La Academia Nacional de Medicina expresó este martes su preocupación por la inclusión de la segunda vacuna rusa, EpiVacCorona, en el plan de inmunización contra el covid-19.
En un comunicado publicado en su página web, la institución advirtió que se sabe todavía muy poco sobre la EpiVacCorona, un producto, subrayó, “biológico ‘mínimalista’ que se basa en tres pequeños segmentos (péptidos) de la proteína S de la espiga, que los investigadores rusos piensan que serán suficientes para conferir protección contra el covid-19”.
La academia recordó que la base de datos de la Organización Mundial de la Salud describe a la EpiVacCorona como un producto en una fase 1-2 con un total de tan solo 100 voluntarios humanos.
“La base de datos de la OMS indica que la fase 3, que es necesaria para determinar si el producto es verdaderamente eficaz, se realizaría entre noviembre 2020 y septiembre 2021, con la participación de tan solo 3.000 voluntarios”, explicó la institución.
Insistió en que hay preocupación por el uso de esta vacuna tanto por su diseño científico como por la ausencia de pruebas clínicas adecuadas.
“Una vacuna ‘minimalista’ podría no inducir una respuesta inmunológica lo suficientemente fuerte o duradera como para conferir protección, sobre todo contra las variantes del virus. Más aún, todavía no existe ninguna evidencia de eficacia protectora y el número de voluntarios podría no ser suficiente para detectar posibles efectos adversos”, dijo la academia, que concluyó su comunicado ofreciendo, nuevamente, su asesoría científica para la selección de vacunas cuya eficacia ya haya sido demostrada.