Elizabeth Robles, presidente de la asociación de condominios en Campo Alegre, manifestó que ella y sus vecinos contrataban camiones de agua para surtir el tanque del edificio en el cual vive, debido a que el racionamiento y la falta de respuesta del gobierno los obligó a pagar la perforación de un pozo.
Las medidas de racionamiento fueron auto impuestas para poder rendir el agua, contaban con agua, pero sólo por una hora o tres veces al día, relató Robles para Associated Press.
“Si llegabas a las 5:00 pm de la tarde sudado, no te podías bañar”, expresó Robles, abogada y pequeña comerciante. “Es como un castigo lo del agua”.
Los vecinos se cansaron del racionamiento, ya que el gobierno no daba respuestas sobre el agua y no podían proveer, tomaron la decisión de perforar un pozo en las adyacencias de su edificio ubicado en el barrio de Campo Alegre, esta solución es cada día más común entre los ciudadanos que cuentan con los recursos económicos para pagarla. El sistema hidráulico en Venezuela se encuentra en muy malas condiciones.
La presidenta del condominio manifestó que ella y sus vecinos contrataron en febrero a una empresa perforadora por una suma de 7.000 dólares, en total cada familia aportó un total de 280 dólares. Ante la desesperación por el agua otros tres edificios de la misma calle han contratado al mismo ingeniero.
La escasez de agua en las ciudades ha generado más de 400 protestas en Venezuela en los primeros cinco meses del año, de según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
Lea más en El Nuevo Herald con información de Associated Press