La responsabilidad ecológica gana terreno en la moda, pero el anhelo de renovar constantemente el armario persiste. Por ello, los preocupados por el ambiente optan por nuevas opciones como el alquiler mensual de conjuntos o la modista que transforma viejas prendas a domicilio.
La francesa Beryl de Labouchere contactó en 2016 con una estudiante de moda para que convirtiera sus vestidos de adolescente en nuevas prendas más modernas. Esta técnica se conoce como “upcycling” o suprarreciclaje.
Hace dos años Labouchere lanzó Tilli, una plataforma digital en la que se realizan pedidos a domicilio para reformar las prendas antiguas en nuevos conjuntos. La iniciativa cuenta con la ayuda de 40 costureras, está presente en París y tiene aproximadamente 500 pedidos mensuales.
Armarios que rebosan
“No nació como una iniciativa ecológica, pero este concepto de segunda vida se adapta a la tendencia del mercado de consumir menos”, admitió De Labouchere.
Un estudio realizado en Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos por el Instituto Francés de la Moda demostró que casi la mitad de los 5.000 encuestados compraron prendas ecorresponsables en 2019.
Todo se puede transformar
“Prácticamente todos los materiales, ya sean de Zara o de Christian Dior, se pueden transformar”, explicó Chantal Tin, modista de Tilli.
Entre los clientes de Tilli 40% son hombres. Además, la plataforma trabaja con las marcas de moda. “Tratamos de convencerlas para que nos dejen sus prendas defectuosas o de colecciones pasadas y darles una nueva apariencia”, destacó su fundadora.
Actitud de “no posesión”
Otra alternativa ecológica en la moda es el alquiler de ropa que supera los 1.000 millones de dólares de facturación en el mundo.
“La mayoría de nuestras clientes ya tienen una actitud de no posesión, forma parte de su educación”, explicó Agathe Cuvelier, fundadora del sitio de alquiler Les cachotieres.
“Pero lo que no cambiará es que a las mujeres les gusta cambiar constantemente y divertirse vistiéndose”, dijo Cuvelier, cuyo sitio permite alquilar durante unos días prendas de conocidas marcas de moda que pertenecen a particulares.
Las marcas se apuntan
Conscientes del cambio, las marcas también se adaptan. Este es el caso de SKFK, radicada en Bilbao y presente en 38 países, que propone alquilar mensualmente conjuntos.
“Lo que se busca es optimizar la duración del producto”, explicó el presidente de SKFK.
Pierre-Arnaud Grenade, presidente de la firma Ba&Sh, reivindicó que las marcas dan su aportar al garantizar la autenticidad de las prendas y aportar creatividad a la hora de renovarlas.