Durante al menos dos horas, el lujoso avión Learjet, de matrícula venezolana, en el que el colombiano Alex Saab llegó a Cabo Verde, el viernes 12 de junio, le sirvió de prisión. Autoridades locales estaban advertidas por el FBI de que Argelia le acababa de negar el aterrizaje y de que iba a ese país insular por combustible para saltar a Irán. Y les pidieron retenerlo mientras llegaba la circular roja de Interpol.
La DEA ya le había tendido un operativo similar. Pero Saab, considerado el gran testaferro de Nicolás Maduro y el guardián de los secretos del saqueo a Venezuela, se les esfumó. Por eso, esta vez pidieron que un juez local firmara la orden de captura, mientras Saab esperaba en la aeronave.
«Hay evidencia de los nexos corruptos del señor Saab con el régimen. Gente del Departamento de Justicia ya viajó a sustentar la solicitud de envío. No es una captura con fines políticos, como están argumentando para dejarlo libre», dijo una fuente federal.
Para Estados Unidos, el colombiano es la ruta para llegar a las fortunas ocultas de Maduro y su séquito, a los movimientos de oro y dólares del régimen y a los acuerdos con Turquía, Rusia e Irán. A este último país, Saab iba a liberar un barco con gasolina y a canjear oro por comida.
Pero también se le señala de ser el poder corruptor para torcer opositores, infiltrar blancos y espiar para Maduro.
En los próximos meses, a las acusaciones contra Saab en cortes de Nueva York y Miami, por lavado y corrupción, se van a adicionar los nombres de 10 colombianos que, para Estados Unidos, son parte del engranaje con el que movió millones de dólares del régimen por Suiza, Emiratos Árabes, Francia, Bélgica, Italia, Turquía, Irán y hasta Rusia.
El entramado societario
Parte del dinero está en cuentas bancarias, pero también invertidos en lujosos bienes como el apartamento en el bulevar Saint Germain, de París; y otro más en la Via dei Condotti, una zona de lujo de Roma. Este ya se le incautó a su pareja, la modelo Camila Fabbri, quien movió fondos en un fideicomiso británico y en una empresa en Dubái. También se le tiene localizada una mansión en Estambul, yates, cinco aviones privados, obras de arte y los bienes en Colombia. Nadie sabe a cuánto asciende su fortuna y qué es realmente de él.
Estados Unidos lo liga con una docena de empresas, entre ellas Group Grand Limited, domiciliada en Hong Kong, clave en su red global corrupta. También con Asasi Food FZE, en Emiratos Árabes; Mulberry, en Turquía; y Sun Properties LLC, en Estados Unidos.
«El proceso está sellado y los nombres se oficializarán pronto», dijo un investigador, y aseguró que el día de la captura Saab había enviado uno de sus aviones Bombardier a Cabo Verde, solo con los pilotos, para despistar. Y que es falso que Estados Unidos enviara tropas a Cabo Verde.
El trámite de extradición del barranquillero, de 47 años de edad, se puede extender varias semanas y más con la presión venezolana, cuyo régimen decidió darle estatus diplomático –graduándolo de agente del gobierno bolivariano– y ciudadanía, dos movidas con las que terminó por admitir la importancia de Saab.
Pero la DEA y el FBI ya tienen ubicados nuevos objetivos judiciales para poner fin al imperio del Saab: se llaman Germán Rubio Salas, el colombiano que cambió de identidad (por la de Álvaro Pulido) y que se convirtió en su gran socio. Además, el supuesto hijo de Rubio, Emmanuel Rubio González; y Shadi Saab, el primogénito de Alex Saab.
Bélgica, otra clave
Hace poco, Álvaro Pulido estuvo en República Dominicana y según fuentes federales, una allegada reactivó en Bogotá la vieja firma con la que Saab hizo su entrada triunfal a Venezuela, en 2011: el Fondo Global de Construcción SAS.
Esa fue la empresa con la que firmó el polémico convenio con Hugo Chávez que quedó grabado en video y en cuyas imágenes aparece el expresidente Juan Manuel Santos.
Santos le aclaró a EL TIEMPO que desconocía quién era Saab y que luego lo mandó a investigar dentro de un proceso en alianza con el FBI, la DEA, la Fiscalía de Colombia y la Policía Fiscal y Aduanera.
Dentro de esa alianza, la Unidad contra las Finanzas Criminales, entonces en cabeza del fiscal Andrés Jiménez, lideró la indagación y le advirtió a los federales que el Fondo Global cambió de piel.
EL TIEMPO accedió a bases de datos y estableció que la firma mutó de actividad: se llama ahora Expel Management SAS (dedicada al transporte terrestre, con permiso del Ministerio de Transporte, de 2015). Además, que entró en liquidación pero la resucitaron en noviembre de 2019, y está ligada a Vram Holding.
Saab renunció a la representación de la firma en 2012, y asumió la gerencia Adriana Martínez, ahora dueña, quien también está mencionada en las indagaciones.
Y hay otra firma en el organigrama: Group Grand Limited, registrada en 2013 en Hong Kong y luego en México que, según la fiscal venezolana Luisa Ortega, movía el negocio de las cajas Clap y era de Maduro y de Saab y de sus socios Álvaro Pulido y Rodolfo Reyes.
Emporio criminal
En 2017, EL TIEMPO reveló la presencia en la firma del excónsul colombiano Jaime Betancourt. «Es una más de las empresas que han proveído, de manera legal, apegadas a las leyes de contratación y con total transparencia, servicios y productos a la República Bolivariana de Venezuela», le dijo entonces a este diario.
Pero en registros de Hong Kong figura el hijo de Saab, Shadi Nain Saab Certaín, como director hasta el 24 de febrero de 2017.
El dato más fresco sobre la empresa lo obtuvo el diario colombiano: el año pasado, un domicilio del excónsul fue inspeccionado por solicitud de Bélgica tras establecer que Group Grand Limited intentaba negociar 200 millones de dólares en bonos de Pdvsa, la petrolera venezolana en el mercado bursátil europeo.
«La Fiscalía estuvo en la inspección e investiga a esa y a otras firmas. Se llevaron documentos y facturas para aclarar el origen y destino de la plata», dijo una fuente.
«La captura de Saab es el desmoronamiento de un emporio criminal que permitirá develar y llevar a la cárcel a quienes por casi 10 años estuvieron operando en la sombra para el régimen de Maduro a través de esta fachada», dijo el general Juan Carlos Buitrago, quien lideró esta investigación desde la Polfa.
¿En qué va la extradición de Álex Saab?
Mientras que el Tribunal de Apelaciones de Barlovento, Cabo Verde, confirmó el viernes la legalidad de la detención preventiva de Alex Saab, en ese país insular africano se abrió un debate sobre la viabilidad de extraditar al barranquillero a Estados Unidos.
En efecto, José Manuel Pinto, abogado del señalado testaferro de Nicolás Maduro, aseguró que el arresto de su cliente tiene motivaciones políticas y que la Constitución de Cabo Verde es clara en que una extradición no se puede avalar si su fundamento es político.
«Está claro que Cabo Verde eligió un bando», dijo el abogado al referirse a que su país ya negó tácitamente la petición de Venezuela de que Saab sea enviado a su territorio. En todo caso, la Fiscalía de Cabo Verde reiteró que el Estado requirente tiene 18 días para formalizar su pedido de extradición y que ese plazo se puede legalmente ampliar por otros 40 días.