El ex presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, será sepultado la próxima semana en una ceremonia privada, confirmó su familia este jueves.
Este acto contradice el deseo del actual presidente Emmerson Mnangagwa, de que recibiera sepultura en un acto público.
Mnangagwa aseguró este miércoles, luego recibir en el aeropuerto de Harare el cuerpo de Mugabe, que el funeral tendría lugar el próximo domingo en una ceremonia pública.
El gobierno había planificado que el ex mandatario fuera sepultado en el Acre de los Héroes Nacionales en la capital del país, en un acto presidido por el actual jefe del Estado. Sin embargo, Leo Mugabe, portavoz de la familia, negó la información.
«No vamos a ser testigos del funeral el domingo», declaró a los periodistas Leo Mugabe, sobrino del difunto, en la mansión del ex presidente en Harare.
«La familia es la que toma la decisión y le dice al gobierno lo que quiere hacer», subrayó el sobrino, al señalar que los 11 jefes de Estado africanos y otras altas autoridades confirmaron su asistencia al funeral de Estado.
Aunque el portavoz negó la existencia de una disputa con el gobierno, la familia no parece haber perdonado a Mnangagwa por su apoyo al golpe militar que derrocó a Mugabe en 2017.
El gobierno de Mnangagwa también ha corrido con los gastos de la hospitalización de Mugabe en Singapur durante los últimos meses.
Patrick Zhuwao, otro sobrino del difunto, emitió un comunicado en el que acusó al Ejecutivo de «obligarnos a aceptar un programa» para el entierro de Mugabe.
La propuesta del gobierno es «contraria a sus deseos, los de Mugabe, sobre cómo él deseaba que se enterraran sus restos mortales», según Zhuwao.
Último adiós
Informes no confirmados aseguran que el deseo final del ex presidente era ser sepultado junto a su madre, Bona, en un cementerio católico en su aldea rural de Kutama.
Los líderes ancianos de la comunidad tienen también peso a la hora de tomar esa decisión, según la tradición.
Los restos mortales de Mugabe fueron trasladados al estadio de fútbol de Rufaro, en el municipio más antiguo de Harare.
Entre hoy y mañana sus compatriotas podrán darle allí su último adiós. Ya el sábado serán llevados al Estadio Nacional de Deportes para la celebración de un funeral de Estado.
Pese a su fama de dictador sin escrúpulos, que liberó a su país para después convertirlo en su propio feudo, Mugabe es todavía venerado como un luchador icónico por la libertad en países de África.
En general, su régimen se caracterizó por la represión de sus opositores, las elecciones de dudosa credibilidad, la falta de libertades y una total ruina del Estado zimbabuense.
Mugabe murió el pasado 6 en Singapur, a los 95 años de edad, luego de una enfermedad.
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