El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este sábado 10 de agosto, en los términos más enérgicos, el atentado con un coche bomba en Libia y confirmó que el ataque terminó con tres funcionarios de esa organización muertos y otros tres resultaron heridos.
Guterres pidió a las autoridades de Libia no escatimar esfuerzos para identificar a los responsables y llevarlos rápidamente ante la justicia.
Igualmente, el secretario de la ONU pidió a todas las partes que respeten la tregua humanitaria durante la festividad del Eid al Adha (Fiesta de Sacrificio) y regresen a la mesa de negociaciones en busca del futuro pacífico que la gente de Libia merece, agregó Dujarric.
El coche repleto de explosivos estalló frente al centro comercial Arkan en Bengasi, en el este de Libia, cerca de la sede de la Misión de la ONU en ese país (UNSMIL).
La UNSMIL había informado en Trípoli que al menos dos miembros de la misión perdieron la vida y otras ocho personas resultaron heridas.
El enviado de Naciones Unidas para Libia, Ghassan Salamé, solicitó el pasado julio a las partes del conflicto libio que acordaran un alto el fuego con motivo del Aid al Adha, la fiesta del cordero para los musulmanes, como paso previo a un nuevo proceso de diálogo.
«Insto a una tregua que sea declarada con motivo de la festividad del Aid al Adha, que se celebrará el o sobre el 10 de agosto», dijo entonces Salamé a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, en Nueva York.
Salamé, que esbozó una situación muy pesimista de la guerra civil libia, indicó además al Consejo que la tregua debía ir acompañada de medidas que contribuyan a crear confianza.
Salamé había advertido además al Consejo, que respaldó su llamado a la tregua, que más de 100.000 personas están directamente expuestas a las primeras líneas de combate y que 400.000 más sufren directamente los enfrentamientos, que han empeorado las condiciones humanitarias y ha dificultado el acceso a la comida, la salud y otros servicios.
Guterres extendió sus condolencias a los familiares de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El pasado 5 de agosto hubo un ataque aéreo en la ciudad de Al Murzuq, suroeste de Libia, que dejó 43 muertos y 60 heridos.