VENEZUELA

Análisis de entorno: El chavismo de calle ya no confía en promesas

por Avatar Benjamín Tripier

Esta semana que pasó se caracterizó por una cierta tranquilidad política electoral; aunque se advierte que cada una de las partes en cuestión están moviendo sus piezas, para posicionarse de cara al proceso electoral. Pero como para el proceso electoral hacen falta todavía más de dos meses, por el momento, se dedican a la búsqueda de alianzas y tratar de ganar de alguna forma al electorado que aún no tienen… ah… y tratar de fidelizar al que creen que tienen, pero no están seguros.

Para identificar cuáles son las partes que están moviendo sus piezas, se podría anticipar que hay dos grandes bloques dentro del chavismo, y dos bloques dentro de la oposición; y en esta última hay uno muy grande y gigantesco, y el otro muy pequeñito.

Desde el lado del gobierno, son dos bloques tectónicos. De un lado están quienes no quisieran entregar el poder de ninguna manera, tal como han dicho, “ni por las buenas ni por las malas”. Y el otro grupo, el cual, prácticamente, ya ha hecho una declaración política no escrita y no verbal de estar dispuestos a entregar el gobierno si se pierden las elecciones.

Esto último es así porque de otra manera, desde el poder omnímodo del chavismo dentro de Venezuela, no se hubiera permitido que, desde esa parte del gobierno, avanzara tanto la oposición, empezando por permitir las primarias, y terminando por las tres tarjetas en el tarjetón que encabeza Edmundo González Urrutia.

Desde el lado de la oposición, el súper bloque es el que encabeza María Corina Machado y que tiene como candidato sustituto de la sustituta, a Edmundo González Urrutia. Y del otro lado, los que se van reconociendo como alacranes, que funcionan como pseudo opositores y son percibidos como si el gobierno les estuviera dando aliento con el propósito de intentar dividir a la oposición, cosa que, a estas alturas no parece posible… porque la gente los conoce y saben que su valor político no es relevante.

Y lo más probable es que de esos grupúsculos que intentan dividir, al notar lo ínfimo de la aceptación popular que tienen, terminen, hasta por supervivencia, alineándose con la unidad. Lo ideal sería que para el momento de la elección ya prácticamente no quedara ningún alacrán o pseudo opositor fuera de la unidad… y sólo quedarían los ya reconocidos arreglados… los sospechosos de siempre.

Regresando al tema del gobierno, la manifestación no escrita y no verbal de permitir que avance la oposición, hasta el punto de “dejarles la pelota picando frente al arco”, de estar prácticamente dispuestos a entregar el gobierno, al no haber impedido el avance de la unidad y de la unificación opositora; es evidente que cuenta con una parte relevante del gobierno y con todo el poder institucional que son los que podrían haberlo impedido a cada paso y en cada oportunidad que tuvieron.

Mientras que la otra parte del chavismo, los que quisieran quedarse a cualquier costo, digamos que ya quedarían fuera del proceso electoral y su camino sería esencialmente disruptivo, ya sea intentando hacer algo que suspenda las elecciones o desconociendo el resultado en el caso que este se dé contrario a sus intereses.

María Corina Machado. Foto: Juan BARRETO / AFP

Político

El panorama político en Venezuela hasta el 28 de julio se caracterizará por una serie de desafíos y tensiones, especialmente en el contexto de las próximas elecciones presidenciales programadas para ese día.

Aquí se resumen los puntos clave:

Social

Es muy difícil para el trabajador venezolano llegar a juntar lo necesario para hacer frente a lo que conocemos como la canasta familiar. Había una esperanza (no muy fuerte) de que el pasado 1 de mayo hubiera habido anuncios importantes, pero no los hubo. Es evidente que entre controlar la inflación y aumentar salarios, el gobierno privilegió lo de la inflación.

Desde un punto de vista de la racionalidad económica, la decisión pareció acertada, pero en un año electoral… bueno… no tanto.

Es posible que, en un cálculo frío, la elasticidad ingreso del aumento de votos, se rigidizó, y todo les haga pensar que, aumenten o no aumenten, no iban a conseguir los votos que en el pasado hubieran conseguido.

Porque los tiempos y las circunstancias han cambiado, y, con la excepción un núcleo duro, el chavismo de calle, ya no confía en promesas… así estén soportadas por un aumento puntual de ingresos. Que la experiencia les mostró que en muy poquito tiempo volvían a estar peor que antes.

Es evidente que ni el CLAP ni los bonos, hoy pueden hacer la magia que hacían en el pasado. Cuando el que era pobre era porque no trabajaba, mientras que ahora, hemos llegado al colmo de trabajadores que son pobres.

La aspiración sería tener una mejora en la capacidad de compra, vía el aumento del salario mínimo, controlando la inflación para que rinda, y hubieran esperado una expansión del gasto por ser año electoral… y nada de eso ocurrió.

En resumen, se esperaban medidas para mejorar la capacidad de compra de los trabajadores venezolanos y, por ende, la calidad de vida de la población más vulnerable.

régimen de Maduro

Foto: @PresidencialVE

Económico

La Ley Antibloqueo en Venezuela, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente otorga al presidente Nicolás Maduro poderes extraordinarios para firmar nuevos acuerdos petroleros con empresas privadas tanto nacionales como extranjeras, con el objetivo de eludir las sanciones económicas impuestas principalmente por Estados Unidos. Esta ley busca superar los obstáculos y compensar los daños de las sanciones mediante la desaplicación de normas de rango legal o sublegal que resulten imposibles o contraproducentes para alcanzar sus objetivos.

Por otro lado, la Ley Orgánica de Hidrocarburos es un marco legal que regula la industria petrolera y gasífera en Venezuela, estableciendo las bases para la exploración, producción, transporte, almacenamiento, y comercialización de hidrocarburos. Esta ley es fundamental para la regulación y desarrollo de la industria petrolera en el país.

La cuestión de si la Ley Antibloqueo está por encima de la Ley Orgánica de Hidrocarburos se centra en la jerarquía legal y la interpretación de cómo estas leyes interactúan entre sí en el contexto de las sanciones internacionales y la gestión de la industria petrolera.

La Ley Antibloqueo ha sido vista como una herramienta para eludir las sanciones y permitir nuevas inversiones en la industria petrolera, lo que podría entrar en conflicto con las disposiciones de la Ley Orgánica de Hidrocarburos si estas últimas se interpretan como contraproducentes para alcanzar los objetivos de la Ley Antibloqueo.

Los diputados oficialistas de la Asamblea Nacional han mostrado preferencia por darle discusión y aprobación a la Ley Antibloqueo antes que optar por una reforma de la Ley Orgánica de Hidrocarburos, argumentando que el gobierno debe agotar las opciones que le ofrece la legislación aprobada por la ANC antes de modificar o proponer un nuevo marco legal petrolero para captar inversión extranjera.

En resumen, la Ley Antibloqueo, aprobada por la ANC, busca otorgar al presidente Maduro la capacidad de firmar nuevos acuerdos petroleros para eludir sanciones, lo que podría entrar en conflicto con la Ley Orgánica de Hidrocarburos si esta última se interpreta como contraproducente para alcanzar los objetivos de la Ley Antibloqueo.

La jerarquía legal y la interpretación de estas leyes en el contexto de las sanciones internacionales y la gestión de la industria petrolera son aspectos clave en la discusión sobre su interacción y la prioridad legal entre ellas.

Considerando que la interpretación de darle mayor peso a la Ley Antibloqueo, se alinea con el sentido común de los negocios de permitirle una participación más agresiva al sector privado, es posible que, en el futuro, cuando las cosas se regularicen y regresemos a un esquema jurídico más previsible y estable, se busquen mecanismos para convalidar la situación en las que se encuentran las cuatro empresas extranjeras que están operando en los límites de la Ley de Hidrocarburos, las cuales hoy se encuentran en un limbo el cual…. Si se mira positivamente es un paso hacia la modernidad; y si no… pues estaríamos en un problema de conflicto de poderes.

Claro que, cuando las cosas cambien, lo ideal sería moverse más hacia un sistema como el del Campo Dragón con Trinidad, tratando de que el estado se aleje, de una vez y para siempre de su rol de estado gerente o estado empresario, porque, a los golpes, hemos aprendido que no funciona, porque de eso no saben… de hecho, las palabras “estado” y “empresario” no deberían estar juntas en una misma frase, porque son un contrasentido.

Internacional

Las relaciones entre Venezuela y Argentina en tiempos de Javier Milei, tras su victoria en las elecciones presidenciales de Argentina, se encuentran en un punto de observación cautelosa y expectativa. Aunque los detalles específicos sobre las interacciones directas entre Milei y el gobierno venezolano no están formalmente documentadas, se pueden inferir algunas consideraciones basadas en el contexto político y económico de la región:

En resumen, las relaciones entre Venezuela y Argentina en tiempos de Javier Milei se encuentran en un punto de observación y expectativa. Aunque las políticas liberales de Milei introducen un elemento de incertidumbre, es probable que las relaciones bilaterales continúen siendo importantes para ambos países, con oportunidades para la cooperación en diversas áreas.

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