El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, reiteró el miércoles su apoyo al diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela, pero considera poco probable que el mandatario renuncie a poderes clave.
Durante un foro sobre el estado de la democracia en América Latina, organizado por la Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas (ASCOA), Almagro señaló que el gobierno de Maduro «jugó mucho con el cansancio de la comunidad internacional», con lo cual las expectativas de las conversaciones actuales en México son menores que las de hace unos años.
«Y estas negociaciones, que de verdad espero que terminen bien, son más un proyecto de normalización de algo que de lograr una democracia plena en el país», opinó el diplomático uruguayo, un crítico de Maduro desde que asumió en la OEA en 2015.
Almagro consideró posible alcanzar esas «aspiraciones reducidas» con miras a superar la crisis política en el país suramericano, pero estimó que eso no supondrá un cambio radical.
«Eso no significa que el régimen cederá su propio poder, o cederá la forma en que controla las cuentas del Estado o cederá instituciones que son clave para sostener su forma de operar», afirmó.
Según Almagro, «algunas de las cosas se cambiarán un poco para que se vean más presentables ahora». Pero no cabe esperar que «los responsables de crímenes de lesa humanidad sean debidamente juzgados en Venezuela».
«No veo que eso salga como resultado de estas negociaciones», señaló.
«Lograr cuanto más se pueda»
Sin embargo, instó a que el diálogo avance porque es crucial encontrar «soluciones para el pueblo venezolano»-
«Esperemos lo mejor y pongamos nuestro mejor esfuerzo para impulsarlo tan rápido como podamos, porque la gente está sufriendo de una manera muy dramática», dijo.
Y subrayó que cuando se pierde la democracia también se pierden los derechos civiles y políticos, los derechos sociales, económicos y culturales, y «eso es demasiado doloroso para la gente».
Tampoco fue optimista sobre el fin de la migración venezolana si las conversaciones prosperan.
«Puede que nos encontremos con la mayor crisis humanitaria de la historia del hemisferio después de la época colonial. Y luego la mayor crisis migratoria, y eso no se revertirá», dijo sobre Venezuela.
«Mi preocupación es que la gente no tenga adónde ir», agregó. Y con tono sombrío apunto: «Lo hemos visto con los cubanos no hace mucho tiempo».
Aun así, Almagro llamó a «lograr cuanto más se pueda» en las negociaciones.
El gobierno de Maduro, reelegido hace tres años hasta 2025 en controvertidos comicios, y la Plataforma Unitaria de Venezuela, que agrupa a la oposición, iniciaron a mediados de agosto conversaciones en Ciudad de México para poner fin a la aguda crisis política y económica del país, según un memorando de entendimiento.
Venezuela, gobernada por Maduro desde 2013, vive una debacle social y económica que, según la última actualización de la ONU, ha forzado en los últimos años la salida del país de 6 millones de personas.
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