Thairy Arciniegas sabe dónde se vende cada ejemplar del periódico que se imprime a diario en El Nacional. En su cabeza hay un directorio de caseríos perdidos en el mapa, nombres de camioneros y de kiosqueros insistentes en que les llegue un producto que parece un animal raro, oloroso a tinta, en tiempos de hiperconexión y redes sociales. De eso va el reto que emprendió en enero de este año, cuando asumió la Gerencia de Mercadeo, Trade y Distribución de El Nacional, en la que fusionó dos áreas que iban por separado.
«Me tocó hacer una reorientación de los objetivos y lograr que fueran aceptados por mucha gente que es mayor que yo, cambiar paradigmas y convencer para que pudiéramos trabajar en equipo. Dimos un cambio drástico en el modelo de negocio de El Nacional, nos ha ido bien y estamos generando unos indicadores que son vitales para otras áreas de la empresa». Lo de trabajar en equipo explica que en la foto de esta entrevista salga con parte del personal de su departamento, cerca de 50 personas del área administrativa y operarios de almacén que soportan este cambio en la manera de llevar el periódico a las manos de los lectores. «Es que este premio es para la gente que trabaja conmigo, que apostó a hacer las cosas distintas y a trascender durante el tiempo que esté aquí, que entiende la importancia que tiene lo que hace y que además se lo cree», dice.
Como la escalada, un deporte extremo, compara el reto que han sido estos casi tres años que tiene en la empresa, a la que entró como gerente de Mercadeo, Web y Revistas, luego del coletazo de los recortes de 2014, y que la transformó para usar la inteligencia de mercado para colocar el periódico donde la gente lo necesita. Estudió Administración de Empresas en la Universidad Católica Andrés Bello y realizó una especialización en Mercadeo. Pero la escuela ha estado en la práctica. Recortes de papel, correr detrás de la inflación y sobrevivir en medio de la agudización de la crisis política y el cerco a los medios de comunicación son baches que ha tenido que incluir en sus variables y, contra lo esperado, en los momentos más difíciles ha logrado vender más periódicos.
«Las empresas que van a sobrepasar esta coyuntura son las que han replanteado sus procesos para mantenerse.
Nosotros nos preparamos para surfear la ola y caer parados. Hemos podido cumplir los objetivos y a los problemas le dimos la vuelta, porque comprendimos que pase lo que pase en el país la gente necesita que El Nacional esté al día siguiente en su kiosco».
La ganadora del Premio María Fernanda Ramallo, que se otorga a la mejor gerente de área, tiene 30 años de edad y dos hijos: Héctor, criado en medio de esos cambios, y Helena, por la que rompió fuente el año pasado entrando a su oficina luego de una preventa. Es una millenial, de esas que están revolucionando los entornos laborales en todo el mundo.