45% de las periodistas en Venezuela han sido víctimas acoso y han recibido comentarios sexuales sobre su persona o con doble sentido mientras ejercían la profesión. Así lo indicó la investigación más reciente realizada por la Red de Periodistas Venezolanas y Medianálisis que encuestó a 111 profesionales de medios de comunicación, de distintas edades y en diversas regiones del país, para iniciar el debate sobre este tema.
En la investigación se detalló que 45% de las encuestadas sufrieron una agresión sexual. Sin embargo, solo 5,3% de las víctimas se atrevieron a presentar una queja formal ante sus superiores o el departamento de recursos humanos. De este porcentaje, 3% señaló que tras presentar la denuncia sufrió consecuencias laborales. Algunas fueron revictimizadas y otras tuvieron que enfrentarse a un ambiente laboral hostil.
El informe señaló que 20% de las encuestadas afirmaron que las tocaron de forma inapropiada. A 21% las intentaron besar sin su consentimiento. En el caso del fotoperiodismo, todas las fotorreporteras que participaron señalaron haber sufrido más de una situación de acoso, hostigamiento o agresión sexual.
«Esto evidencia cómo el área del fotoperiodismo está dominado todavía, principalmente, por hombres», explicó Estefanía Reyes, integrante de la Red de Periodistas Venezolanas.
Entre otros resultados, el estudio arrojó que 62% de las encuestadas recibieron miradas lascivas; a 59% las hicieron sentir incómodas con comentarios sobre su vestimenta y 31% recibió llamadas telefónicas, mensajes o correos con connotaciones sexuales.
42% de las periodistas señaló que su trabajo se vio afectado después de ser acosadas: se vieron obligadas a cambiar de fuente, renunciar o abandonar el tema que estaban trabajando.
Iniciar el debate
La investigación de la Red de Periodistas Venezolanas surge tras decidir medir la incidencia del acoso sexual en el contexto laboral venezolano. La idea estuvo inspirada en el trabajo del movimiento Periodistas Unidas Mexicanas (PUM). En PUM se encargaron de monitorear, a través de las redes sociales, las denuncias de acoso formuladas por el gremio. «Eso nunca se había hecho en Venezuela», comentó Reyes.
En el informe, la Red de Periodistas Venezolanas explicó: «A pesar del nutrido acervo de investigaciones que existe sobre las vulneraciones de los derechos de quienes ejercen como prensa, esta es la primera vez que se estudia de forma específica la problemática de la violencia de género dentro del gremio venezolano».
Decididas a iniciar el debate, se tomó por ejemplo a PUM y las periodistas se articularon desde la red para llevar a cabo el estudio. Lo primero fue conseguir el muestreo de la encuesta, al cual decidieron articular bajo la metodología conocida como «bola de nieve». Es decir, se les pidió a las participantes que compartieran el cuestionario, de carácter anónimo, con otras colegas para así conseguir más periodistas en el estudio.
Durante la realización de las encuestas, cuenta Reyes, se presentó el caso de que muchas periodistas respondieron «No» cuando en realidad sí habían vivido situaciones de acoso.
«Eso confirma que, para un margen importante de mujeres, la línea de lo que constituye o no acoso sigue siendo difusa y las razones de esto varían. Para las mujeres es difícil reconocer el acoso y distinguir las conductas aberrantes de las inofensivas. Esto pasa especialmente cuando son formas de acoso que están extendidamente normalizadas, como los comentarios con connotación sexual y las miradas lascivas», explicó la red.
¿Existen repercusiones para el acoso?
En Venezuela, la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia tipifica el acoso sexual e incluye en su definición la posibilidad de que suceda en contextos laborales como consecuencia de relaciones desiguales de poder. Sin embargo, los medios de comunicación no cuentan con protocolos para abordar este tipo de denuncias.
En la encuesta se les pidió a las periodistas que especificaran qué relación tenían con su agresor. 36% señaló que este era parte de sus compañeros de trabajo, mientras que 22% indicó que el acoso vino de un superior directo. Otro 23% especificó que el acoso procedió de la persona entrevistada. Estas cifras evidencian que la mayoría de los casos se presentan en la propia empresa, por lo cual es esta la encargada de darle una respuesta a las víctimas.
Sin embargo, tras presentar la denuncia, comentó Reyes, muchos casos quedaron sin resolverse puesto que las empresas no cuentan con un protocolo o un reglamento para abordar este tipo de situaciones.
«El hecho de que no existan estos protocolos también hace difícil que las mujeres periodistas sepan cómo poner la queja. Las mujeres no saben cómo poner la denuncia sin afectar su carrera ni la relación con los compañeros de trabajo. Ante eso, muchas se sienten inhibidas de denunciar. Por eso es importante que existan los protocolos y que haya una ruta clara sobre qué hacer cuando se dan estas situaciones», explica Reyes.
El propósito de este estudio es que los medios de comunicación venezolanos se sensibilicen y eduquen a su personal sobre las causas y el impacto del acoso sexual. Se busca, también, promover una cultura laboral de tolerancia cero a cualquier forma de violencia, hostigamiento y sexismo.
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