Este 26 de julio, Día del Abuelo, pensionados y jubilados venezolanos manifestaron en la plaza de la Moneda en Caracas para expresar su malestar por el exiguo pago que reciben por sus años de servicio.
Perciben pensión de 130 bolívares, equivalentes a menos de 5 dólares al cambio oficial del Banco Central de Venezuela, mientras la canasta básica rondó en junio los 511 dólares, de acuerdo con estimaciones de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
El medio TVV recorrió la capital en busca de testimonios de personas que padecen esa situación y compartió la reseña a través de su cuenta de Twitter.
130 bolívares de pensión no alcanzan para nada
Luisa León, licenciada en Enfermería con dos maestrías, señaló que el Ministerio de Salud la jubiló recientemente sin que se le reconocieran sus años de trabajo en el Instituto Nacional de los Seguros Sociales.
«Tengo que hacer milagros. Estirar, estirar, estirar. Si no fuera por mi hija, que vive fuera de Venezuela porque no pudo trabajar en su país donde la formé, cómo sería la vida nuestra», expresó León.
Añadió que compañeras han recurrido a otras actividades económicas para sobrevivir.
Carmen García, también jubilada, denunció que la pensión no alcanza para absolutamente nada. Indicó que padece de obstrucción en las venas y para acceder a la salud pública debe madrugar y conseguir cupo para una consulta.
«Con la pensión, con la jubilación tengo que hacerme exámenes, comprar medicinas. Compro comida o compro medicinas. Ahorita tengo problemas con las arterias, tengo que hacerme un contraste. Ya he ido como cinco veces al Ministerio de Salud para que me suministren el contraste porque eso es muy caro. Pero supuestamente me lo van a dar», manifestó García.
La periodista Vanessa García recopiló un par de testimonios de jubilados que compartió en su cuenta en Twitter.
Rosa Pino, jubilada con 35 años de servicio en la Clínica Santa Ana, pidió al Estado que se ponga al día con lo que les deben (incluidos los bonos del Sistema Patria) y que aumenten la pensión.
«Esos 130 bolívares no sirven para nada, no alcanza para nada. Los hijos me ayudan porque me cuidan. De tantos años que uno trabajó en un servicio para estar ganando esta miseria, no es justo», dijo.
Rubén Laya, que trabajó como electromecánico en el Hospital Domingo Luciani por más de 32 años, aseguró que tiene un año como jubilado. Señaló que el monto que recibe es insuficiente.
«Eso prácticamente es sal y agua. Uno se ayuda con otras cosas, otros trabajitos que uno hace por ahí. O me ayudan por ahí en cualquier otra cosa. Yo pensé que mi vejez iba a ser digna, como me lo merezco luego de trabajar tantos años para el sector público. Y mire como nos están pagando (…) nos quitaron el 100% de nuestro derecho y nuestros beneficios que logramos», dijo.