Durante el gobierno de Nicolás Maduro se ha profundizado la hegemonía comunicacional y se ha implementado una política sistemática para cercar y limitar la libertad de expresión en Venezuela. Así lo advirtió el periodista e investigador Andrés Cañizalez, durante su intervención en el foro «Desafíos de la libertad de prensa» realizado este jueves.
En el evento, organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello y la Embajada de Francia en Venezuela, Cañizalez recordó que un punto de inflexión en materia de las comunicaciones en el país fue el cierre del canal RCTV hace 15 años.
«Era el medio más grande del país y tenía mayor penetración popular, alrededor de 50% de la población. Otro punto de inflexión fue la venta de Globovisión, aquello ocurrió producto no de una decisión voluntaria de los dueños sino de una estrategia que se desarrolló para obligarlos a vender», destacó.
El Instituto Prensa y Sociedad Venezuela (IPYS) registró que en el país se han dejado de imprimir 104 periódicos, una situación que afectó principalmente a los adultos mayores.
«En 10 estados, prácticamente la mitad del país, no circula ningún periódico. Mientras que 180 emisoras de radio fueron cerradas en una década, según la organización Espacio Público», agregó Cañizalez.
Aymara Lorenzo, miembro de la junta directiva de IPYS, precisó que solo 20 medios de comunicación circulaban en 14 entidades en abril de 2021.
En cuanto a los medios digitales, resaltó que se han visto afectados por el bloqueo debido a su línea investigativa. «Conatel y otras instancias del Estado han dirigido acciones desproporcionadas contra espacios informativos y de opinión», dijo.
«La libertad de prensa se enfrenta al miedo, al hostigamiento y a la censura en Venezuela. El miedo es ocasionado por los ataques físicos y asesinatos de tres periodistas ocurridos entre 2021 y los que va de 2022», señaló Lorenzo.
Por su parte, la periodista Vanessa Davies destacó que es importante lograr que la discusión sobre las violaciones de la libertad de expresión sean llevadas a la sociedad.
«Si la sociedad no entiende la libertad de prensa como un derecho tan perentorio como respirar se queda en una discusión académica», manifestó.
Davies agregó: «La convivencia y la comunicación también están en emergencia humanitaria compleja».