendo en el presente, se llaman debilidades, y su reconocimiento será útil para comenzar a corregirlas, pues, de no hacerlo, impedirán el desarrollo de la estrategia. Hay que hacer todo lo posible para corregirlas, y su identificación se logra respondiendo las preguntas: ¿qué hacemos mal o muy mal?, y ¿cuáles son los errores?

Para las fortalezas y debilidades hay que considerar, por un lado, la importancia y el impacto interno que tienen, y concentrarse en mantener y apuntalar aquellas fortalezas de mayor impacto, y concentrar los esfuerzos de cambio en aquellas cosas que son relevantes e importantes, pero que se hacen muy mal. Hay elementos positivos que, realmente, no son importantes, y es bueno identificarlos para no invertir esfuerzos que no aportarán beneficios. Así mismo, hay elementos negativos que, al no ser relevantes, se puede convivir con ellos sin que nos afecte.

Todo lo positivo, externo, y que aún no ha ocurrido, pero podría ocurrir, se llaman oportunidades, y su reconocimiento será útil para establecer el sentido de dirección, que debería apuntar a aprovecharlas. Normalmente, se apoyan en las fortalezas, y si no se corrigen las debilidades, estas oportunidades no podrán ser alcanzadas ni aprovechadas. Suelen aparecer como respuesta a condiciones del entorno, a tendencias tecnológicas, y a situaciones diferenciadas que puedan dejar espacios abiertos.

Por el contrario, todo lo negativo, externo, y que aún no ha ocurrido, pero podría ocurrir, se llaman amenazas, y su reconocimiento será útil para evitarlas. Normalmente, la no corrección de las debilidades podría favorecer que las amenazas ocurran. Suelen aparecer como condiciones de excesivo control del Estado, de competencia y de cambios tecnológicos, y de la utilización de recursos no anticipados.

Así como las fortalezas y debilidades son reales, internas y presentes, y dependen de acciones de Gobierno; las oportunidades y amenazas dependen, para su ocurrencia, de una probabilidad estadística alta, media o baja. Por otra parte, es importante identificar la magnitud del impacto, si una de las dos ocurriera. Una amenaza de alto impacto, pero de baja probabilidad de ocurrencia, tendrá una prioridad para su atención mucho más baja que una de bajo impacto, pero que podría ocurrir en cualquier momento.

Siguiendo la metodología anterior, hemos llegado a identificar un conjunto de elementos que caracterizan al país presente y lo posicionan de cara al futuro.

Fortalezas

La matriz energética, apoyada en petróleo, gas, y un río muy potente, como el Caroní, puede considerarse como una buena base para dotar de energía a la estrategia de expansión del producto bruto interno. Claro que para consolidar esta fortaleza hay que invertir en nuevos desarrollos, y actualizar y mantener la infraestructura existente. Las energías alternativas, como solar, viento y biomasa, deben ser consideradas, solo después de haber consolidado la matriz energética mencionada.

Las ventajas comparativas pueden agruparse en: posición geográfica y salida al Caribe y al Atlántico, en los minerales bajo tierra, y en el petróleo y el gas. Está claro que el petróleo tiene una amenaza, que es la voluntad política del mundo desarrollado de abandonarlo, con cierta rapidez, en favor de otras energías primarias más limpias y menos contaminantes.

La otra ventaja comparativa tiene que ver con los conocimientos acumulados, tanto de profesionales de grado y postgrado en diferentes materias, como de las experiencias que se le fueron sumando. Esto último será una ventaja comparativa solo si la diáspora (que sacó del país a muchos de ellos), se revierte y comienza a regresar. Si esto no ocurre, siempre está la oportunidad de la captación de nuevos talentos. Otra ventaja está asociada a las condiciones topográficas del país que pueden servir, tanto para desarrollo agropecuario, como para el desarrollo del turismo.

El petróleo, en sí mismo, constituye un factor de diferenciación que permite, con el marco legislativo adecuado, desarrollar una industria petrolera competitiva que considere la máxima agregación de valor en territorio nacional, y con mano de obra y talento, también nacional.

Otra fortaleza es la resiliencia de la población, que ha demostrado poder manejar situaciones muy graves de escasez, salud, falta de servicios públicos e inseguridad, sin grandes protestas populares. Esto es relevante porque en la primera etapa de reconstrucción, previo aviso y llamado al acompañamiento, se pasará por momentos muy difíciles, pero esta vez, en la conciencia de que es un sacrificio para mejorar, y no como en la actualidad, que es un sacrificio sin sentido.

Debilidades

Son, principalmente, los nudos económicos y operativos que hay que desatar para que la economía vuelva a fluir, así como la simplificación y racionalización del aparato burocrático y de controles, además, debe generarse un nuevo entramado jurídico e institucional, que le de confianza a los inversores, y les permita proyectar a futuro con cierta estabilidad. La crisis económica, en sus diferentes facetas de hiperinflación, recesión y crisis monetaria, debe corregirse hasta lograr una base de precios de referencia estables, tipo de cambio real y competitivo, oferta de bienes y servicios para reponer inventarios, y una política monetaria equilibrada.

Como se ha visto en otros casos de países que abandonaron el asistencialismo, la ideologización y la polarización deben transformarse para facilitar la conversión, desde políticas del Gobierno de turno, hacia políticas de Estado.

La corrupción debe tender a ser erradicada mediante estrategias de control fiscal, penas muy elevadas, reversión patrimonial y no prescripción de este tipo de causas. La honestidad, si bien es una condición básica para el ejercicio de la función pública, no es suficiente, y deben crearse procesos seguros y que ya incluyan, en sí mismos, los elementos de control interno, dejando el control externo solo como posterior y por muestreo.

Otra debilidad relevante es la desinversión que se ha producido a lo largo de los años en toda la infraestructura pública y privada del país, la cual, al ser corregida, podrá apoyarse en alguna de las fortalezas identificadas. Temas como el eléctrico, el agua, el gas, el petróleo, puentes y carreteras, comunicaciones e internet, deben ser corregidos para lograr cualquier avance y desarrollo.

Finalmente, la inseguridad (no sólo la jurídica que mencionamos), debe ser corregida en sus diferentes ámbitos: la prevención para evitar que ocurra, apoyada en educación y trabajo por una parte, y por inteligencia y desarrollos tecnológicos por la otra; el combate a la inseguridad real y actual que se apoye en estrategias, tales como: máximas penas para delitos pequeños (tolerancia cero), inteligencia y capacidad de respuesta rápida, y laboratorios forenses para el seguimiento, resolución de casos y lecciones aprendidas.

Oportunidades

Normalmente están alineadas con el norte estratégico que se ha establecido como país. No siempre están visibles, pero una guía podría ser que todo lo que se hace bien, tratar de hacerlo de forma diferente, y que lo que no estamos haciendo, y aparece con claridad que podríamos, comenzar a hacerlo. Más que nada porque las oportunidades solo son tales, si brindan un factor de diferenciación tal, que haga que se puedan cubrir espacios insatisfechos dentro del país, en la región, o en el resto del mundo.

 

Otro punto de partida es tratar de convertir las ventajas comparativas en competitivas, como por ejemplo, evitar vender las materias primas sin porcentajes muy altos de valor agregado; a menos que esa agregación de valor haga perder competitividad, ya sea en precio, ya sea en calidad, y que se sepa que en un tiempo razonable no podrá ser logrado internamente.

La venta directa de productos primarios no renovables, podrá significar un ingreso o un alivio a corto plazo, pero indefectiblemente, generará pobreza a largo plazo. A menos, claro, que el “negocio” sea financiero, y la agregación de valor venga por esa vía. Pero, tratándose de un país con niveles tan altos de pobreza, siempre deberá privilegiarse como agregación de valor la generación de empleo, por encima de ingresos o ganancias financieras.

Si bien Venezuela es reconocida como país petrolero, debe cambiarse la imagen y reposicionarla hacia aquellas oportunidades que generen ventajas competitivas a largo plazo. Los desarrollos tecnológicos, la innovación y las patentes serán el medidor de la Venezuela del futuro, que, seguramente, será no petrolera y concentrada en algún nicho cercano a las fortalezas y, en especial, a las ventajas comparativas.

El Estado de ruina del patrimonio nacional, causado, principalmente, por el robo y la corrupción de más de quinientos mil millones de dólares en el gobierno chavista, hará que sea imperioso acudir a la inversión extranjera como única fuente posible de desarrollo en el tiempo.

La quimera del endeudamiento en el período “t”, da ventajas en el período “t+1”, y genera problemas en el período “t+2”, cuando hay que empezar a pagar capital e intereses; por más blando que sea el crédito, siempre será preferible la inversión. Los conceptos relacionados a desinversión del Estado en las empresas que poseía, y la devolución al sector privado de aquellas de las que se apropió, deben ser parte de una estrategia en la que “nunca más” el Estado debe ser dueño de emprendimientos con fines de lucro, porque termina en el fin de lucro del funcionario de turno, en la quiebra de la empresa, y la pérdida del patrimonio público.

Inversión extranjera y privatización son los dos conceptos que, junto a un estado fuerte y regulador, pero de un tamaño pequeño, nos llevarán a un estándar de vida más alto, minimización del desempleo y la pobreza, y recuperación de una imagen respetable en el concierto de las naciones.

La diáspora de más de ocho millones de personas para el año 2024 lesionó, seriamente, la capacidad de contar internamente con recursos humanos calificados. Tanto a nivel de trabajos en empresas y en el gobierno, como a nivel de maestros y profesores en la etapa de formación, habrá que buscar captar, estratégicamente, talento en el resto del mundo. Sin perder de vista que, como parte de ese esfuerzo, podríamos recuperar parte del talento propio perdido.

La estrategia internacional de realineamientos geopolíticos, apuntando a alianzas que aporten valor a los socios, debe llevarnos a encontrar los factores de competitividad que, en este momento, no se ven con claridad. Debemos agregar que un factor de priorización de las oportunidades deberá ser, una, la probabilidad de que ocurra (alta o baja), y la otra, el éxito o impacto positivo que se pueda lograr.

Habrá que concentrarse y dar prioridad a aquellas oportunidades con alta probabilidad de ocurrencia y de éxito potencial importante; y, por el momento, no tomar en cuenta aquellas de baja probabilidad y bajo éxito. Para todas las demás, hacer seguimiento y monitorear para aprovecharlas cuando las condiciones se presenten.

Amenazas

Al no estar presentes, no son fácilmente visibles; sin embargo, son los obstáculos que pueden evitar que se alcance el norte estratégico. Si llegaran a ocurrir porque no pudimos evitarlo, se convertirían en debilidades, con un costo de oportunidad muy alto que podría hacer fracasar el proyecto de país y regresarnos al pasado del que estamos tratando de salir.

En los procesos de transformación se abandona una situación conocida y manejable (buena o mala), y se transita hasta lograr, en este caso, una Venezuela productiva. Esa transición genera algún tipo de incertidumbre que pudiera conducir a la inestabilidad. Por ejemplo, comenzar a pagar tarifas por servicios públicos cuando se recibían de forma gratuita, se convertirá en un impacto directo a las economías personales que no siempre estarán al cabo de entender que, por haber sido gratuito, no se invirtió, hubo corrupción, y el servicio, se convirtió en deficiente, y en algunos casos, inexistente.

Si no se logra concientizar en forma anticipada que se transitará por etapas difíciles, pero que el resultado será bueno, es posible que se llegue a una crisis social, la cual, si se sale de control, podría arrastrar a una crisis política que revierta todo lo andado y nos devuelva al pasado del que queremos desprendernos.

La amenaza de la crisis social será permanente hasta que hayamos bajado, al menos, cincuenta y siete puntos porcentuales de pobreza, porque de allí para abajo serán protestas, mientras que, de allí para arriba, y con una estrategia no asistencialista y orientada al mercado, puede ser una bomba a punto de explotarle a cualquier gobierno, y cuyo resultado, sin duda, será capitalizado por cualquier orientación populista y retrógrada.

El mercado petrolero, especialmente el mercado OPEP, puede convertirse en una amenaza por las restricciones a los límites de producción, por contar nosotros con petróleos medianos y pesados (con mercados muy restringidos), y por la destrucción, hasta su casi desaparición de la estatal Pdvsa. Es también, una amenaza potencial, el que siga siendo nuestro negocio principal, porque de esa manera estaríamos condenándonos a continuar siendo un país pobre, pero ya sin muchas chances de recuperación.

Evitar esta amenaza es vital para la supervivencia, y trabaja en forma armónica con la oportunidad de las ventajas competitivas, apoyadas en las ventajas comparativas, especialmente, nuestro recurso humano.

Un cambio de Gobierno no significa un cambio de país, ni siquiera que todas las estructuras del Estado podrán ser sustituidas, por lo cual, los ataques internacionales de los que fue objeto Venezuela, no se detendrán totalmente, sino que cambiarán el enfoque y la aproximación. Las deudas, los incumplimientos, y los daños reputacionales no se van a evaporar, por lo que hay que trabajar desde el principio en cambiar ese perfil para evitar esta amenaza.

La deuda externa no podrá ser honrada totalmente, sino que se pagará entre 20% y 40% de su valor nominal, capital, intereses, moras, y cupones cuando corresponda. Esto causará resentimientos en los acreedores, personales, institucionales, y hasta, en el caso de países que, como China, prestaron dinero a Venezuela, y ya pueden anticipar que no van a cobrar lo que les corresponde.

En el caso de las deudas que las empresas privadas venezolanas adquirieron con sus proveedores del exterior, y que el estado venezolano, a través de CADIVI, no asignó las divisas que habían pagado en bolívares, esperando su conversión a dólares, según las reglas de juego, también, y principalmente, deben ser honradas para poder restaurar los niveles de crédito, y recomponer el flujo de suministros continuos, consistentes y confiables, que cualquier economía necesita para operar con normalidad. Claro que, previamente, habría que hacer una profunda revisión, porque en ese proceso de Cadivi hubo muy altos niveles de corrupción.

China se convirtió en una contraparte necesaria de cualquier mercado con gran capacidad de consumo (por ejemplo, EE UU y UE), o con gran capacidad de oferta de materias primas de origen primario. Lo cual quiere decir que esas economías se adaptaron y moldearon para esa circunstancia. Si el ritmo de crecimiento de China bajara, sus dos contra partes se resentirían, los países consumidores por falta de suministro y el impacto inflacionario correspondiente, y los proveedores por excesos de inventarios, y la recesión causada consecuente.

Como decíamos anteriormente, las amenazas deben ser evitadas, y las que tienen impacto negativo más fuerte y probabilidad de ocurrencia más alta, son las que deben atenderse primero y desplegar todas las herramientas al alcance, para evitar que ocurran.

Hoy, los ojos del mundo están puestos en Venezuela con un solo propósito que es el de que las elecciones sean limpias y podamos integrarnos al grupo de naciones serias, del cual salimos por voluntad propia, por la ideología y las acciones de una revolución que no nos está dejando nada bueno.

Porque inclusive los ataques y las sanciones, no son otra cosa que la respuesta de quienes han sido los blancos de los ataques desde el gobierno chavista… realmente no podíamos esperar algo distinto cuando el presidente Obama, en 2014, nos declaró como “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad interna de EEUU”, al nivel de Irán y Corea del Norte… bueno… esa está siendo la respuesta y solo un cambio de gobierno podrá hacer que lo reconsideren. Porque desde Barbados, ya, al gobierno, los gringos no le creen más …Como ellos dicen, la paciencia no es infinita, y se les acabó.

Todo indica que hoy todo se desempeñará sin problemas, y ojalá logremos, este domingo, comenzar a cambiar el rumbo…

Recomendación

Al gobierno: que revise su modelo, que haga una introspección, con miras a contribuir y ser parte del cambio que necesitamos todos. Sin mezquindades y ayudar a que el cambio pueda consolidarse.

• A la dirigencia opositora: que esté atenta al comportamiento de las masas que los apoyan y se cuiden de los infiltrados que seguramente ya están planificando acciones disruptivas.

• A la dirigencia empresarial: que monte una sala situacional de emergencia para evaluar minuto a minuto el curso de los acontecimientos y que anticipe y revise cualquier tipo de declaración; tanto el día de hoy, como, al menos, la próxima semana.