Apóyanos

116,82
132,01
84,42
96,01

Abril 25, 2025


Análisis de entorno: Ahora, la “fábrica de pobres” fabrica opositores

No hay que perder de vista que existe una "radicalización política, económica y social", derivada de un chavismo aferrado al poder, aunque con profundas divisiones internas y una creciente falta de apoyo popular, militar y de ingresos petroleros
    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

El chavismo siempre tuvo como proyecto estratégico convertir a Venezuela en un país tan pobre y patético como Cuba. Quedó grabada para la historia aquella frase de Jorge Giordani, el “zar” económico de Hugo Chávez, al reconocer que la revolución necesitaba de los pobres para garantizarse como modelo político. También lo dijo, a su modo, el gobernador Héctor Rodríguez, cuando reveló que no iban a sacar a los pobres de su situación para que saltaran la talanquera y se volvieran opositores.

De manera que no son las sanciones, ni tampoco los aranceles: desde siempre, la destrucción de la economía y la multiplicación de la pobreza, han sido consustanciales al proyecto chavista y su vocación dictatorial. Que se manifestó desembozada y abiertamente con el take over que hizo Diosdado Cabello de la revolución bolivariana en la tarde del 28J, y que profundizó hasta acabar con cualquier duda, a partir del 10 de enero.

Que la estrategia del chavismo, local y latinoamericano, especialmente el chavismo argentino que ellos llaman kirchnerismo, es mantener aceitada la fábrica de pobres, porque, según ellos, son necesarios para su esquema de poder. En Venezuela, la fábrica, sigue funcionando como en sus mejores tiempos, aunque con el problema de que ahora los pobres sí se volvieron opositores sin necesidad de dejar de ser pobres (Giordani y Rodiguez dixit).

Esta ecuación se les dio vuelta y ahora la “fábrica de pobres” fabrica opositores, y ya, ellos no pueden detenerla, porque la única manera de que se frene y retrotraiga la pobreza es con el cambio de gobierno que se niegan a transitar.

En el ámbito político, en la Encuesta Cati Meganalisis Verdad Venezuela, levantada hasta finales de marzo de 2025, que circuló esta semana, mientras 73,9% de los venezolanos confía en María Corina Machado, y en Edmundo Gonzales Urrutia 52,9%, solo 6,4% confía en Manuel Rosales, y 5,6% lo hace en Henrique Capriles, quienes a su vez mantienen un nivel de rechazo de 74,8% y 77,9%, respectivamente.

Lo anterior muestra con claridad que estas declaraciones altisonantes de estos dos “opositores”, de llamar a votar, sabiendo que nadie los sigue, no son otra cosa que el apoyo que, por alguna siniestra razón, le prestan al chavismo salvaje post 28 de julio. Bueno, ellos sabrán porque lo hacen, porque en realidad se están inmolando por una causa perdida.

Maduro decreto de emergencia económica

Maduro aseguró que Venezuela será «el primer país del mundo» que superará los aranceles. Foto: EFE/ Prensa Palacio de Miraflores

Del lado del chavismo, en la misma encuesta, Nicolás Maduro tiene un de rechazo de 88,1%, y solo 9,5% de aceptación. Los otros chavistas con mayores niveles de rechazo son Jorge Rodríguez con 90,2%, Diosdado Cabello con 91,3% y Delcy Rodríguez con el mayor de todos los rechazos, con 91,7%.

Esto refleja un deseo palpable de cambio y un desgaste del modelo actual. Sin embargo, como bien sabemos, la voluntad popular expresada en las elecciones y reafirmada en las encuestas sucesivas post 28 de julio, aun no pudieron traducirse en un cambio político inmediato. Porque se trata de un gobierno de facto que no entregará el poder por las buenas sino que lo hará solo como resultado de una presión intensa que debe hacer que les resulte mejor irse, que quedarse.

En ese mismo sentido, la encuesta también plantea una pregunta crucial: «¿Cree usted que el 28 de julio y sus resultados, ya son parte del pasado y el país debe pasar esa página para seguir adelante?». 84,5% respondió que no debe quedar en el pasado, y solo 10,4% respondió que sí, lo cual sugiere una tensión en la sociedad que esta vez no dará vuelta la página y no cederá hasta que el chavismo haya abandonado el poder.

Así ese 10,4% esté apoyado por grupos de represión que ya no son solo militares (cuya gran mayoría quisiera que el chavismo salga) sino por grupos de mercenarios como el ELN, sicarios del cartel de Sinaloa, Hezbolá, repatriados del tren de Aragua y la guardia pretoriana presidencial del grupo Wagner, más algunos cubanos que principalmente buscan mejorar sus vidas y usar Venezuela como trampolín a para algún lugar donde se viva mejor que en Cuba y que en Venezuela. Triste decirlo, pero más triste es que sea verdad.

Porque lo que se convierte en un atractivo para que nadie quiera pasar la página son las propuestas de María Corina Machado de privatización total, protección a la inversión, derecho de propiedad, licitaciones e incentivos fiscales, marcando una clara distancia del modelo asistencialista que he criticado tanto desde hace años. Porque es la única manera de reinsertar a Venezuela en el escenario económico mundial, además de ser un paso fundamental para la recuperación económica que he venido proponiendo.

No hay que perder de vista que existe una «radicalización política, económica y social», derivada de un chavismo aferrado al poder, aunque con profundas divisiones internas y una creciente falta de apoyo popular, militar y de ingresos petroleros., lo cual genera el riesgo de que cualquier intento de forzar una transición pueda derivar en violencia.

En el plano económico la situación sigue siendo precaria, y el informe del IIESUCAB de abril de 2025 liberado esta semana, nos recuerda la fragilidad de las finanzas públicas y la posibilidad de que recurran al financiamiento monetario del gasto público ante la caída significativa del negocio petrolero como consecuencia de las sanciones estadounidenses y la salida de Chevron.

Con una caída en la producción petrolera promedio que dejará la producción en alrededor de 500 mil bpd o menos. Este escenario, como he advertido, perpetúa la inflación y dificulta la expansión del consumo interno, afectando la actividad económica, cercana a la recesión.

Y ante la falta de dólares, se prevé un aumento en el uso del bolívar como moneda de transacción, con el consecuente riesgo de emisión inorgánica e incremento de la inflación, que podría cerrar el año con una inflación muy superior a 200% que habíamos anticipado hace una semana. Cuanto más se revisan los escenarios políticos, más empeoran los números económicos.

Si bien está claro que después del colapso que lleve a la salida del gobierno todo tenderá a mejorar, antes deberemos “descender a los infiernos” para poder comenzar el camino, esta vez sin retorno, al bienestar y la prosperidad. Porque cualquier intento de cambio estratégico en este momento se va a chocar con una realidad que ya no admite reformas parciales ni paños tibios, sino solo salidas heroicas que nos permitan, recién entonces, emprender la diversificación económica y la reforma del sector petrolero que he propuesto.

Bajo crisis cualquier decisión estratégica tenderá a ser equivocada. Porque la prioridad bajo crisis, es salir de la crisis. Y eso es todo.

Estados Unidos

Un avión de Venezolana Conviasa Airlines que transporta a inmigrantes venezolanos deportados de la Estación Naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo llega al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, Venezuela, el 20 de febrero de 2025. Foto: Pedro MATTEY/ AFP

La misma encuesta refuerza nuestras conclusiones previas de que 85% de los venezolanos cree que está bien que hayan deportado a Guantánamo y El Salvador a los venezolanos del tren de Aragua, y no creen que los estadounidenses se hayan equivocado al hacerlo.

Los estadounidenses son reconocidos por contar con una justicia muy superior a la que pudiéramos tener como referencia en Venezuela (ver los más de 1.000 presos políticos, muchos de los cuales figuran como desaparecidos), y allá solo “son eximidos” de esa justicia los invasores externos como las “brisas bolivarianas” que lanzó el chavismo por Latinoamérica y por Estados Unidos.

¿De dónde salieron? Pues al menos 40.000 salieron de Tocorón, de la mano de Iris Valera, y, al menos 200.000 fueron terroristas islámicos a los que, vía Tareck el Aissami, les entregaron pasaportes venezolanos.

Y a esa gente, cuando mediante información de inteligencia es capturada, no la juzga la justicia normal ni se les aplican derechos humanos, así como tampoco se les aplica la convención de Ginebra para prisioneros de guerra, sino que son procesados en forma sumaria, y dentro de poco, en vez de deportarlos, hasta se les podría aplicar la pena de muerte, como a cualquier terrorista extranjero actuando en suelo norteamericano.

Lo ideal sería que no nos los manden de regreso a Venezuela, porque pasan a ser parte de las fuerzas de represión.

Internamente la lectura general que surge de la mencionada encuesta nos muestra que la población masivamente ya no confía en el chavismo a quien considera responsable de todos los males que estamos sufriendo, y específicamente apuntan a la persona de Maduro.

Revisando los últimos datos sobre la coyuntura venezolana, y el informe del IIESUCAB de abril de 2025, Venezuela necesita una transformación profunda donde la transparencia y rendición de cuentas en la gestión de los recursos del Estado y su impacto real en la economía sean prioritarios. Con un marco legal claro, una administración eficiente y una economía dinámica que genere riqueza, apoyada en la actividad privada, quedando el estado como un árbitro no invasivo que asegure reglas de juego atractivas para la inversión.

Porque más allá de comenzar a andar el camino del equilibrio fiscal y la sobriedad monetaria y cambiaria, hay que tratar de partir de un balance sano con una deuda externa renegociada, con unas reservas reconstruidas vía un equivalente venezolano del Plan Marshall europeo, y con una cartera de inversiones privadas que, con sus Gantt de ejecución, le den un horizonte cierto a los proyectos eléctricos y petroleros, a la construcción de carreteras y puentes, de desarrollos ferroviarios, de rescate de la actividad agrícola, pecuaria y pesquera, así como en la construcción y reactivación de plantas industriales generadoras de empleo, y de bienestar sólido y sustentable para la Venezuela grande que construiremos hacia el futuro.

La información que nos brinda el IIESUCAB es un punto de partida. Sin embargo, la ruta hacia una Venezuela próspera requiere una visión estratégica integral, coherente y, sobre todo, una ejecución impecable, alejada de la improvisación y la opacidad, que es lo que tenemos ahora. ¡Un futuro próspero es posible, pero requiere planificación, transparencia y un compromiso firme con el cambio!

En resumen, el entorno venezolano se caracteriza por una fuerte aspiración de cambio político y económico, evidenciada en la alta popularidad de figuras opositoras y la presentación de propuestas concretas en escenarios internacionales. No obstante, persisten riesgos significativos derivados de la radicalización política, la fragilidad económica acentuada por las sanciones, y desafíos sociales que complican la situación tanto dentro como fuera del país.

Como he insistido, Venezuela necesita una visión estratégica clara y un plan de acción coherente para transitar desde el asistencialismo hacia un modelo de mercado productivo. Las propuestas económicas presentadas por María Corina son un paso en la dirección correcta, pero su implementación exitosa dependerá de un cambio profundo en el modelo político e institucional; así como de la capacidad para generar confianza a nivel nacional e internacional. La tarea no es sencilla, pero es imperativa para construir el futuro próspero que todos anhelamos.

Revisando la actividad internacional de Donald Trump surge con claridad su intención de producir la mayor cantidad de cambios posibles dentro de la ventana de tiempo de los primeros 90 días de gobierno, donde, según el “librito del gobernante pragmático” debe pasar todas las medidas antipáticas posibles. Y lo que no pueda lograr en ese tiempo, pues intentará de a poco ir haciéndolo en forma más suave, o simplemente abandonará su intento, según cada caso.

O sea que para finales de este mes de abril ya debe estar claro si Israel va a la guerra con Irán, si Rusia se mantiene como el enemigo formal de Estados Unidos, si Estados Unidos se queda en la OTAN, si se armonizan los aranceles con China, y cuáles son los países con los que se mantendrá la presión tarifaria, con un mensaje claro de que EEUU los quiere debilitar porque así le funciona para sus intereses.

De todos modos, ya mostró a todo el mundo que tiene una capacidad de daño impresionante sin aún haber usado en realidad su fuerza sino solo amenazas y medidas que aún no surten efectos. Queda claro entonces, que el nivel de destrucción que puede causar en gigantesco; así que atentos a lo que hacen y a lo que dicen.

Seguramente mantendrá una espada de Damocles en las cabezas de los gobiernos que no le respondan favorablemente, logrando que sus empresas se muevan en el sentido que Trump quiera que se muevan. Porque, si bien el comercio mundial es esencialmente privado, las reglas de juego las ponen los gobiernos de los países a los que esas empresas pertenecen. Privados sí, pero no tanto.

Los afectados a corto plazo seguramente serán los colombianos por los dichos de Gustavo Petro en la Celac, los chinos por haber decidido que seguirán hasta el final con la guerra de tarifas, los iraníes por el tema nuclear, y los venezolanos con el chavismo; porque ya se vio que la estrategia clara es que se vayan del poder y que María Corina Machado se haga cargo del negocio. Y todo indica que van a lograr cumplir con sus objetivos… porque tienen con qué hacerlos cumplir.

El presidente de Colombia Gustavo Petro, saluda a su llegada este miércoles a la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Tegucigalpa (Honduras). Foto: EFE/ Bienvenido Velasco

Recomendación

• Al gobierno: que no pierda de vista que si piensa sustituir ingresos externos por ingresos tributarios y emisión inorgánica, que piense que las dos medidas son contraproducentes en este momento de crisis y que más bien debería hacer todo lo contrario, y liberar al dólar como moneda de curso legal, y tratar de que vuelva a ser el gran equilibrador de la economía. Y que se sostenga en la restricción de créditos en bolívares, que mantenga altos niveles de encaje, y que restrinja la emisión inorgánica, pero que permita la compensación bancaria en dólares y que los créditos también sean en dólares. Porque los dólares que no entren por el petróleo, seguramente saldrán del “colchón” o de los “activos externos” de los venezolanos.

A la dirigencia opositora: que comiencen a compartir con la sociedad venezolana los rasgos importantes del plan de gobierno de Edmundo González y María Corina Machado, de forma tal de consolidar los niveles de confianza en la sociedad que entusiasmen y generen tranquilidad y esperanza para el momento que se acerca cada vez más, en el que haya que salir a la calle a exigir que se vayan y que entreguen el poder como debieron haberlo hecho el 10 de enero pasado.

A la dirigencia empresarial: que se cuiden de las medidas de excepción porque van a afectar primero a los que el gobierno tiene más cerca, que vienen a ser los “enchufados” a los que ellos conocen muy bien. Luego vendrán los demás, así que créanme cuando les digo que hay que desempolvar las estrategias defensivas para documentar y sostener la propiedad de lo que les vayan a quitar, y a cuidar el patrimonio sin prestar mucha atención al capital de trabajo porque ese puede reconstruirse, mientras que cuando se pierde el patrimonio… Los que se inmolaron por el proceso se van a arrepentir, porque ya no pueden despegarse.

 

Noticias Relacionadas

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional