Si tuviéramos que encontrar el origen de nuestros problemas actuales habría que retrotraerse a la salida anticipada de Carlos Andrés Pérez (CAP) del poder, dejando al descubierto las profundas debilidades de nuestro sistema republicano. Dejamos claro, a quien quisiera entenderlo, que cualquiera podría tenderle una emboscada a la democracia, y que “no pasaba nada”. Pero sí pasó.
El golpe de 1992 fue considerado un golpe bueno, y a partir de allí, nuestras instituciones se volvieron una plastilina que podía tomar la forma que, los que detentaban el poder, quisieran darle. Y así se comenzó a cambiar la referencia, hasta que las instituciones dieron una vuelta de campana, y llegamos hasta aquí.
Y la prueba más clara es que medio mundo (o más de medio si lo vemos en términos de PBI o de relevancia transaccional de las monedas) no reconoce nuestra institucionalidad. Y ya no se trata de izquierdas o derechas –porque nuestro liberalismo económico no es de izquierda- sino de un juego de tronos, donde no está claro quién es el dueño de los dragones, y capaz de gritar: dracarys. A veces es el chavismo, y a veces el gobierno de Estados Unidos, los que pueden ejercer ese tipo de poder.
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“El pasado no tiene remedio”
“El pasado lo que no tiene, es remedio”, por eso lo uso solo como una referencia a partir de la cual podemos mirar hacia adelante, y a partir de una realidad concreta (nuestro PBI hoy es menos de 20% de lo que había cuando el chavismo tomó el poder), con el aprendizaje, no tanto para lo que debemos hacer, que aún no está tan claro, sino, específicamente, lo que ya, nunca más, debemos hacer o repetir.
Por ejemplo, ya sabemos (o deberíamos saber) que a los precios no hay que controlarlos porque se produce desabastecimiento y escasez, que el dólar es parte intrínseca y cultural de nuestra gente y nuestros negocios, que si se emiten muchos bolívares entonces hay inflación (así traten de contenerlos vía el encaje); también que el crédito bancario –o su falta- es muy influyente en la economía, y que la infraestructura eléctrica (o su falta como es nuestro caso) es el inhibiente más fuerte que tenemos para el crecimiento.
Y no todo lo que aprendimos es aplicable; porque en el juego de tronos, para mantenerse en el poder, están sacrificando la democracia y la alternabilidad, y como consecuencia, las democracias del mundo, que interpretan que nuestro pueblo es y quiere a la democracia, nos castigan con sanciones. Bueno…además del temor genuino que les causamos con las amistades y socios que hemos cultivado, no como consecuencia, sino como causa de las sanciones.
Para adelante, debemos seguir profundizando y consolidando los cambios en lo económico, incorporando al dólar como moneda de uso legal, y traspasando al sector privado toda aquella actividad que sea considerada empresaria –incluyendo el petróleo-, o que por sus características pudiera ser asumida por el sector privado, tales como algunos centros de salud o educativos.
Porque de esa manera sacaríamos gran parte de la economía del riesgo de sanciones, porque el sector privado no está sancionado formalmente y, además, al estar despolitizado, tiene una probabilidad más alta de hacer las cosas bien.
Lo anterior solo será posible, si se recupera la confianza (tenemos 33.000 puntos de riesgo país, y toda la deuda externa, pública y privada, en default), y eso solo se logrará regresando a la alternabilidad democrática, y así, casi milagrosamente, las cosas comenzarán a mejorar.
Estados Unidos
La nueva “lista negra” en la que nos colocó Estados Unidos fue la relacionada con los rehenes. Y termina confirmando lo que anticipamos desde estos informes, y es que la razón principal de las dos visitas de los representantes de la Casa Blanca tenían poco que ver con petróleo, sino con el rescate de los rehenes de Estados Unidos detenidos en Venezuela. Y al no lograrlo por las buenas, pues decidieron profundizar las sanciones, y abrir la puerta para que, si los familiares insisten mucho, hasta organizar misiones de rescate.
Y en cada visita, tuvieron el toque técnico con Guaidó, respetando la institucionalidad del gobierno paralelo, que para Estados Unidos es el que cuenta. Algo similar ocurrió con la visita que le hicieron a Petro en Colombia; le dijeron que respetaban si él quería reconocer a Maduro, que estaba bien para ellos, pero que en Estados Unidos seguirían reconociendo a Guaidó; y allí hubo un “mensaje a García” muy concreto que debería condicionar las intenciones originales de Petro; habrá que ver entonces el tipo de relación que finalmente deciden proponer para la relación con Venezuela.
Quienes no parecen entender estos mensajes a García, son el resto de los dirigentes opositores que siguen atacando a Guaidó más que a Maduro, sin darse cuenta que, mientras el panorama no cambie, toda la relación de la oposición con Estados Unidos seguirá pasando por el filtro Guaidó; inclusive la conformación del grupo de negociación, si es que el tema México (o dónde sea) se reactiva.
Porque las cosas no han cambiado desde las épocas de República Dominicana: la oposición no tiene nada que ofrecerle al gobierno a cambio de esas elecciones libres que parecieran ser cada vez más fantasiosas; y solo Estados Unidos pudiera ofrecer ventajas, y estas solo se desplegarían a través de Guaidó. Pero claro…luego de la experiencia fallida con los rehenes, hay que ver cómo se mueven los americanos en los otros ámbitos. La Orden Ejecutiva de Biden, marcará un nuevo “antes y después” en la relación bilateral.
Cuando hablamos de pobreza, tendemos a concentrarnos solo en la base de la pirámide, y estamos descuidando un fenómeno que está ocurriendo todos los días, que es el empobrecimiento de nuestras clases medias. La clase media puede definirse como aquella que vive de su trabajo o de un ingreso periódico que está pre negociado.
La clase media se está empobreciendo
El aumento de los precios en dólares, cualquiera sea su causa es algo que se vive a diario, mientras que los ingresos, referenciados al dólar o no, permanecen sin cambio; o si se actualizan, lo hacen en forma tardía. Por lo cual, y ante la falta de crédito, hace que la gente, para mantener el nivel de consumo, tenga que apelar a sus reservas críticas, como la venta del carro o del apartamento. Y los que no tienen ninguna de las dos, pues reducen el consumo, y el impacto se da en alimentos y medicinas. También ocurre el cambio de colegio de los hijos, y la eliminación de los seguros de asistencia médica.
Nuestra clase media se está empobreciendo, y su única posibilidad de recuperación, está en el crecimiento de la economía. Y eso será algo difícil de lograr mientras continúen las condiciones estructurales restrictivas que tenemos en este momento.
Porque esa clase media también necesitará comprar los productos en envases más pequeños, y comenzará con los “tapa amarilla” por no poder pagar lo que se llama primeras marcas. Engrosando de esta forma la base de la pirámide. En este caso, la parte de arriba de esa base, pero con las mismas características estructurales del resto de la base.
En los últimos años ha cambiado el foco económico desde lo público hacia lo privado. Hasta 2016, 95% de las importaciones las traía el sector público, mientras que ahora lo hace el sector privado.
En los últimos dos años, el privado local comenzó a probar en participar tímidamente en la economía, importando productos terminados de consumo final, y en cantidades limitadas como para comprobar cuál era en realidad el ciclo de capital de trabajo que le permitiera recuperar la inversión.
Comenzó importando cinco containers, y de a poco fue incrementando la inversión y el riesgo. Y eso se notó, y se notó tanto que se llegó a pensar que “Venezuela ya se arregló”. Pero claro, era una ilusión, porque ya todos aprendimos que sin electricidad no hay PIB… y que el PIB de un país, es la electricidad con que cuenta.
Y como en paralelo (y mi teoría es que no está vinculado con lo comercial) se mantenía una estrategia de mantener el dólar retrasado (los que miden la economía creen que debe estar por encima de 10 bolívares, y hasta 15 bolívares por dólar), entonces se incrementó la importación de productos terminados.
Y, al principio, no se importaban insumos o materias primas, pues el ciclo de recuperación –y el riesgo asociado- era más largo. Hasta que el empresario decidió que podía ganar un poco más si procesaba ciertos productos en el país, y comenzó a arriesgar un poco más; hasta lograr que los procesos industriales crecieran 10% en el último año. Dándole un poco más de profundidad a la economía.
Porque no hay que perder de vista que, más allá del valor absoluto que puede alcanzar el PIB de un país, la calidad de esos números es muy importante; y el PIB industrial es el que realmente muestra oportunidades de crecimiento sostenible, porque es el que está “sembrado” en, por ejemplo, una planta industrial.
Venezuela tiene un futuro venturoso
Venezuela tiene por delante un futuro venturoso, primero porque hemos caído tanto que el efecto “rebote” será muy grande y tomará –y está tomando- mucho tiempo. Y no hay que perder de vista que el ritmo de ese crecimiento económico está asociado a la confianza política que solo puede dar la reinstitucionalización del país.
El logro económico, dependiente de lo político, será medido por lo social; por el crecimiento de la ocupación, en las clases medias empobrecidas primero, y en los verdaderamente pobres estructurales (94% de la población según la UCAB), después.
Por cada punto del PIB que recuperemos, debemos bajar, al menos, un cuarto de punto de pobreza.
El tema de la guerra en Europa está en un proceso de reacomodo de posiciones, como preparándose, de lado y lado, para emprender una nueva etapa más fuerte, más amplia y más larga. Ucrania va recibiendo armamento con carácter más ofensivo y con mayor rango de alcance; también ha comenzado a atacar objetivos militares dentro de Rusia; y ha manifestado la voluntad de recuperar los territorios perdidos, inclusive Crimea.
Y el mundo, especialmente Europa, se va acostumbrando a la idea de ya no contar con Rusia como un proveedor de energía, y cada vez más es percibido como “el enemigo”. Y ese cambio de foco en la población, es lo que hará que la guerra continúe, hasta que el enemigo sea derrotado.
Recomendaciones
Al gobierno:
- Que organice una especie de INCE a la medida de las circunstancias, para comenzar a formar a todos aquellos que están recibiendo ayuda del estado por cualquier medio. Porque si queremos que en algún momento volvamos a crecer, además de electricidad, necesitaremos recursos humanos con formación mínima como para optar a participar como agentes económicos
A la dirigencia de la oposición:
- Que preparen escenarios alternativos a las primarias. O por lo menos complementarios. Porque en realidad, ya sea que finalmente haya elecciones o que no, el que salga elegido como candidato no será el líder de la oposición. Y hoy hace falta una figura unificadora, no solo de cara adentro del país, sino, principalmente, de cara afuera. Si bien las soluciones serán internas, sin lo externo no somos sustentables
A los dirigentes empresarios:
- Que trabajen fuertemente en el tema social con énfasis en la educación y formación de habilidades básicas para optar al mercado laboral. Soldadores, herreros, albañiles, carpinteros, entre otras tareas básicas de forma tal de prepararnos para cuando nos toque crecer. Porque eso va a ocurrir…tal vez no ahora, pero debemos comenzar a crecer nos cueste lo que nos cueste. Porque apuntar solo a mantenerse, es involucionar.
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