California (EE UU) demandó este 28 de junio al laboratorio de investigación de inteligencia artificial estadounidense OpenAI, creador de ChatGPT, por violar la privacidad de millones de usuarios de Internet y los derechos de autor.
La demanda se presentó este miércoles y se publicó en la página oficial del bufete de abogados Clarkson. La firma dijo que quieren representar a «gente real cuya información ha sido robada y desviada comercialmente de forma inapropiada para crear esta tecnología muy poderosa».
En el escrito se acusa a OpenAI de «robar información privada» a cientos de millones de internautas, entre ellos menores de todas las edades, con la finalidad de mejorar y desarrollar tecnología con fines de lucro.
El caso se centra principalmente en el auge de las herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa. Estas herramientas como los chatbots (ChatGPT) y los generadores de imágenes crean contenido original a partir de datos existentes extraídos de Internet.
Esos instrumentos se nutren de información originada por humanos, como conversaciones privadas y datos médicos. La información se obtiene en muchos casos sin el consentimiento de uso de sus creadores.
La demanda señala la necesidad de una intervención legal inmediata que proteja los intereses y valores humanos. La IA presenta una amenaza de «explotar a los seres humanos sin tener en cuenta su bienestar o consentimiento».
Destaca que de no existir una regularización de esas tecnologías, expertos ya vislumbran un escenario catastrófico. Esto podría culminar en la eliminación de la especie humana «como amenaza para sus objetivos».
Acusaciones a ChatGPT
Anteriormente OpenAI fue acusada de monetizar indebidamente el código de fuente abierta (Github) para entrenar sus sistemas de inteligencia artificial. Además, este mes un locutor de radio demandó al laboratorio por difamación, alegando que ChatGPT produjo un texto que le acusaba de fraude injustificadamente.
La discusión en torno a la regulación justa de la IA también ha sido popular en sectores del entretenimiento. El asunto es uno de los puntos clave de la huelga del Sindicato de Guionistas de Hollywood, quienes exigen a las grandes productoras la protección de sus derechos de autor y trabajo como escritores.