La delegación que representa a Nicolás Maduro en las negociaciones con representantes de Juan Guaidó habría aceptado celebrar nuevas elecciones presidenciales en el período máximo de un año.
La oferta de Estados Unidos y los representantes de Guaidó fue aceptada por el régimen socialista en mayo, durante los primeros acercamientos entre ambos bandos políticos, y reiterada a principios de agosto, poco antes de que Maduro se retirara de la mesa en Barbados, revelaron cuatro fuentes al diario The Washington Post.
«El gobierno aceptó oficialmente ir a las elecciones, pero a cambio de levantar las sanciones y que Maduro se quedara. Estados Unidos no quiere eso. Seguiremos negociando y luego discutiremos si Maduro se queda o no”, dijo uno de los informantes sobre las negociaciones.
Condiciones
La delegación que representa a Maduro habría solicitado explícitamente que la Casa Blanca levantara todas las sanciones contra el régimen antes de aceptar oficialmente medirse en unos futuros comicios presidenciales.
Además condicionaron que Maduro permaneciera en el poder hasta que se celebraran dichas elecciones, las cuales debían ser en entre nueve y 12 meses. Sin embargo, Estados Unidos negó esta posibilidad y, en cambio, ofreció garantías de seguridad y exilio para el dirigente socialista.
«Ahora estamos negociando, con la mediación de Noruega, garantías, garantías respaldadas internacionalmente», indicó Guaidó en entrevista al referido medio estadounidense, quien destacó que el régimen impide que se llegue a un acuerdo.
Desde que comenzaron las conversaciones entre ambos bandos en Barbados, Diosdado Cabello ha manifestado su rechazo por la celebración de unas nuevas elecciones presidenciales y ha instado, contrariamente, a adelantar las parlamentarias para principios de 2020.
No obstante, observadores creen que su postura es mucho más frágil de lo que aparenta ser, pero las rencillas con los funcionarios que representan a Maduro indican que podría ser más difícil que este acepte llegar a un acuerdo en las negociaciones.
«No sabes quién habla por el régimen. Padrino López dice una cosa, Diosdado Cabello dice otra y luego Maduro dice otra. Es obvio que no están unidos. ¿Eso hace que la transición sea más difícil o más fácil? Esa es la gran pregunta”, aseveró el presidente encargado.
Entretanto, algunos creen que salir de Maduro es lo de menos y que lo más complicado en las negociaciones es permear en las filas oficialistas: en los dirigentes que lo han acompañado en los últimos seis años de mandato.