El gobierno de Venezuela afina los últimos detalles de una operación inédita con la que espera retrasar el derretimiento de su último glaciar, ubicado en el estado andino de Mérida, informó este miércoles el Ministerio de Ecosocialismo (Medioambiente).
El plan es desplegar «mantos geotextiles» en los alrededores del glaciar -ubicado en el Pico Humboldt, a 4.942 metros sobre el nivel del mar-, «en las zonas donde hay debilitamiento de la capa de hielo, que es la que sufre en este momento un nivel de derretimiento superior», dice una nota de prensa del Ejecutivo.
Para completar esta tarea, el gobierno ha activado un equipo multidisciplinario que incluye a pilotos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que ya hicieron un sobrevuelo por el área y cuentan con una aeronave ajustada para estas tareas.
«Durante el sobrevuelo se evaluó la dimensión del glaciar y, tal como se ha anunciado desde el mes de diciembre, sufre un retroceso, es decir, atraviesa un proceso de derretimiento», prosigue la nota.
El Ejecutivo explicó que la tarea, que consideran «bastante delicada», se ha pospuesto hasta tanto las condiciones meteorológicas sean favorables.
«Hemos llegado a superar los 30 grados de temperatura aquí en la meseta de la ciudad. Esas son temperaturas que jamás se habían registrado y están afectando fuertemente toda la Sierra Nevada. Ese recalentamiento está generando una presión superior sobre el glaciar», dijo, citado en el escrito, el comandante de la zona militar de Mérida, Rubén Belzares.
Señaló que, entre diciembre y febrero, hubo una reducción del 2% del glaciar, un «ritmo acelerado» de derretimiento que, de mantenerse, «prácticamente a final del año» extinguiría por completo este asentamiento de hielo.
Por su parte, el gobernador de Mérida, Jehyson Guzmán, indicó que se prohibirá todo tipo de quema y tala en este sistema montañoso, así como el paso de los escaladores sobre el área con zapatos de púas.
Dijo que hoy se instaló un primer campamento, donde estará parte de un equipo de 26 personas listas para, en el momento en que las condiciones climáticas lo permitan, desplegar la manta de 80 kilómetros con la que buscan «evitar la incidencia de los rayos solares directos» y generar un microclima en el que «los procesos de derretimiento son retrasados».