Los deepfakes han ganado fuerza con la llegada de la inteligencia artificial generativa, lo que sin duda podría convertirse en una amenaza para anteriores avances de seguridad como la verificación de identidad de manera remota debido a la facilidad con la que se puede suplantar la identidad de alguien en la web.
Aunque constantemente se habla de los múltiples beneficios que trae consigo la IA generativa, también son bastantes las consecuencias negativas de un uso inapropiado de esta tecnología. Uno de esos riesgos tiene que ver con la suplantación de la identidad a través de los llamados ‘deepfakes’.
Un estudio reciente realizado por el Foro Económico Global (WEF) y Accenture encontró que los riesgos a la ciberseguridad que trae consigo la inteligencia artificial preocupa bastante a las empresas de todo el mundo. La mitad de los ejecutivos aseguraron estar preocupados por un posible incremento en ataques «phishing», software malicioso o deepfakes para difundir información falsa.
Tu identidad online podría estar en duda
A medida que el uso de deepfakes avanza, los ciberdelincuentes disponen de más herramientas para suplantar identidad de cualquier persona a partir de una simple fotografía, con contenido convincente como suplantación de la voz e intercambios faciales que pueden engañar fácilmente al ojo humano.
Esto exige soluciones a la altura, incluyendo sistemas de gestión de identidad biométrica altamente avanzados. Compañías como Innovatrics ya hacen esfuerzos para brindar protección y confianza con tecnológica de vanguardia para la emisión remota de documentos, identificación criminal, entre otros procesos que pueden verse afectados por la suplantación de identidad a través de deepfakes.
Hace unos días la artista global Taylor Swift se convirtió en la nueva víctima de la IA luego de que se difundieran deepfakes explícitos con su rostro, imágenes que tuvieron millones de vistas en la red social X. Si bien desde el 2017 se vienen creando contenidos explícitos de celebridades por medio de inteligencia artificial, la masificación de este tipo de herramientas durante el último año hace que los riesgos sean aún mayores para cualquier usuario de internet.
También recientemente, a una multinacional con sede en Reino Unido le robaron $26 millones de dólares a través de una falsa videoconferencia en la que varios empleados del área financiera de la filial en Hong Kong fueron engañados y pensaron que estaban hablando con los directivos de la empresa.
Si bien diversos métodos de ciberestafas pueden aprovechar las bondades de la IA para multiplicarse, los deepfakes resultan sumamente preocupantes debido a su alarmante aumento. Entre 2019 y 2020, el número de contenidos deepfake en la web aumentó un 900%, y se estima que para el año 2026 hasta un 90% del contenido online podría ser generado sintéticamente.
Sergio Ramos, editor en Social Geek, y contribuidor en Entrepreneur y Forbes en Español. Experto en temas de tecnología que disfruta aprendiendo sobre startups, emprendimiento e innovación.
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