Cada día los venezolanos que aún se encuentran en el país se preguntan si ha llegado el momento de irse a otras tierras. La crisis económica de Venezuela, hace que sus ciudadanos combinen sus contactos con su ingenio para poder sortear la situación.
Familias que en el pasado tenían el poder adquisitivo necesario para pagar unas vacaciones en Europa, actualmente no les alcanza el dinero para poder comprar la comida que necesitan, reseñó El País de España.
“En esta casa comer hoy en día un sándwich de jamón y queso es un lujo y no me da pena decirlo. Si consigo pasta a precios regulados, comemos cinco días pasta. Lo más irónico es que a todo esto tengo que dar las gracias a Dios, gracias por un malvivir”, comentó una venezolana.
En un artículo publicado en el diario español, se asegura que el acto de juramentación realizado por Nicolás Maduro este jueves en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) fue “el último capítulo de una deriva institucional sin freno.
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