A una semana de las elecciones se puede decir que el avance en legitimidad de la oposición ha sido brutal y cualquier comparación con la época Guaidó es una comparación equivocada, porque son dos temas totalmente diferentes; en la época Guaidó todavía había un chavismo importante, mientras que en la actualidad de María Corina Machado ya no hay un chavismo importante sino un chavismo disminuido y residual, y un partido oficialista también disminuido y limitado.
El escenario que he venido compartiendo con ustedes según el cual la oposición estaba totalmente compactada y con un nivel de aceptación este popular gigantesco, mientras que el chavismo estaba dividido en dos grandes bloques: el bloque que he llamado los institucionales y el bloque llamado, por mí, como los radicales.
A los institucionales se les atribuye el haber facilitado la evolución del proceso opositor desde permitir las primarias, pasando por aceptar al candidato Edmundo González Urrutia, hasta permitir el tarjetón y hasta permitir el día espectacularmente pacífico y cívico del domingo 28 de julio, mientras que los radicales ponían trabas, molestaban, atacaban y encarcelaban, pero nunca frenaban; o sea era una pulseada día a día donde al final de cada día, siempre terminaban ganando los institucionales.
Hasta la tarde del 28 de julio, que es donde se radicaliza el chavismo, con un avance que no había ocurrido hasta ahora, desde octubre del año pasado del ala radical, haciéndose cargo y asumiendo el control del proceso con los primeros cortes de energía, y empieza a tomar cuerpo el fraude, y el grupo de los institucionales comienza a quedar disminuido; y no solamente disminuido sino prácticamente con riesgo de vida, se convierte en cautivo del grupo radical, que es lo que sigue ocurriendo hasta este momento.
Uno puede pensar que, dentro del chavismo, la figura del candidato a presidente y presidente en ejercicio, es una figura que hace frente al público y al resto del chavismo, pero que está prisionero y controlado por el ala radical, lo cual significa que aquellos que defienden la voluntad de no entregar el poder y sostenerlo a cualquier costo, asumieron el control de la situación.
A partir de ahí se pusieron en marcha todos los mecanismos para hacer el takeover; esa parte no fue planificada, sino que la decidieron ahí, ante la inminencia de publicar números que reflejaran la victoria opositora, porque los institucionales había venido pudiendo controlar todos estos tipos de extremismos, hasta ese momento, donde cambia todo.
Entonces, por ejemplo, el tema de las actas ya sobre la marcha era difícil de detener porque del lado de la oposición que habían tenido una organización muy importante contando con el apoyo de Súmate -creación de María Corina Machado especializados en temas de votación y electorales- más los comanditos, funcionaron de tal manera que pudieron hacerse cargo de las actas, si bien no era el objetivo principal, se convirtió en el objetivo principal, cuando se presentó esta situación del lado del gobierno, con lo cual pierde credibilidad entre la gente que sabe.
Porque no había manera de hackear un sistema que va por redes que no son de internet; entonces digamos que ahí ya se nota que hay un discurso para la tribuna y la realidad es diferente. Y había que fabricarlo todo, porque en el caso de María Corina Machado y su equipo habían logrado no solo rescatar las actas sino asegurarse de poder llegar casi al rescate de 100% de las actas, aunque solo mostraron 80%.
De dónde sale este rescate; bueno sale de los testigos de mesa bien entrenados, de los representantes del CNE en los centros de votación, y de los militares a cargo del Plan República; no digo que hayan sido todos los miembros del CNE asignados a los centros, ni que hayan sido todos los militares; pero sin la ayuda de ellos no se hubiera logrado armar el esquema que se armó, donde están todos los originales de las actas en manos de los testigos, que demuestran la victoria avasallante de la oposición.
Hay que aclarar que la habilitación de los institucionales del gobierno para que la oposición avanzara hasta ese domingo a las entre 3:00 pm y 5:00 pm (cuando es el momento en que se da vuelta la lucha interna, y los radicales toman el control) no demerita en absoluto el gigantesco esfuerzo que hizo la oposición liderada por María Corina Machado hasta el punto de poder identificar un candidato y que ese candidato funcionara y pudiera absorber prácticamente 100% de los votos que según las encuestas le correspondían a María Corina Machado.
La organización de la oposición llegó a un punto en el cual ya podían manejar la difusión de las actas de forma tal de que, lo que no daba el CNE, lo daba el portal de la oposición donde cada persona podía encontrarse a sí misma, donde había votado y todo lo demás. O sea que ese trabajo de legitimación se presentó ante el público en general y se presentó ante países y organismos internacionales, dejando constancia que el verdadero resultado era el que ellos tenían y que el resultado que podía llegar a ofrecer el gobierno no era el representativo de la voluntad popular.
Ya para el momento que estamos leyendo estas estas líneas, prácticamente no quedan ni un venezolano, ni un extranjero que no crea que los datos reales son los que presenta la oposición y que cualquier cosa que vaya a presentar el gobierno no es representativa de lo que realmente ocurrió.
Porque en paralelo el chavismo, el mismo día domingo a la noche, casi sin información porque realmente no les convenía, y la que tenían no le servía, declara, ganador a Maduro y empezando el día lunes, se proclama ante un público fabricado por gente de pensamientos progresistas que estaban dispuestos a cualquier cosa para apoyar a la continuidad del gobierno; ese día se produce la proclamación sin tener un solo respaldo. Pero para asegurar que se blindaba por todos los ángulos, Maduro se dirigió al TSJ para que convalide la proclamación.
Hay que decir que los institucionales, no así los radicales dentro del chavismo, son los que tienen el control absoluto de la institucionalidad. El CNE responde 100% al chavismo o al presidente; el TSJ también responde 100% al presidente, la Contraloría responde 100%, en la Fiscalía también es así como las Fuerzas Armadas y la Asamblea Nacional.
O sea que, pese a estar en una minoría aplastante, aún continúan sosteniendo el poder institucional que va a validar y confirmar todas las pretensiones del chavismo, “capturado” por el ala radical lo cual va a significar que asumen una posición, se atrincheran y esperan a ver qué pasa.
Los tres países influyentes en el tema político electoral de este momento son Estados Unidos, Brasil y Colombia, en ese orden de importancia y poder influencia:
- Estados Unidos que es posiblemente el país que más conoce la situación de Venezuela, porque es el que ha venido negociando y autorizando las operaciones petroleras y controlando prácticamente el comercio internacional completo de Venezuela vía las sanciones que van limitando y van convirtiéndose como en un embudo donde todo lo que pasa por ese embudo es porque Estados Unidos quiere que pase y lo que no pase. O sea que la vida interna en Venezuela está totalmente bajo el control de los Estados Unidos, quien ha venido armando y participando en los distintos acuerdos, en las distintas mesas, y en base a eso regulando la llave de paso de las sanciones vía la OFAC.
Con ese nivel de conocimiento, dentro de los siguientes tres días a las elecciones, Estados Unidos reconoció formalmente a Edmundo González Urrutia como el ganador de las elecciones, dando el primer paso para que los demás países puedan ver y alinearse
- El caso de Brasil, que se debate entre poder asumir lo que tantas veces esperó Estados Unidos que asuma, que era el liderazgo en Latinoamérica (por eso siempre se dijo que Brasil era el país del futuro y lo seguirá siendo durante mucho tiempo), reconociendo a Gonzalez Urrutia, o sostener frente al Foro de Sao Paulo del cual Lula es fundador junto con Fidel Castro, y apoyar abiertamente a Maduro.
Y Maduro es parte integrante de ese foro, de hecho, durante muchísimos años el chavismo fue la fuente de financiamiento, aunque en este momento ya no puede serlo, y por eso el foro está tan de capa caída. Pero en su momento, especialmente en la época de Chávez, el foro era prácticamente propiedad de Hugo Chávez quien lo manejaba cómo le parecía y se mezclaba con el grupo de los 77+China; o sea que ahí había un manejo de la izquierda que ya se ha ido transformando y complicando y se difuminó esa izquierda que impulsó en algún momento el chavismo para convertirse en el movimiento Woke que incluye tantos elementos que atentan contra la cultura del venezolano el tema LGTBI+, que no es parte de la cultura venezolana y le cuesta impulsar el apoyo a estos grupos. O sea que Foro de Sao Paulo podría pensarse como que está también dividido entre los tradicionales y los nuevos progres.
Con ese criterio no las encuentra que la única ancla que tiene para poder satisfacer a los Estados Unidos y no traicionar al Foro de Sao Paulo es el tema de las actas, pero en su historial sin actas también desde Brasil se convalidó la elección del 2013 donde tampoco hubo actas ni auditoría ni nada, y el gobierno se quedó en manos del chavismo, que fue el caso Capriles que hoy es parte del aprendizaje sobre lo que no se debe hacer entonces.
Lula tiene que sopesar dos platos de la balanza, uno de los cuales es ajeno a su cultura que es el del acuerdo con Biden y el otro es la profundidad de su cultura de izquierda radical y del foro de Sao Paulo.
Esta situación genera la incógnita de hacia qué lado se inclinará Lula si el chavismo presenta las actas; si las comprobará a ver si son genuinas, o hará un acto de fe en Maduro y dirá, está bien tengo que reconocerlo. Va a ser muy difícil que Lula no reconozca la victoria de Maduro con o sin actas, esto por tradición. Claro que también podría ser que en esta etapa de la historia de Brasil y de Latinoamérica, Lula tenga que jugar más como líder latinoamericano, no reconociendo al futuro gobierno de Maduro y permitiendo, como él lo dijo tantas veces, que pierda las elecciones y se vuelva a presentar cuando sea.
Pero en este momento, el chavismo en Venezuela se ha deteriorado de tal manera y ha perdido cara y credibilidad que es difícil que si entrega el poder puedan regresar al poder, porque realmente, esta situación, el daño más grande que Maduro hizo, fue a las bases del chavismo. Porque esas bases del chavismo que hoy están en la calle apoyando a María Corina Machado, tienen un rechazo visceral al chavismo, tanto así que destruyeron estatuas de Chávez y sacaron carteles de Maduro. Por lo cual se puede entender que cualquiera de las dos opciones que Lula tome va a ser igualmente válida para una estrategia de Brasil. Por sentimiento debería reconocer a Maduro y por acuerdos de legitimidad en la región debería reconocer a Edmundo. Habrá que esperar qué posición toma porque es un factor de definición para el mismo chavismo que ya se enojó y generó algunos insultos para Lula por parte de Maduro, por pedir las actas
- En el caso de Colombia, el debate también es entre la racionalidad y la ideología. La posición de Petro sigue siendo la de las actas igual que la de Brasil, pero ante el pronunciamiento contundente de los Estados Unidos reconociendo a Edmundo, lo tiene que pensar dos veces porque Colombia es un país altamente dependiente de Estados Unidos.
Entonces el cambio de postura que pueda tener va a llegar a un punto de lo si las actas están o no están; y si están, si son las que deben ser o no; hay que ver hasta dónde llega si Maduro presenta unas actas, y entonces Petro dice acepto, esas son las actas y lo reconozco o sigue la línea de los Estados Unidos, y decir, no te puedo reconocer en todo esto.
Porque hay que entender que el peso de la decisión anticipada de Estados Unidos reconociendo a Edmundo como ganador, va en la misma línea de las decisiones apresuradas y express de Maduro para ser proclamado, sin tener ninguna base demostrable o percibible como como legítima o legal
Cuando Estados Unidos dio el primer paso de reconocer a Edmundo, no puede dejarlo solamente en el reconocimiento sino que tiene que tomar decisiones complementarias para presionar, de tal manera que en los cinco meses que tenemos por delante, que siempre dijimos que iban a ser muy complicados gane quien gane, lo más probable es que empiecen a endurecerse las sanciones ya sin vuelta atrás.
Ya no hay más negociación que la entrega del poder, lo cual debería reflejarse en empezar a retirar licencias petroleras, con una escala donde alguien comentaba que sería la última licencia otorgada es la primera que se retira, y la primera licencia otorgada es la última que se retira, lo cual dejaría a Chevrón como el último que retiran.
Todo indica que es algo que va a venir muy fuerte desde el punto de la presión de las sanciones, que es la herramienta de política exterior que tiene el gobierno de Estados Unidos para lidiar con países que como Venezuela significan una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad interior de los Estados Unidos.
Las anteriores serían las sanciones institucionales; ahora, las personales implicarían colocar más gente en la lista de sancionados y presionar sobre algunas laxitudes para quedarse con bienes de la corrupción en Estados Unidos y aumentar las recompensas por las capturas o información que conduzca a la captura de gente como el propio Maduro, Los comentarios que salieron en medios de redes eran llevar la recompensa de 15 millones a 50 millones de dólares, lo cual pondría una presión extraordinaria, porque en realidad el grupo afín al chavismo, en este momento es reducido, y muy vulnerable al sálvese quien pueda.
Porque una de las referencias del escenario que decía que Maduro quiere entregar o está dispuesto a entregar, era que había algún tipo de negociación con los Estados Unidos para el grupo de gobierno, y que lo que estaría ocurriendo en este momento es asegurar que pudieran cumplirse del lado del chavismo las ideas de la entrega. Pero todo indica que el presidente, a esta fecha, es como un “prisionero” del ala radical, y que podía tener un costo muy elevado el asumir una negociación o completar las negociación o ejercer las ventajas de la negociación que implicarían el abandono del país de ese grupo, y previo reconocimiento de la victoria de Edmundo González, que es algo que uno no estaría dispuesto a dejar de lado así como se luchó hasta el último minuto el día 29 y se impuso sobre la noche y hasta el momento el ala radical no es desechable el concepto de que el ala institucional pueda reponerse y hacer algún tipo de jugada de último momento.
Porque el ala radical, además de algunos personajes muy conocidos, tiene a la Fuerza Armada en la parte de la cúpula como parte inseparable de sala radical por la cantidad de elementos que tiene para ejecutar internamente en el país; aunque se podría dudar de si esa capacidad también serviría para luchar contra un ejército extranjero o contra un grupo de mercenarios porque uno de los rumores que circulan, es que ante las dudas de qué pueda pasar con el cuerpo de la Fuerza Armada en el sentido de que 75% de la Fuerza Armada podría estar viendo con mucha simpatía y apoyo el proceso opositor, y no estarían dispuestos a reprimir de la manera que se supone que van a evolucionar estos elementos. Entonces se ha escuchado de que el grupo Wagner estaría ya presente dentro del anillo de protección y de consolidación de la decisión de sostenerse en el poder, porque es vulnerable el hecho de contar con la Fuerza Armada porque la cúpula es una cosa y la base es otra, lo cual puede dejar fuera de juego a la Fuerza Armada como un todo.
Lo que tenemos por delante es una oposición pacífica de calle y apoyada en la legalidad y la legitimidad, enfrentándose a un chavismo radical y como palabras que le atribuyen al presidente (a lo mejor no porque él lo crea así sino porque aparte del cautiverio en manos de los radicales) “vamos a quedarnos a cualquier costo” y ese “vamos a quedarnos a cualquier costo” tiene que ver inclusive con todo lo extremo que se pueda pensar, pareciéndose cada vez más a Ortega en Nicaragua; de allí que hayamos hablado de nicaragüización para definir esta nueva etapa que tenemos por delante.
Siempre he compartido con ustedes que las negociaciones para evitar un colapso nunca son efectivas ni vinculantes, porque el colapso aún no había ocurrido, mientras que después del colapso es prácticamente mandatoria la negociación para tratar de rescatar el daño que el colapso puede haber producido.
Si como es de esperar la mayoría de los países se alinean detrás de los Estados Unidos reconociendo a Edmundo González Urrutia no debemos creer que va a haber un gobierno paralelo, porque en este momento el chavismo no tiene la fuerza para sostener un equilibrio con un gobierno paralelo, sino que va a tener que aceptar y quedar en minoría. Y porque si ese mismo domingo se hubiera reconocido a González Urrutia, la institucionalidad hubiera sido sostener el resto de los poderes públicos.
Pero la situación actual donde se “inmolan” los poderes públicos, es muy probable que, junto con el reconocimiento a Edmundo, puede entrar en juego la Asamblea del 2015 que estaba teniendo un rol secundario; pero ante este esta situación de sometimiento de las instituciones al chavismo en general y a Maduro en particular, es muy posible que funcione más como borrón y cuenta nueva que como convivencia. El mismo chavismo se colocó en una situación límite de la cual no va a ser sencillo que logre salir indemne.
Política
La situación política de Venezuela está totalmente dominada por el tema electoral donde básicamente se trata no de partidos sino de personas y donde está, de un lado la dupla María Corina Machado/ Edmundo González Urrutia, y por otro lado Nicolás Maduro con su grupo de cercanía de Jorge Rodríguez.
Habría que hacer una reflexión sobre el tema de los partidos políticos, los cuales colocados en el tarjetón en realidad no tienen ninguna significación electoral, porque cualquier operación del partido que apoye a María Corina, el factor de atracción era María Corina en sí misma; y el PSUV como la agrupación referencial, está ya muy disminuida, comparado con lo que supo ser.
Y del lado de la oposición el chavismo del TSJ terminó de fraccionar todos los partidos de forma tal que ya no está claro quién es quién; o sea se ha producido un desmoronamiento del sistema de partidos lo cual le da un perfil diferente al juego político, que va a tener que empezar de borrón y cuenta nueva. Ya Acción Democrática no significa nada por la variedad de personerías jurídicas que hay, lo mismo ocurre con Copei, y lo mismo ocurre con cada uno de los partidos.
No obstante, como el sistema de partidos es la base constitucional sobre la que se apoyan los sistemas electorales nos vamos a encontrar con partidos que van a desaparecer en el sentido formal de la situación y que sus miembros van a terminar en Vente Venezuela del lado de la oposición o en el PSUV en el lado del chavismo. Porque los demás empiezan a no tener sentido; vamos a terminar en un sistema bipartidista o mejor dicho vamos a empezar una nueva etapa con un sistema bipartidista apuntando a las elecciones legislativas y de gobernadores.
Porque hay que estar claros en que al día de hoy solamente hay dos grupos con ciertos niveles de homogeneidad enfrentados que son el chavismo vía el PSUV y María Corina Machado/González Urrutia y con el partido Vente Venezuela. O algún partido nuevo que se tenga que fundar como el agrupamiento de opositores.
Cabe aclarar que las lecturas de las encuestas prácticamente hacen desaparecer a los demás partidos y el peso gigantesco de Vente Venezuela es el que seguramente va a prevalecer y va a tender a absorber a dirigentes, porque las bases ya están con María Corina. Estamos arrancando una nueva etapa de país que con más o menos violencia, va a girar alrededor de Edmundo González porque de alguna manera el chavismo se auto encerró.
Y si deciden quedarse con el poder de esta forma violenta, va a ser un poder muy vulnerable y con bajísima gobernabilidad y totalmente rodeado por la comunidad internacional. Cuando se habla de nicaragüización en realidad es una referencia con ciertos grados de abstracción, porque las espaldas políticas y de poder que tiene Daniel Ortega en Nicaragua, no las tienen Nicolás Maduro ni el chavismo en Venezuela; lo cual hace difícil que logre sostener en el tiempo el ataque brutal a poner presa gente. Y se hace poco sostenible desde el punto de la sustentabilidad de un país que perdió la democracia y la está tratando de rescatar; por eso hoy la política en Venezuela está en un franco proceso de transformación cismática, que va a dar pie a un nuevo futuro cada vez menos apegado a la inercia de lo que venía; por el auto sacrificio de la Asamblea Nacional del TSJ del CNE, de la Contraloría y de las fuerzas armadas, que como instituciones se plegaron totalmente al chavismo perdiendo la legitimidad de ser poderes independientes, y con eso inmolándose de cara a un futuro que sí tenga separación de poderes y que sí genere la confianza como para que el futuro de Venezuela cambie radicalmente.
Posiblemente la “trampa electoral” más importante que hizo el chavismo en esta elección, fue, de un solo golpe, dejar sin efecto 4 millones de votos para la oposición, impidiendo que la diáspora pudiera votar. Ese es un tipo de trampa que pasó como desapercibida porque había la confianza que con los que estamos dentro del país, ya era suficiente para producir un cambio como efectivamente ocurrió en la realidad y se niega a aceptar este el gobierno.
Hoy más que nunca la diáspora venezolana cobra relevancia por el poder de influencia que tienen en cada uno de los países, pensando que en Colombia hay 2.800.000, en Perú hay un 1.750.000, en Brasil hay 510.000, en Argentina hay 230.000, y así son grupos sociales en cada uno de sus países donde, en un lado más o en un lado menos tienen una influencia decisiva en el comportamiento de las autoridades de ese país de destino.
Porque, por ejemplo, en el caso de Argentina, la cantidad de venezolanos con un altísimo nivel reputacional positivo que tiene el venezolano, como alguien decente, honrado y trabajador. Hay que decir que hubo solamente 60 votos para el chavismo en la embajada venezolana de los 2.200 empadronados, y la presión de este grupo social sobre las decisiones de gobiernos hicieron tan evidente y mostraron con tanta claridad lo que estaba ocurriendo, que el gobierno argentino desconoció desde el primer día el resultado.
Mientras los demás gobiernos pedían por las actas, el gobierno argentino desconoció el resultado junto con otros gobiernos como el de Uruguay, el de Costa Rica, Perú y Chile, cuyos diplomáticos fueron expulsados de Venezuela, y ya eso es efectivo. Al momento de estar leyendo esto, ya no queda un solo diplomático en Venezuela de estos países; y Venezuela retiró sus diplomáticos de esos países; el caso Argentina que es el que conozco más de cerca, quedaron atrapados en la embajada y consulado venezolano en Buenos Aires, una cantidad de pasaportes y documentos que si todo funciona bien y los funcionarios administrativos locales empiezan a devolver esos documentos a los interesados van a mostrar también que este no apoyan al gobierno; porque el mandato del gobierno es perjudicar al máximo posible a todos aquellos que se opongan.
Esto último básicamente está relacionado con los seis asilados en la Embajada Argentina en Caracas que iban a quedar indefensos al salir los diplomáticos argentinos; pero se hizo un movimiento muy usual que ya había ocurrido en la época de Malvinas cuando se cortaron relaciones con Gran Bretaña, que los intereses argentinos en Londres los atendió Brasil, y los intereses ingleses en Argentina los atendió Suiza.
En el caso de la relación bilateral entre Venezuela y Argentina, hasta mi conocimiento no dejaron a ninguna delegación para que cuide los intereses venezolanos en Argentina, mientras que los argentinos dejaron a los brasileros a cargo de proteger los intereses argentinos; y entre los intereses argentinos está el de los seis asilados en la embajada.
Aquí debo hacer un insert sobre la preocupación de dejar los intereses argentinos en manos de la bipolaridad del presidente brasilero, entre su lealtad al Foro de Sao Paulo y a la izquierda radical, o los compromisos asumidos frente a Biden de ayudar a restablecimiento de la de la normalidad institucional en Venezuela.
El temor es que si gana el plato de la balanza del foro de Sao Paulo pueda no solo reconocer al gobierno de Maduro sino a su vez permitir que arresten a los asilados; mientras que si cumple con lo que debería ser, no reconocería al gobierno de Maduro y mantendría a salvo a los asilados. Se ve rara la bandera de Brasil izada en la residencia de la Embajada Argentina.
Social
Es difícil no notar el cambio cualitativo que ha sufrido la sociedad venezolana especialmente la gran masa de clase media baja, pobres, muy pobres y pobrísimos, que en su momento fueron la base de sustentabilidad del chavismo.
El chavismo, a diferencia del peronismo en Argentina que se apoyaba en las corporaciones de sindicatos; los sindicatos en Venezuela son opositores, por lo que el chavismo se basó en los pobres; por eso es que año tras año nosotros íbamos hablando de la fábrica de pobres, porque hablar del pobre era hablar de un votante chavista.
Y eso mezclado con el Síndrome de Estocolmo sociológico, apoyado en las misiones y grandes misiones, y en la presión política con perfil cubano de jefe de manzana y soplones en cada en cada barrio o en cada centro de trabajo, se llegó a armar una estructura de poder que sometió a una gran masa.
De alguna manera, y sin que haya habido un trabajo formal -que suele haberlo psicológico de rescatar a la gente que está bajo el Síndrome de Estocolmo- las circunstancias sacaron a la gente de ese síndrome y hoy entendieron que ya el chavismo no es su solución, sino que básicamente tiene que buscar la solución en otro lado y la fueron encontrando en María Corina Machado.
Lo cual significa un cambio cualitativo; y de fondo le quita sustentabilidad al chavismo que queda atrapado en una cúpula apoyada en la fuerza, y en una cierta institucionalidad que así no tenga legitimidad sí tiene legalidad, y puede hacer que alguien vaya preso. O sea que, pese a todo, no ha perdido la capacidad de ejecutar ciertas normas ahora mal usadas para perseguir opositores o para desfigurar y distorsionar una realidad política.
Porque el elemento social más importante es el rescate de la esperanza que estaba totalmente perdida hasta que la base popular la encontró en María Corina Machado quien proclamó y empuja todos los días, a Edmundo González Urrutia como el candidato a presidente y hoy presidente electo, considerando que una de las tantas trabas que se le pusieron, como fue inhabilitarla, logró ser superada y logró mantener intacto su caudal de votos y de poder político.
Y ese es el tema que no entendió el chavismo que creyó que con inhabilitarla la acababan, como podía haber sido en el pasado sin entender el fenómeno que se estaba dando en el país, de cambio social y cualitativo que llevó a que quedaran al descubierto las instituciones; que es donde la gente reconocía que, está bien, tiene la autoridad, pero no tiene la legitimidad.
Por eso es probable que en la medida que se vaya consolidando la oposición pueda haber limpiezas muy importantes por parte de toda la zona colonizada por el chavismo, y después pueda reflejarse en las instituciones la nueva realidad, no hay que perder de vista que las bases populares, en la medida que como están haciendo ahora, empiecen a ejercer este su poder de cambio y transformación. Y no van a frenarse simplemente restaurando a Edmundo González en el poder, sino van a tener una actitud y una actividad muy fuerte, contra aquellas instituciones que se inmolaron por una causa y no por la Constitución y la República.
Hoy tenemos posiblemente el nivel más alto de pobreza de toda la región y uno de los más pobres del mundo; y cuando uno piensa en la teoría económica de la base de la pirámide, la cantidad de gente que, organizada y a veces en forma espontánea como ocurrió el 28, y a la tarde del día 29- la gente salió espontáneamente; porque en realidad en esas bases en los barrios, los dirigentes que funcionaban eran los del chavismo.
Bueno, la gente salió espontáneamente a la calle y dando como mensaje general ya estamos con la nueva Venezuela y al que no lo entiende así lo va a sufrir. Entonces, el tema social tiene el peso importante de ser la masa que se va a mover para consolidar, sacar, y ajustar, siempre movidos por la esperanza de que las cosas cambien y que la atención a la pobreza vaya a ser atendida por el nuevo gobierno, siguiendo dos líneas paralelas: una atender la pobreza existente, y la otra generar las fuentes de trabajo para que la pobreza se vaya absorbiendo.
Porque no hay que perder de vista que la única manera de vencer la pobreza es con trabajo y con trabajo digno y que aporte valor a la sociedad.
Económico
El presente económico de Venezuela es muy vulnerable porque si se toma como un punto de referencia y se hace un corte sobre el producto bruto, sobre las reservas del Banco Central, sobre la sostenibilidad de los ingresos, sobre la capacidad de recibir los insumos que hacen falta para la producción de todo tipo industrial y agropecuaria, e inclusive las políticas de inversión, se nota que no son sostenibles. A menos que haya un cambio de rumbo y que ese cambio de rumbo respete el rescate la confianza de los factores económicos internacionales y nacionales.
Venezuela hoy sigue siendo altamente dependiente del petróleo pero dependiente de una producción de 800.000 diarios (se sigue cumpliendo la premisa de que en un proceso de expansión de la producción el ritmo sería de 100.000 bpd por año; el año pasado fue del orden de los 600.000 bpd o 700.000 bpd; en la actualidad está en el orden de los 800,000 con que lo pueda acercar a los 900,000 bpd.
Y ese es el ingreso que se inyecta a la sociedad vía la venta de dólares de Chevron, para pagar regalías e impuestos, y la venta de gasolina local. Pero dada la situación política se puede anticipar que ese petróleo que está sosteniendo a la economía venezolana se va a convertir en un factor crítico ante la posibilidad cierta de aumento de las sanciones y de un comienzo de eliminar las ese las licencias que se fueron otorgando.
Porque debemos estar claros en que el proceso de cambio político que está siendo frenado por el chavismo va a ser influido sin saber si va a dar resultado o no por la presión de los Estados Unidos.
A lo largo de este tiempo se dio una una especie de mito urbano comprado también por Juan González ex de la asesoría del presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca, de que las sanciones impuestas por Trump no habían dado resultado y que por consiguiente había que alivianarlas.
Sin embargo, la dolarización en Venezuela es una consecuencia directa de las sanciones; y haber llegado en el proceso político a lo que se llegó el domingo pasado con la victoria arrasadora de la oposición, también fue consecuencia la sanciones; que si no hubiera habido un Juan González de por medio negociando, vaya a saber si hubo dinero por medio o no, pero Juan González lo que hizo fue no levantar las sanciones porque no podía, pero sí jugar con elementos que le hacían perder efectividad.
Porque si las sanciones se hubieran aplicado en forma consistente y profundizándose, posiblemente hoy ya tendríamos el cambio de gobierno porque no hay que perder de vista que la estrategia en 2019 de Estados Unidos se llamó la de la “fruta madura” porque se pensaba que con tanta presión el gobierno iba a caer solo; pero en realidad, los procesos de negociación con jugadores siniestros tipo Juan González, lo que hicieron fue que no fuera ni una cosa ni la otra, y estirando los tiempos.
Cosas que podrían haber ocurrido hace un par de años, están empezando a ocurrir recién ahora; y uno de los principales responsables es este señor que les mencionaba. Por lo cual es esperar que el manejo de la herramienta sanción por parte de Estados Unidos se vaya a profundizar condicionando a nuestra propia sociedad.
La cual se ve impactada por un lado por los dólares que se inyectan a la economía, y por otro lado por empezar a profundizar la informalización de la economía que hoy en día es más del 50%: porque los economistas que normalmente hacen mediciones creíbles, hablan de que la masa monetaria en bolívares es un sexto de la masa monetaria en dólares en efectivo; lo cual significa que hay una masa gigantesca de operaciones en “negro” que son las que mantienen activa la economía, pero están fuera de medición y no responden a la política monetaria; tal vez sí a la política económica o a la estrategia del “dejar hacer” para que el dólar siga avanzando en la sociedad.
Pero lo que sí está claro es que por más estrategias contra cíclicas que se puedan llegar a diseñar desde el chavismo que retiene el poder por lo menos hasta el 10 de enero, ya sea que en el medio reconozcan no reconozcan a Edmundo González Urrutia, en este periodo se van a dar todas esas profundizaciones que van a dar este como resultado un empobrecimiento mayor.
Con la diferencia de que el chavismo pierde el argumento de que eso perjudica las bases populares y se imponen las mismas bases populares ya que hemos sufrido un poco más porque pasa a tener más peso el cambio de gobierno que o como ellos mismos dicen, una bolsa de comida en mal estado o unos bonos que nunca pasan de 3 dólares a 5 dólares.
Tenemos que prepararnos para un proceso de turbulencia económica donde el achicamiento del sistema económico venezolano es mejor hacerlo en forma ordenada y proactiva que como reacción que te puede llevar al desequilibrio de los pesos internos en cada empresa, y llevarla inclusive hasta la quiebra o el cierre.
Cada tipo de empresa hoy en día, debe estar pensando seriamente en lo que se llama el Downsizing o más aún en rightsizing. El haber cerrado las relaciones diplomáticas y consulares con este grupo de 11 países con los que había comercio, va a afectar seriamente ese comercio que era básicamente la importación para Venezuela; lo cual significa que ciertos insumos y ciertos productos van a tender a desaparecer del mercado.
El otro elemento que por lo menos esta semana, es una semana que pasó con muy bajo nivel de actividad, profundizando la recesión, que lo que va haciendo es que el núcleo de actividad económica vaya haciéndose más pequeño, y el de pobreza más grande. En el pasado según la estrategia del chavismo, el pobre la fuente de votos, mientras que hoy en día el pobre es una fuente de voto pero para la oposición.
Entonces un sentido práctico sería aumento a la actividad económica para lograr sacar gente de la pobreza; y cuando saque esa gente de la pobreza puede llegar a reconocerle al chavismo que ellos hicieron crecer la actividad. Pero en realidad, la estructura de pensamiento económico del chavismo no está vinculada a eso, sino que siguen el proceso inercial de desconexión con la realidad y con las bases de la sociedad; de trabajar para fabricar pobres lo cual en este momento se aleja totalmente del pensamiento real del pueblo, que prefiere pasar un poquito más de hambre, pero asegurarse que las cosas van a cambiar.
Porque no es que la oposición pueda prometer cosas que no cumpla, sino que hoy en día el mismo sentido común de dejar correr con un poco de libertad y menos intervención del Estado, va a lograr un restablecimiento relativamente rápido de la economía, no basado en el petróleo necesariamente, sino en lo que se llama crecimiento orgánico, que es cuando la misma sociedad va acomodando sus fuerzas para alinearlas sobre aquello que de mejor rendimiento.
Cuanto menos participe el estado en el diseño económico del futuro, será mucho mejor porque en realidad el estado lo que debe hacer es crear las condiciones para el desarrollo de la actividad privada y asegurarse que las reglas de juego son razonables. Porque la vulnerabilidad que puede tener la sociedad en estos casos de transformación, son las de los oligopolios y los monopolios que pueden llegar a distorsionar. Entonces, un peso importante del Estado seguramente va a ser contar con oficinas muy fuertes de respeto a la competencia y todo lo que eso significa.
Porque el futuro económico de Venezuela va a arrancar primero internamente con estos reacomodos en libertad, y posteriormente, en la medida que se demuestre algo que es real pero no fácilmente aceptable, que es que el chavismo no está en condiciones de seguir con el intervencionismo. La confianza del inversor extranjero estará perfectamente apoyada en un nuevo paquete de reglas que faciliten la inversión extranjera.
Lo más importante en este momento es asegurarnos que se entiende el modelo económico del futuro de no intervencionismo, no empresas del estado, no PDVSA, no empresas públicas o empresas básicas, y posiblemente la recomendación más importante sea “zapatero a tus zapatos”.
Internacional
En esta zona del mundo Venezuela se convirtió en el tema prioritario, cabeza de las noticias y porcentaje muy alto de los programas de análisis escrito hablado y televisado Lo cierto es que Venezuela desde el 2017 no tenía ese tipo de presencia mediática y ahora lo tiene con un perfil muy claramente favorable a la oposición, pero tristemente mostrando nuevamente escenas como las 2017 de niveles de represión muy altos.
Lo cual llevó en primera instancia los Estados Unidos a reconocer a Edmundo González y esperar que el resto de los países como ha sido tradicional se alinean detrás, y empiecen con el desconocimiento.
El tema de la reunión de la OEA se sabía que no era vinculante porque Venezuela no pertenece a la OEA, pero era un instrumento más de presión y reconocimiento; por eso es que causa un cierto nivel de indignación el que gente de países gobernantes como los de Colombia, México y Venezuela y Brasil no hayan dado el voto que era necesario para sacar el documento. Los argumentos que dieron no son sostenibles, y en realidad lo que muestran es que es muy posible que ellos terminen reconociendo a Maduro así no haya pruebas.
La pregunta es si Brasil puede abusar del poder que le dio Argentina sobre sus intereses; si bien hay un derecho internacional sobre cuáles serían las reglas de una representación, aquí seguimos con la duda de que en el caso de Lula prevalece su ala izquierdista radical, o aquella del sentido común acordada con Estados Unidos.
Lo cierto es que esa es una de las incógnitas importantes, porque si se decidiera a apoyar a Maduro es posible que este pueda sostenerse un tiempo más; el tema es que económicamente ya Venezuela se está convirtiendo en un país poco viable y se va a profundizar con las sanciones. Y más allá de que pueda sobrevivir un tiempo más, ya se ha hecho poco viable, y eso lo sabe la misma ala institucional del gobierno, que pareciera que aún en este momento, está a tiempo de reconocer la victoria de Edmundo González Urrutia.
Pero estamos claros también que el mensaje del chavismo en este momento, dominado por los radicales, es nos vamos a quedar a cualquier costo; y ese cualquier costo alguna parte la pagará el chavismo, pero el pueblo venezolano general es el que puede llegar a llevarse la peor parte.
Desde afuera se percibe el ataque represivo el estado venezolano a través de la guardia nacional y de los grupos de inteligencia y de policía que están actuando. Y si llegara a ser cierto, dicen que el grupo Wagner está ya en Venezuela y ha comenzado a actuar. Como en realidad el grupo Wagner tiene una presencia étnica muy visible, a diferencia de los cubanos que podían mimetizarse perfectamente con uniformes de la guardia sin hablar, en el caso del grupo Warner no va a ser posible eso porque son muy fácilmente identificables.
Los cambios en la región latinoamericana van a estar muy asociados al tema de Venezuela porque se produciría un cambio en la región que tendería a fortalecer el Mercosur y posiblemente también entrar en el acuerdo del Pacífico, dándole a Venezuela control preponderante en las economías regionales; no porque sea un país rico, porque en realidad hoy en día es un país muy pobre, sino que el proceso de reconstrucción ya va a generar actividad y se va a necesitar mucha ayuda externa.
Según Naciones Unidas no más de 10% a 13% de los venezolanos que se fueron regresarían, pero vamos a suponer que en el caso de Venezuela pueda subir un poco más; pero el regreso de estos venezolanos no va a ser suficiente para cubrir las necesidades de un país que se va a disparar económicamente.
Venezuela va a significar una bocanada de aire fresco y enriquecedor para la región; el hecho de que Venezuela se reincorpore al flujo de los negocios y si se lograra que ya no hubiera más presencia del estado en las empresas y todo fuera actividad privada, no cabe duda que el disparo de la actividad va a ser brutal y lo más importante allí es que actividad económica significa baja de pobreza y en Venezuela ese es el factor crítico de éxito: bajar la pobreza a cualquier costo.
Mientras los medios se ocupaban de Venezuela, en el caso de medio oriente seguía tensándose la situación donde Israel ya tiene definido su segundo frente que es el Líbano y terminando de presionar sobre la franja de gaza donde militarmente no va a dejar de avanzar; esta semana se cobró la vida del líder mundial de Hamás y se apunta hacia la relación entre Irán e Israel; la cual está contrapesada solamente por la presencia de los Estados Unidos a quien no le gustaría tener que entrar en guerra con Irán, pero si Irán cometiera el error de atacar directamente a Israel, la fuerza militar que EEUU tiene estacionada entre el mar rojo y el mar Mediterráneo, pueda llegar a intervenir desbalanceando totalmente la situación.
Recomendación
- Al gobierno: que mida la profundidad y alcance de su respuesta política al evento electoral, y considere los daños, algunos irreversibles, que le está produciendo a la izquierda latinoamericana, pero principalmente al chavismo. Hay que revisar en la intimidad, qué es lo que les pasó, y tomarse su tiempo para reflexionar y enmendar; y recién entonces, como dice Lula, volver a presentarse y tratar de recuperar la presidencia.
- A la dirigencia opositora: que se concentre en sostener la estrategia que está llevando a cabo, porque parece impecable; porque lo más importante es conservar la legitimidad de origen que tiene el movimiento opositor. En vez de contestar los golpes deben intentar asimilarlos y tratar de volverlos en contra del chavismo que está agrediendo con fuerza y virulencia. Dicen que retendrán el poder a cualquier costo…
- A la dirigencia empresarial: que apoye a las empresas a emprender masivamente estrategias de downsizing y rightsizing, considerando que estamos entrando profundamente en una turbulencia recesiva, que no terminará pronto. Y durará al menos 2 años, siempre y cuando la oposición pueda tomar el gobierno el 10 de enero de 2025. De otra forma, este proceso podría durar mucho más tiempo.
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