El negocio de las casas rodantes experimentó un crecimiento en los últimos años. Hubo una suerte de regreso al placer de vivir en viaje y la disponibilidad de nuevas tecnologías permitió una avanzada en calidad de diseño y nivel de confort. El concepto de remolques elementales, poco preparados y hasta precarios se transformó en la oferta de motorhomes mega tuneados con el potencial de vivir experiencias fuera de serie. En esta línea se enmarca el lanzamiento de la Pebble Flow, una casa rodante eléctrica desarrollada por un equipo de ex-empleados de empresas entre las cuales figuran Apple, Tesla, Cruise, Zoox y Volvo.
El grupo está localizado en California, Estados Unidos, y el debut oficial será en Los Ángeles. Desde el exterior, la Pebble Flow presenta un diseño aerodinámico y vanguardista, con ventanas panorámicas que permiten una vista de 270 grados del paisaje. Tiene una longitud de casi ocho metros, 2.3 de ancho y 2.6 de alto; puede alojar hasta cuatro pasajeros. Su peso bruto nominal de 6,195 libras.
Puertas adentro, el viaje promete una experiencia de primera clase. Está equipada con ducha, inodoro, placa de inducción extraíble, microondas, heladera y depósitos de agua dulce de 140 litros y aguas grises y negras de 190 litros. También cuenta con una ventana de servicio abatible que permite cocinar tanto en el interior como en la naturaleza.
En cuanto a la mecánica, tiene un sistema de doble motor opcional, que ofrece una solución frente a la ansiedad de la autonomía que a menudo acompaña a los vehículos eléctricos remolcados. La función denominada Magic Hitch (o enganche mágico), permite un enganche automático al vehículo tractor.
Desde la empresa dicen que la versatilidad es la clave del proyecto. La energía para los motores eléctricos proviene de una batería de 45 kWh con química de fosfato de hierro y litio (LFP), ubicada estratégicamente en el suelo de la caravana. Se puede cargar en estaciones de carga públicas, en casa o en el sitio de camping y, además, tiene una solución solar integrada de 1kW en el techo, que permite la recarga constante en movimiento o acampando.
En definitiva, es como estar permanentemente enchufado a una fuente de energía de 110 V. En materia de autonomía y al margen de cómo se cargue la batería, una carga completa garantiza hasta una semana de energía.
Facilitar la experiencia
Desde la firma también hacen énfasis en que la idea de la casa rodante es simplificar la experiencia y hacer que cada vez más personas se animen a incursionar en ella. Por eso, el vehículo incluye funciones como “Remote Control” y “InstaCamp”. La primera le permite teledirigirse y estacionar y maniobrar con facilidad a la hora de posicionarse en lugares estrechos. La segunda despliega o repliega un toldo, escaleras, luces y estabilizadores de nivelación automática en segundos para montar, o desmontar, un campamento.
También está la denominada Room Flip, que convierte la cama Murphy, de tamaño queen en un escritorio para pasar del modo relax al modo trabajo en segundos. En línea con el home office, la casa rodante está preparada para conectarse a Starlink y mantener la conexión al margen de la ubicación.
“Mucha gente nunca se embarcaría en un viaje en casa rodante solo porque se siente intimidada por cómo hacerlo. La combinación de funciones modernas y avanzadas para vehículos eléctricos y la aplicación Pebble hace que viajar así sea más fácil que nunca, siendo experto o novato”, remarcó Stefan Solyom, director de tecnología de Pebble.
La Pebble Flow es sin duda una inversión. Tiene un precio base de $109,000 y asciende hasta $125,000, dependiendo del equipamiento elegido. Las reservas ya están disponibles en el sitio web y se espera que las entregas comiencen a fines de 2024.