Más de 50 vecinos de la comunidad de Los Flores de Catia se organizaron a las afueras del Club de los Abuelos Amor y Ternura, en conmemoración al velorio de Cruz de Mayo para brindarles a los pequeños de la comunidad una actividad de encuentros deportivos, de pintura y música.
“Queremos rescatar al país culturalmente; hemos olvidado la cultura. Buscamos que los niños se integren a nuestro folklore y nuestras tradiciones”, manifestó Miguel Ángel Hernández, pintor artístico y organizador de la actividad.
Desde las 10:00 de la mañana la colorida Cruz envuelta en flores y adornos –decorada el día anterior– fue llevada entre los presentes a su altar para iniciar la actividad.
Los impacientes niños correteaban con un balón en la acera, mientras los demás vecinos armaban los tarantines en la calle y organizaban los preparativos. A la vez sonaba parranda y música venezolana.
“El objetivo también es que los más jóvenes conozcan nuestra música, nuestra identidad, que dejen un poco la moda. Además, esta es una actividad sin matices políticos, acá nos encontramos todos”, expresó Hernández.
Dionicia Blanco, de 83 años de edad, tomó la iniciativa desde 2012 para realizar individualmente el Velorio a la Cruz, hasta que en esta ocasión la acompañó la comunidad entera. En su casa se reunían los colaboradores, mientras invitaba a pasar a los vecinos a quienes les invitaba un café.
“Deseo todo lo bueno para mi comunidad entera y ella ha respondido gratamente; se ha integrado a la actividad que esperamos repitamos cada año”, dijo Blanco, presidente de la Fundación de Vecinos de la parroquia Sucre.
En horas de la tarde los pequeños disfrutaron de la actividad de pintacaritas, mientras otros se ocuparon con el taller de pintura. La jornada culminó con una misa vecinal, dirigida por el párroco de la parroquia Jesús Obrero.