La desnutrición está matando a los reclusos de las cárceles de Carabobo. Los recluidos en el Centro de Formación Hombre Nuevo Libertador y el Internado Judicial de Tocuyito, ahora llamado Complejo Penitenciario de Carabobo, se están muriendo de hambre, denunció el Observatorio Venezolano de Prisiones.
A la fecha, señala la ONG, en estos centros han perdido la vida más de 46 reclusos. Debido a su precario sistema inmunológico, son presa fácil de enfermedades como tuberculosis, neumonía y hepatitis, reseñó el diario El Carabobeño.
Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones, indicó que familiares de los reos claman para que les permitan ingresar alimentos a la prisión.
“En Tocuyito desde el inicio de la cuarentena se prohibieron las visitas, además del ingreso de alimentos que semanalmente los familiares llevaban a sus internos. Esto, además de la mala y escasa comida que el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario suministra a los privados de libertad, ha generado una ola de fallecimientos”, dijo.
Familiares denunciaron al OVP de Carabobo que diariamente los reclusos son trasladados a la emergencia de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera. Los privados de libertad llegan en muy malas condiciones de salud, con desnutrición severa.
“Prácticamente los llevan allí a morir, porque ya no hay nada qué por la gravedad en que se encuentran”, afirmó Girón.
Los familiares señalaron que la comida que les suministran es agua con arroz, una vez al día. No reciben proteínas, vegetales ni otro tipo de carbohidratos. Tampoco les suministran bebidas dulces.
También indicaron que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y custodios del centro les exigen pagos en dólares para permitirles ingresar alimentos a sus familiares. Pero la mayoría no cuenta con recursos.