Entre 2009 y 2015, en la Pdvsa que dirigía Rafael Ramírez. Se firmaron más de 1.500 millones de dólares en licitaciones que ya se dan por fraudulentas, según reseñó la periodista Isabel Vega del diario ABC de España.
El medio español tuvo acceso a una serie de documentos que revelan la mecánica con la que se perpetró un saqueo de la mayor empresa pública de Venezuela: empresas que se repiten entre los aspirantes, que resultan ser del mismo dueño y que se van presentando o retirando a discreción; plazos de presentación de ofertas que se alargan en el último momento sin que todos los llamados a participar sean informados. Compras con sobreprecio de hasta 270%.
Así, hasta 2.092 millones de dólares (unos 1.720 millones de euros) en contratos públicos.
Los documentos mencionan nombres como Roberto Rincón y Abraham Sheira, que fueron condenados en Texas, Estados Unidos, por conseguir adjudicaciones a base de sobornos. Ambos se declararon culpables, lo que puso en punto de mira a decenas de personas vinculadas a estos negocios, algunos de ellos residenciados posteriormente en España.
En total, fueron 2.562 contratos, en los que el sobreprecio llega en algunos casos a 270% respecto al importe previsto.
Compras de Pdvsa
La clave de todo estaba en Bariven, empresa que aunque cambió de nombre. Era la central de compras internacional de Pdvsa. En el papel, la compañía se encargaba de adquirir todo lo necesario para la logística en la producción de petróleo, pero en la práctica asumía compras de otras ramas del Estado, incluyendo comida. Todo a petición del entonces presidente Hugo Chávez.
Entre las irregularidades detectadas en esta empresa, está que se vulneraban los plazos previstos para favorecer a unas empresas sobre otras, tal y como consta en los documentos revisados por ABC.
Por ejemplo, una de las empresa de Rincón, Ovar Industrial, superó en un mes todo el entramado burocrático para obtener una orden de compra de más de 251 millones de dólares. Empresas como Siemens, y la estadounidense Solar Turbines Inc. se tardaron un año en pasar por trámites similares, y por montos mucho menores.
En noviembre de 2011 se convocó a más de 20 empresas porque Pdvsa necesitaba comprar generadores a vapor. 16 de las compañías presuntamente no respondieron al llamado, y de las cuatro restantes tres eran del mismo dueño. Ganó Riable Process & Instruments, de Rincón, que realizó una compra de más de 100 millones de dólares con 58% de sobreprecio.
Riable es una de las empresas con mayor porcentaje de sobreprecio registrado: 270%. Por un generador valorado en 2,71 millones de dólares, los venezolanos terminaron pagando 7,95 millones de dinero público.
Ramírez al tanto
El medio español asegura que era imposible que Ramírez desconociera la situación. El control cambiario del país exigía que las compras que pasaban de cierta cantidad de dinero fueran aprobadas por la junta directiva de Pdvsa, y luego por la presidencia de Chávez.
Se autorizaron adjudicaciones de más de 300 millones de dólares en contratos con empresas de Rincón y Sheira, según los documentos vistos por ABC.
Ramírez se encuentra hoy día exiliado en Europa.
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