Activistas y defensores ambientales rechazaron la pretensión de Nicolás Maduro de establecer en El Ávila la primera ciudad comunal del país.
Durante un acto con comuneros en el sector Galipán, Maduro afirmó que, una vez aprobada la Ley de Ciudades Comunales, constituirá la ciudad comunal en El Ávila, declarado parque nacional en 1958 para proteger su fauna y flora.
“Constituiré en el Waraira Repano la primera ciudad comunal del país, la primera ciudad comunal de la historia de Venezuela. Aquí mismo, en el Waraira Repano”, expresó el jefe del oficialismo.
Para el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), el planteamiento de Maduro solo traerá más destrucción en El Ávila y recordó que está protegido desde 1958 por la Ley de Parques Nacionales.
“El Ávila es un parque nacional. El Ávila es un pulmón para Caracas. El Ávila es un patrimonio natural de Venezuela (…) No permitamos un ecocidio en El Ávila”, subrayó la ONG.
Mientras que Lexys Rendón, coordinadora del Laboratorio de Paz, considera que la Ley de Ciudades Comunales requiere de un proceso amplio de consulta. “El Ávila es un parque y reservorio que necesita cuidarse y salvaguardarse. Mantenerlo sano, protegido y equilibrado es fundamental. Una ciudad comunal pueden construirla en cualquier otro lado”, manifestó.
Catalina Ramos, coordinadora nacional de AsoCiudadanas, opinó: “Además del obvio rechazo por la propuesta referida a El Ávila, pregunto: ¿esas ciudades comunales estarán incluidas en el reparto acordado de noviembre o es una cuenta que llevan aparte?”.
Y el Observatorio de Ecología Política de Venezuela advirtió en una nota publicada en su web que El Ávila ya estaba siendo afectado por actividades ilegales promovidas por las autoridades como el uso de bicicletas, la promoción de carreras o las deforestaciones.
“Sin duda esto constituye un ataque frontal a la montaña, una guerra declarada a la protección del principal espacio verde de los caraqueños y que nos advierte que ni los parques nacionales están a salvo de la depredación extractivista”, subrayó la organización.
“Pero además, si esto es tan cerca en Caracas y en una montaña tan querida y defendida por los ciudadanos ¿qué queda para los demás espacios, protegidos o no, que no tienen tanto arraigo en el sentimiento popular?”, concluyó.