90% de los hospitales venezolanos solicita por lo menos un insumo a los pacientes para poder operarlos, independientemente de si es una emergencia o no. Así lo reveló el reporte semianual 2023 de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), elaborado por la organización Médicos por la Salud.
El estudio, realizado en hospitales tipo III y IV del país, señaló que para el período enero – septiembre 2023 el índice de desabastecimiento de quirófanos, calculado en base a 9 insumos indispensables, fue de 74%. Esto representa un incremento de 3% en la escasez en comparación con el mismo período del año anterior.
«Este 74% de desabastecimiento, aplica a todos los tipo de cirugías, tanto para las electivas como para los pacientes que deben ser intervenidos de manera urgente», indicó el informe.
La lencería, sábanas de las camillas y la ropa especial de pacientes y personal médico, y el material descartable son los insumos con mayor desabastecimiento en los quirófanos. 70% de los hospitales reportan no tenerlo de manera regular.
81% de los hospitales pide suturas a los pacientes para poder atenderlos, mientras que en 72% piden analgésicos. Más de la mitad de los centros de salud piden batas para pacientes, suero fisiológico, botas y batas para médicos.
La encuesta indicó que en promedio los pacientes tienen que gastar el equivalente a 78 dólares (más de 20 salarios mínimos) en insumos muy básicos, desde suturas hasta batas. «En muchos casos se piden insumos o instrumentos específicos para el tipo de cirugía que pueden aumentar aún más los costos», añadió el informe.
En cuanto a los 20 insumos considerados indispensables para poder atender a los pacientes en emergencia, el acumulado hasta septiembre 2023 arrojó un desabastecimiento de 39% en materiales. Para el año 2022, en el mismo período de tiempo, el índice fue de 43%.
29% de los hospitales venezolanos monitoreados reportaron no tener ni analgésicos mayores ni inhaladores de asma ningún día y 23% no cuenta con medicamentos antihipertensivos ningún día. Mientras que 77% de los centros de salud señalaron que tiene medicamentos para el asma solo de manera intermitente, así como 75% dijo que no tiene medicina para la tensión de manera regular.
El promedio de camas de emergencia operativas por hospital es de 34. «Si tomamos en cuenta que el promedio de camas de hospitalización operativas desde enero a septiembre 2023 fue de 215,2, tenemos que las camas de emergencia representan 16% del total de camas operativas a nivel nacional», señaló la encuesta.
A pesar de que la capacidad arquitectónica promedio de los hospitales en Venezuela es de 10 pabellones, según la ENH los principales hospitales solo tienen 4 quirófanos operativos, lo que arroja un índice de inoperatividad cercano a 60%.
Tiempos de atención en los hospitales
Para el período enero – septiembre 2023, el tiempo promedio de atención de infarto es de 2 horas 12 minutos. Esto se debe principalmente a la falta de insumos antihipertensivos, por lo que generalmente los familiares de los pacientes deben primero adquirir los medicamentos necesarios para que el enfermo sea atendido.
En el caso de los pacientes con neumonía, la ENH registró en este mismo período un promedio de 2 horas 42 minutos para ser atendidos. El mismo período de tiempo en 2022 registró un promedio de 3 horas.
La falta de insumos en los quirófanos también retrasa las operaciones y alarga las listas de espera de los pacientes que requieren cirugías.
En el caso del cáncer de mama, 43% de los hospitales venezolanos tarda entre 1 y 3 meses en operar, 21% demoran entre 3 y 6 meses, mientras que 14% tardan entre 6 y 12 meses. 3% de los centros de salud tardan más de un año y solo 19% de ellos operan entre una semana y un mes después de la indicación.
Las histerectomías, por su parte, demoran más de 1 mes en la mayoría de los hospitales, mientras en algunos de ellos la espera puede alargarse hasta 1 año.
Para el cáncer de próstata, la mayoría de los hospitales demoran entre 1 y 3 meses (44%) y entre tres y seis meses (33%), mientras que en el caso de la vesícula, las cirugías demoran en su mayoría más de 3 meses.
Operatividad de los servicios
Cada paciente necesita en promedio de tres a cuatro servicios diferentes para poder llevar a cabo la atención médica, un niño con diarrea y deshidratado, que es un ejemplo simple de atención, requiere laboratorio, personal médico y paramédico y unidad de farmacia, aun en un caso leve, de acuerdo con el informe.
Mientras más complejo más servicios o unidades se necesitan. Estos servicios de apoyo en un hospital general deben trabajar 24 horas, 7 días a la semana, 365 días del año, dado que los enfermos en condiciones de emergencia pueden acudir en cualquier momento.
Los servicios de apoyo como radiología y tomografía muestran un indice de operatividad menos malo que en años anteriores, cuando la disponibilidad de un tomógrafo en un hospital era prácticamente nula en todo el país, sobre todo para pacientes de emergencia. Actualmente 8% de estos servicios están disponibles de manera regular.
Por otra parte, solo 50% de los laboratorios están operativos todos los días y menos de 30% tiene disponibilidad de rayos X 24/7, teniendo en cuento que estos son los servicios de mayor demanda hospitalaria todavía existe una brecha importante para llegar a valores aceptables.
17% de los hospitales venezolanos reportaron, además, que sus servicios internos de diálisis no estaban operativos, principalmente debido a la falta de insumos y de material quirúrgico, mientras que 19% de indicaron que sus plantas de ósmosis no funcionan todos los días a toda hora.
Fallas en los servicios públicos e infraestructura
60% de los hospitales tienen agua solo de forma intermitente y menos de 30% de la unidades críticas reportan presencia de agua diaria.
Durante el período enero – septiembre 2023, 10% de los hospitales monitoreados reportaron no tener agua en los servicios de terapia intensiva ningún día de la semana. Adicionalmente, la mayoría de los centros de salud señaló intermitencia en el servicio con apoyo de cisternas.
En cuanto al suministro eléctrico, 47% de los centros presentaron fallas de luz en algún momento de la semana. De estos, 15% registró haber tenido problemas eléctricos todos los días.
Aunque la frecuencia de las fallas disminuyó entre 2022 y 2023, el promedio de duración de cada interrupción del servicio aumentó y las fallas duran en promedio 108 minutos.
«4% de los centros monitoreados reportaron daños en equipos atribuibles a las fluctuaciones en el servicio eléctrico, así como 9% de los hospitales reportaron que las plantas eléctricas existen pero no funcionan», indicó la encuesta.
Otro indicador añadido es el funcionamiento de ascensores: 54% de los hospitales venezolanos funcionan de manera intermitente y en 7% no están operativos, lo que dificulta el traslado de pacientes en cada centro de salud.
«En relación a la disponibilidad de aire acondicionado, tenemos que las áreas que tienen la menor disponibilidad de aire acondicionado son las emergencias. Tener hospitales sin aire acondicionado en alguna de sus áreas críticas, implica ser vulnerables a agentes externos que pueden entrar por ventanas, siendo esto un riesgo para los pacientes e incluso el propio personal de salud», agregó el informe.
Muertes evitables y violencia en los hospitales
Las carencias del sistema de salud público en Venezuela limitan la capacidad de atención a los pacientes, lo que se traduce en muertes que pudieran haberse evitado si los hospitales venezolanos estuviesen en condiciones óptimas.
En este sentido, la ENH monitorea desde el año 2018, la cantidad de muertes que se deben a fallas institucionales y que de no haberse presentado esta falla, pudieran haberse evitado.
Para 2023 se registraron 127 muertes atribuibles a fallas eléctricas, un número que ha venido en descenso debido a la distribución y mejoría de plantas eléctricas en los hospitales.
Igualmente, la ENH registró 610 muertes evitables por infarto y 371 por trauma, generadas por falta de medicamentos y equipos. Estos indicadores registraron una mejoría en comparación con 2022, cuando hubo 850 muertes evitables por infarto y 800 por trauma.
Las fallas en el sistema de salud venezolano igualmente han tenido un impacto en la seguridad de los trabajadores de salud. La ENH registró que más de 80% de los hospitales reportaron hechos de violencia de parte de los familiares de los pacientes hacia el personal de salud. En 15% de los centros también hay violencia de parte de los cuerpos de seguridad.
De igual forma, el monitoreo registró altos porcentajes de robos y hurtos dentro de los espacios físicos del hospital, así como la presencia y hostilidad de cuerpos parapoliciales y paramilitares.
«La brecha hacia indicadores de gestión de calidad y cantidad de salud siguen siendo grande y para que algunos de estos indicadores presentan una mejoría significativa implica inversiones en infraestructura que está fuera de la gestión meramente hospitalaria, por ejemplo, en lo relativo a agua, luz y seguridad y que claramente están fuera del foco de la ayuda humanitaria al menos desde el punto de vista conceptual», concluyó el informe.
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