Isis Vivas, decana de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela, del núcleo del estado Aragua, denunció este jueves que una de las dos yeguas que fueron descuartizadas el 16 de abril pasado por un grupo de delincuentes, sufría de una enfermedad que podría afectar a los seres humanos.
Vivas explicó que el animal estaba recibiendo un tratamiento contra la anaplasmosis, por lo que alertó sobre el peligro que existe en caso de que la carne haya sido comercializada.
“A nosotros nos preocupa porque no sabemos cuál fue el destino de esa carne. Además de que hicieron un sacrificio cruel de dos yeguas que son emblema de la universidad. Es alarmante que se haya destinado al consumo humano, que es lo que presumimos. Si fue así, es un riesgo de salud pública, porque estos animales fueron tratados con antibióticos y medicamentos que pueden generar efectos negativos en el humano“, dijo.
Especialistas indicaron que en los humanos esta bacteria causa la anaplasmosis granulocítica, que es una enfermedad cuyos síntomas incluyen fiebre, cefaleas, leucopenia, trombocitopenia y lesiones leves en el hígado. Aseguraron que en los casos más graves puede ser potencialmente letal.
Con información del El Pitazo
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