Alex Saab finalmente ha sido extraditado: el sábado 16 de octubre abordó el avión que lo llevó desde Cabo Verde hacia los Estados Unidos. El Tribunal Constitucional del país africano comprobó la legalidad del proceso que se le seguía al empresario colombiano luego de su detención el año pasado.
El proceso dio al traste con los esfuerzos del gobierno de Nicolás Maduro para que su “agente antibloqueo” fuese excarcelado.
Los argumentos de la defensa quedaron pulverizados y ahora Saab enfrentará el esperado proceso ante la justicia estadounidense, que lo acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.
El magnate colombiano podría decidir colaborar con las autoridades para reducir una condena que alcanzaría los 20 años de prisión. Podría ayudar a desmantelar la extensa red de negocios vinculados con la construcción de viviendas prefabricadas, la importación de alimentos de mala calidad y con sobreprecio, la venta de oro y la importación de gasolina.
La estrategia de los abogados de Alex Saab
Saab había hecho una escala en el aeropuerto internacional Amílcar Cabral de la isla de Sal el 12 de junio de 2020 para repostar combustible cuando la policía lo capturó, en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de la Interpol.
La justicia de Cabo Verde autorizó en agosto del año pasado la extradición, pero el audaz exjuez Baltasar Garzón, jefe del equipo de abogados de Saab, centró su estrategia en dilatar el proceso. Recurrieron a la apelación e introdujeron ante las instituciones caboverdianas una gran cantidad de recursos legales disponibles.
El propio Saab, su defensa y las autoridades gobierno de Venezuela acusaron a Jorge Carlos Fonseca, presidente de Cabo Verde, y a la justicia independiente de ese país, de subordinarse a supuestos intereses políticos de Estados Unidos para ejercer mayor presión sobre Maduro y forzar su salida del poder.
Los abogados alegaron hasta el final que el empresario colombiano gozaba de inmunidad diplomática y que, por lo tanto, el arresto y todo el proceso era inconstitucional. Pero no tuvieron éxito, tampoco lo tuvo la campaña descomunal, nacional e internacional, del gobierno chavista para exigir su excarcelación y limpiar su imagen.
El gobierno venezolano habría pagado a influenciadores para que tuitearan y compartieran contenidos que tuvieran un impacto en en la opinión pública que favoreciera a Saab. De un momento a otro, en algunas de calles de las Caracas se vieron afiches y grafitis de un hombre que muy poca gente conocía. También organizaron supuestas protestas y un concierto en el que le pagaron a los asistentes con una bolsa de comida.
La extradición es legal
El Tribunal Constitucional confirmó la legalidad del proceso el 7 de septiembre de 2021, en una sentencia de 194 páginas. Reconoció la constitucionalidad de las actuaciones del Tribunal de Apelaciones de Barlavento y del Tribunal Supremo de Justicia, que autorizaron en 2020 y en marzo de este año la entrega de Saab a Estados Unidos.
En otras palabras: se terminó de allanar el camino para la extradición.
Luego de que se confirmó que no hubo ninguna ilegalidad, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020 y jefe de la delegación chavista en las negociaciones con la oposición que se desarrollaban en México, informó la pretensión de incluir a Saab en esas conversaciones.
“Queremos informar a la opinión pública la decisión de incorporar al diplomático venezolano Alex Saab como miembro pleno de esta delegación, de la delegación del gobierno bolivariano”, comunicó Rodríguez en una declaración en la Asamblea Nacional.
Luego de que Saab abordó el avión que lo llevó a Estados Unidos, el gobierno chavista suspendió su participación en la negociación.
Venezolano y diplomático, de repente
El colombiano, en una entrevista que concedió a la agencia EFE en meses pasados, afirmado que su detención tiene una motivación totalmente política y consideró “patético” que el gobierno de Cabo Verde se haya “arrodillado” ante Estados Unidos.
Aseguró también que no colaborará con la justicia estadounidense.
Nunca en Venezuela se comunicó sobre el papel de supuesto diplomático que cumplía Saab. Jamás desde el alto gobierno lo habían mencionado. Ni siquiera Maduro. Hasta que Jorge Arreaza, quien en ese entonces ocupaba el cargo de canciller, publicó un comunicado, varias horas después del arresto de Saab en Cabo Verde, para asegurar que se trataba de un ciudadano venezolano y que, además, era un supuesto agente del gobierno nacional.
Aseguró asimismo que Saab estaba en tránsito en Cabo Verde para continuar su trayecto con el objetivo de, según, gestionar la obtención de alimentos, medicamentos, insumos médicos y otros bienes de carácter humanitario para atender la pandemia de covid-19.
El gobierno venezolano aseguró que el colombiano fue nombrado como su enviado especial en abril de 2018.
Alex Saab prefería pasar desapercibido y llevar una vida lejos de la opinión pública, pero esa intimidad se le acabó cuando comenzaron a salir a la luz las investigaciones que lo involucran con presuntas irregularidades en los contratos que durante años logró con el chavismo, incluso cuando supuestamente se desempeñaba como funcionario.
Una de las últimas apariciones públicas que tuvo fue en 2011.
Había asistido al Palacio de Miraflores para firmar un contrato para la construcción de casas prefabricadas en Venezuela, en representación legal del Fondo Global de Construcción. Esa compañía recibió entre 2012 y 2013 al menos 159 millones de dólares para ese proyecto, pero solo entregó materiales equivalentes a 3 millones de dólares, de acuerdo con una investigación de Armando.Info.
Desde entonces la suerte acompañó a Saab, y más cuando las políticas erradas de Maduro provocaron la implosión de la crisis económica. Se incrementó la pobreza y el hambre.
Los venezolanos hacían interminables colas, durante horas, para conseguir alimentos. Así el colombiano consiguió en 2016 otra jugosa oportunidad de incrementar sus ingresos: importar miles de toneladas de alimentos que serían distribuidas a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, recién creados en ese momento.
Armando.Info, un medio de investigación que durante años le ha seguido los pasos a Saab, publicó en 2017 que la compañía Group Grand Limited, registrada en Hong Kong, tenía el control de las importaciones de comida, de dudosa calidad y con sobreprecio.
El “gran salvador” de la revolución
Saab siempre negó vínculos con el chavismo y llegó a asegurar que no tenía relación con el gobierno. Eso quedó desmentido con el tiempo, y más con su detención y la campaña que se hizo desde Venezuela para presentarlo ante el mundo como un “salvador” en medio de las sanciones estadounidenses establecidas a Venezuela.
Se desconoce la cifra exacta de cuánto dinero llegó a recibir Saab de los contratos en Venezuela.
La Asamblea Nacional electa en 2015 dijo en 2018 que las mafias de importación en las que aparece Saab defraudaron al país al menos 5.000 millones de dólares solo por los sobreprecios y amplios márgenes de ganancias obtenidos de los alimentos distribuidos a través del programa subsidiado de alimentación.
Saab entró en cualquier rendija en donde había una oportunidad y mucho dinero. Hizo negocios con Irán, Rusia y Turquía con el oro, el petróleo y hasta importó gasolina cuando el país registraba cifras críticas de escasez. Esos gobiernos forman parte de la corta lista de países que exigen su liberación, siguiendo la línea establecida por Maduro.
Una investigación de Armando.Info reveló que un grupo de diputados a la Asamblea Nacional electa en 2015 liderado por Luis Parra viajó en 2019 en secreto a Europa en defensa de los negocios de Saab. La gira incluía jurisdicciones en las que empresas relacionadas a Saab y sus socios eran investigadas, como Bulgaria o Liechtenstein. Los otros parlamentarios habrían sido Conrado Pérez, Richard Arteaga, José Brito y Adolfo Superlano.
Con información clasificada
Una carta que Arreaza le envió a Saab reveló que el empresario maneja información clasificada sobre Venezuela. En el texto, fechado el 1 de julio de 2020, el funcionario chavista le advirtió de un proceso penal en su contra o sanciones si no mantiene el secreto durante el proceso de extradición.
“Está usted en posesión de información concerniente a la seguridad y defensa de la nación considerada ‘clasificada’. Tenemos razones bien fundadas para estimar que, en caso de ser extraditado a Estados Unidos, usted será presionado por cualquier método, legítimo o no, para la revelación de dicha información, lo que supondría un gran riesgo para nuestro país”, dice la misiva.
El documento formó parte de una moción que la defensa del empresario presentó ante el Tribunal de Florida, Estados Unidos. Arreaza también le recordó a Saab que está sujeto a las leyes venezolanas y que tiene la obligación de mantener los más altos niveles de secreto, confidencialidad y de lealtad.
En otra misiva, con fecha del 1 de abril de 2020, dos meses antes de la detención, el canciller chavista solicitó a Saab realizar las gestiones orientadas a garantizar la procura humanitaria de insumos de gran necesidad para el país luego de la llegada de la pandemia a Venezuela.
“Adicionalmente a las habituales gestiones para la procura de alimentos y medicinas, en esta oportunidad se le recomienda la negociación con las organizaciones correspondientes de la República Islámica de Irán, con cuyas autoridades se han sostenido esperanzadoras conversaciones en este sentido”, agregó.
El periodista Joshua Goodman, de la agencia de noticias Associated Press, publicó una carta que Maduro envió al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei. El oficialista pide ayuda para que Saab obtuviera un envío urgente de 5 millones de barriles de gasolina luego de varios despachos anteriores.
“Excelentísimo líder, acudo a usted a través del portador de esta carta para invocar su intervención a fin de garantizar un nuevo envío urgente de 5 millones de barriles de gasolina para este mes corriente. La llegada de los buques de gasolina iraní ha significado un hito histórico en nuestras relaciones bilaterales y selló decididamente el amor del pueblo venezolano por Irán. De igual manera, solicito su valioso apoyo para concretar el envío mensual y periódico de gasolina a Venezuela durante un año”, escribió.
La carta tiene la fecha de 11 de junio de 2020, un día antes del arresto de Saab en Cabo Verde. Supuestamente, y según asegura la defensa, el colombiano llevaba consigo esta carta, pero las autoridades policiales no la tomaron en cuenta.
Alex Saab: quejas y más quejas
El Tribunal de Apelaciones de Barlavento autorizó mediante una sentencia judicial el 21 de enero el arresto domiciliario del empresario. Pero antes y aún después de ese beneficio, denunció que lo torturaban para obligarlo a firmar la extradición voluntaria y para que declarara en contra de Maduro y su familia.
“A pesar de las torturas, de haberme cortado más de 26 veces los brazos y dado más de 200 golpes por todo el cuerpo, de prohibirme el simple derecho de tener un bolígrafo, jamás firmaré una extradición basada en mentiras y mucho menos una declaración falsa en la que hable sobre el presidente Maduro y su familia”, dijo Saab a El Tiempo.
Tanto la Procuraduría General de la República de Cabo Verde como el Departamento de Estado de Estados Unidos negaron que el protegido de Maduro sufriera agresiones. Y las autoridades caboverdianas advirtieron que Saab se automutilaba.
La defensa mantiene que su cliente presenta una condición de cáncer en el estómago.
“Estoy vigilado por 50 guardias armados, mis abogados son registrados cuando vienen y cuando se van, mis frascos de medicamentos son vaciados, incluso cuando son nuevos y están cerrados. Si salgo al jardín, la policía sigue todos mis movimientos con drones. No se me permite el acceso a internet y si quiero hablar con mi familia debo hacerlo con un teléfono suministrado y vigilado por la policía. Cabo Verde se niega a dejarme acceder a los médicos especialistas de mi elección, incluso a costa mía. Con tantos guardias armados a mi alrededor estoy muy estresado. El juego de la tortura psicológica, iniciado en la cárcel, continúa bajo este falso arresto domiciliario”, aseguró.
En junio pasado, denunció que seguía sufriendo tratos crueles y alertó que si lo extraditaban a Estados Unidos recibiría un peor trato.
Saab, ¿testaferro de Maduro?
Luisa Ortega Díaz, exfiscal general de la República, aseguró en 2017 que Saab es el presunto testaferro de Maduro. Esa afirmación la hizo desde Colombia, después de haberse distanciado del chavismo y sin mostrar pruebas públicamente.
La exfiscal dijo en ese entonces que las investigaciones que había adelantado en el Ministerio Público hacían presumir que Maduro era el dueño de Group Gran Limited, aunque en los documentos Saab y su socio Álvaro Pulido figuraban como propietarios.
Gerardo Reyes, director del equipo de investigación de la cadena Univisión en Estados Unidos, dijo a El Nacional que entrevistó a Ortega Díaz para su libro libro Alex Saab: la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, pero la exfuncionaria no le presentó pruebas.
“Cuando estaba en Venezuela no movió mucho del tema, pero salió a decir que ella sí sabía bastante y lo bautizó como el testaferro de Maduro. Cuando la entrevisté para que me entregara pruebas de que era el testaferro de Maduro nunca me las entregó, a pesar de que fue ella quien acuñó ese término”, manifestó Reyes.
Saab, en conversación con la agencia EFE, afirmó que Ortega Díaz hacía afirmaciones sin fundamentos.