VENEZUELA

En cuarentena al menos 72 veces las universidades fueron atacadas por el hampa

por El Nacional El Nacional

Desde que el gobierno de facto de Maduro declaró la medida de aislamiento social por el covid-19 el 16 de marzo, hasta el 30 de abril, Aula Abierta ha registrado, al menos, 72 incidentes de inseguridad en siete universidades venezolanas.

La Universidad del Zulia (LUZ) es la más asediada por el hampa con 31 casos registrados por Aula Abierta, seguida por la Universidad de Oriente con 21 incidentes contabilizados.

Las universidades públicas son víctimas del hampa constantemente y han sufrido diversos ataques como hurtos de equipos, materiales de oficina y cableado eléctrico. Los casos más recientes indican que la delincuencia ha adoptado la modalidad de desvalijar  aulas y baños, además, agrede al personal de seguridad.

Durante la cuarentena, Aula Abierta, autoridades universitarias, asociaciones de profesores y el movimiento estudiantil realizaron constantes reportes y denuncias de incidentes de seguridad dentro de los campus universitarios y aún no hay apoyo de las autoridades para asegurar los recintos.

Existe un incremento elevado de hurtos, Aula Abierta ha contabilizado que en el primer trimestre del año ocurrieron 14 actos vandálicos, mientras que el último trimestre del 2019 cerró con al menos 6; ahora, en medio de una cuarentena en el que las instituciones permanecen despobladas, la delincuencia arrasa.

Este desvalijamiento deja a las universidades vulnerables, la asfixia presupuestaria que sufren no les permite reponer de manera inmediata los equipos hurtados, que van desde remas de papel y aires acondicionados hasta cosechas y reses como es el caso de la Universidad del Zulia (LUZ): el 8 de abril desaparecieron 73 reses de la Hacienda La Esperanza ubicada en el kilómetro 104 de la carretera Villa del Rosario-Machiques de Perijá, entre los animales estaban “toros y vacas de alta genética”, informó la Facultad de Agronomía de LUZ.

LUZ en penumbras

El director de Seguridad Integral de LUZ, Andry Sánchez, informó en entrevista a Aula Abierta que los hurtos trajeron como consecuencia el daño irreparable al servicio eléctrico dentro del campus universitario y, un año después, el núcleo de Ciencias aún permanece totalmente afectado.

“Actualmente el servicio de seguridad dentro de la Universidad del Zulia se encuentra disminuido en un alto porcentaje. En la actualidad las incidencias más comunes son el hurto de materiales estratégicos que ha afectado el sistema eléctrico del campus universitario desde marzo del año 2018”, destacó Sánchez.

Es importante señalar, que solo en una ocasión se ha evitado un hurto, el 31 de marzo, delincuentes intentaron llevarse equipos del galpón de Ingeniería Mecánica. El centro de estudiantes de dicha facultad informó en su cuenta de Instagram: “DSI detecta a tres sujetos cerca del galpón de Ingeniería Mecánica en el Núcleo técnico. Luego de avisar a las autoridades policiales se logró detener a los sujetos. Fue encontrado un compresor y otros equipos robados. Afortunadamente el evento quedó frustrado y se resguardaron los bienes”.

Sin embargo, en abril el vandalismo ha ido ingresando a cada rincón de la universidad, incluyendo el núcleo Punto Fijo. Algunos estudiantes han expresado su preocupación por el daño como  la presidenta del movimiento estudiantil Sí Universitaria 2020, María Elena Parra, manifestó lo siguiente: “es de suma preocupación que cuando todo esto pase, volvamos a nuestros recintos y no tengamos los espacios operativos para reanudar nuestro periodo académico”.

A su vez, la líder estudiantil y miembro de Aula Abierta ha denunciado los hechos en la Facultad de Veterinaria e Ingeniería, donde se perdieron computadoras, aires acondicionados, tuberías de cobre, DVR de cámaras, un UPS, un refrigerador del laboratorio de operaciones unitarias de la escuela de Ingeniería en Petróleo y otro en la sede del Postgrado de Ingeniería.

También, la decana de la Facultad Experimental de Ciencias de LUZ, Beatriz González, denunció a Aula Abierta que entre el 3 y el 11 de abril fue hurtado el cableado eléctrico en la biblioteca, los edificios de Biología, depósito de reactivos, los módulos de los departamentos de Física y Química y las instalaciones donde se imparten clases del Módulo Programas Especiales de la Facultad de Ciencias (Computación y Antropología) y, además, fueron desvalijados más de 5 laboratorios de la escuela de Biología.

El 21 de abril ocurrió un ataque simultáneo en LUZ

Según dirigentes estudiantiles de la Universidad del Zulia, el martes 21 de abril se produjo un hurto en 8 cubículos en la Escuela de Ingeniería en Petróleo, así como la oficina principal que accede al área de cubículos y los laboratorios de polímeros.

Asimismo, se produjeron robos en la escuela de Ingeniería Química, el laboratorio de fisicoquímica, la biblioteca y la puerta principal del Centro de Estudios de Corrosión de Ingeniería fue violentada.

Al siguiente día, se efectuó otro hurto de grandes equipos como aires de 5 toneladas y fotocopiadoras en las escuela de Química y Petróleo.

La ULA no se queda atrás con los incidentes

A finales de marzo solo se contabilizaron tres robos en las universidades, pero para abril aumentó el número. El segundo trimestre del año inició con hurtos perpetrados en la Facultad de Medicina, oficina de admisión estudiantil, complejo deportivo del núcleo universitario “Pedro Rincón Gutiérrez, la Hechicera”, cafetín del núcleo Táchira y Facultad de Arquitectura, en este último se desarrollaron tres sustracciones en el laboratorio del Tren Electromagnético (proyecto de la facultad de Ciencias) y la finca experimental lechera “Santa Rosa” de la facultad de Ciencias Forestales y Ambientales.

Además, se conoció que los vigilantes llamaron a los números que disponen de la policía, el cuadrante y el 171 para realizar la denuncia del hecho, pero no obtuvieron respuesta.

La UDO es otra víctima

El pasado 11 de abril, en horas de la noche se efectuaron robos en la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, departamento Socio Humanísticos y laboratorios de la Universidad de Oriente (UDO). Según denuncias de dirigentes estudiantiles al medio digital El Periódico Monagas en el incidente fueron sustraídos material de oficina, impresoras, pantallas de proyección, video beam, computadoras, discos duros y tarjetas de memoria.

En relación al núcleo Anzoátegui, los hurtos ocurrieron en las oficinas de consultoría jurídica, delegación de personal, coordinación administrativa y la biblioteca central, a su vez en departamentos de eléctrica, parte del decanato y el comedor.

En días posteriores siguieron ocurriendo otros incidentes de seguridad, lo que llevó a que la Asociación Venezuela de Rectores Universitarios (AVERU) emitiera un comunicado pronunciándose al respecto.

Por otra parte, el dirigente estudiantil de la UDO, Javier Cisneros denunció para Aula Abierta que los incidentes de inseguridad tienen una repercusión que trasciende el hurto de materiales en sí mismo, pues considera que esta situación generará un impacto negativo en la motivación de los estudiantes a continuar sus estudios cuando culmine el periodo de cuarentena.

“Esto (los incidentes) van más allá, cuando el estudiante se reincorpore a clases desmoralizarlo de una manera de que no pueda seguir estudiando porque la tienen agarrada con la universidad y esto es un punto para la deserción estudiantil porque es un impacto que genera”.

Otras universidades sin seguridad

Otras universidades también han sido afectadas. La Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), ubicada en la ciudad de Maturín, se unió a la lista de víctimas el 6 de abril, cuando fueron violentadas ventanas, puertas y paredes para hurtar aires acondicionados, equipos de computación y materiales de oficina; mientras que en otro lado del país, en la Universidad de Carabobo (UC) se cometió el mismo hecho en la oficina de la Dirección de Asuntos Estudiantiles.

El Secretario de la UC, Pablo Aure, denunció a través de Twitter el suceso y manifestó su preocupación por las consecuencias que tendrá este incidente: “no podremos reiniciar actividades en mucho tiempo”.

Por su parte, en la Universidad Central de Venezuela el 6 de abril de 2020, cinco sujetos armados robaron las instalaciones del Instituto de Medicina Tropical, a parte golpearon y amordazaron al personal de seguridad.

Tres días siguientes, sujetos entraron  a las oficinas y laboratorio de Química, en el núcleo de Ingeniería, en Cagua, estado Aragua donde experimentaron con los reactivos del laboratorio, así lo reseñó en su cuenta de Twitter VivalaUCV.

Igualmente, el 21 de abril, la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV), así como la representación Estudiantil ante el Consejo Universitario y la Dirección de Deportes constataron el daño físico ocasionado en la cancha de fútbol de los espacios deportivos de Sierra Maestra, pues el engramado se encontraba despegado.

La FCU-UCV rechazó a este tipo de actuaciones y aseguró que el daño no podría ser solucionado a causa de la asfixia presupuestaria inducida por el Estado hacia las universidades públicas.

“Para darle solución inmediata se requiere de pega especial para grama en las áreas despejadas, para así evitar su continuo deterioro, pero por los momentos no se cuenta con el material ni con el presupuesto para la compra de dicha pega. Rechazamos contundentemente este tipo de actos vandálicos que solo destruyen los espacios de nuestra universidad”, manifestó la FCU-UCV a través de un comunicado.

Sin embargo, en días posteriores, 28 y 29 de abril, delincuentes volvieron a ingresar a la UCV, esta vez dejaron sin cerraduras y cableado a la escuela de Enfermería (ubicada en Sebucan), asimismo, desvalijaron los aires acondicionados de la Facultad de Agronomía en Maracay.

En el “Informe preliminar sobre inseguridad en el recinto universitario: Un reto para la libertad académica, la autonomía universitaria y el derecho a una educación de calidad”, Aula Abierta alertó sobre al menos 51 incidentes de inseguridad que se produjeron dentro de los recintos universitarios de las principales universidades públicas del país en el 2018, cifra que fue superada en tan solo un mes en el 2020.