Catia, la zona populosa en el oeste de Caracas, está a punto de quedarse sin transporte público debido a la falta de unidades. Los pasajeros esperan hasta dos horas en la parada para abordar un autobús que los lleve a sus destinos y pagan hasta 1.500 bolívares para trasladarse. Los usuarios de El Cuartel, Lomas de Urdaneta, Los Flores de Catia y El Junquito son los más afectados por la reducción de la flota que permanece paralizada en 80%.
“A las 7:00 pm no hay ni una camioneta de la línea. A veces pasan los chóferes prestando el servicio para otras rutas. De eso se aprovechan los piratas para cobrar lo que les da la gana”, se queja Luisa Campos, residente de las Lomas de Urdaneta, quien estaba en la cola de pasajeros en la parada cercana al Metro en la estación Plaza Sucre, que se extendía hasta dos cuadras.
Concepción Prada, una vecina del mismo sector, afirmó: “Ayer me cobraron 1.500 bolívares y hoy no sé cuánto, pero prefiero pagar que quedarme esperando por la inseguridad que hay en esta zona”.
Un directivo del Bloque del Oeste, que pidió no revelar su nombre, explicó que de 54 líneas que prestaban servicio en Catia, 4 dejaron de trabajar en el último trimestre de 2017. Otras 2 que cubren Telecuba-Tacagua y Catia-Tacagua están por desaparecer debido a los altos costos de los repuestos. “En la línea que cubre El Cuartel hay 20 unidades trabajando de 120 que había al principio. Estamos en agonía”, dijo.
Pedro Eraso, director del Bloque Oeste, señaló que 110 unidades que prestaban servicio en Los Frailes de Catia y Las Lomas de Urdaneta solo están operativas 22. Aunado a la falta de autobuses se suma el alto costo de la vida que ha obligado a chóferes del sector a cubrir otras rutas. “Muchos conductores de Catia cambian sus avisos y se van a cubrir los Valles del Tuy donde pueden cobrar 2.500 bolívares o más para subsistir”.
Para solventar la falta de unidades, que se agravó desde septiembre, la Alcaldía del municipio Libertador habilitó 10 camiones militares para cargar pasajeros, señaló Eraso, pero no dio resultados. “Fue una decisión no consultada con los conductores y causó accidentes. Algunas mujeres mayores se golpearon o se cayeron. Luego, los vehículos fueron retirados”. Añadió que esperan reunirse con el ministro del Transporte, Carlos Osorio, para discutir el cobro de una tarifa real ajustada a las necesidades del gremio.
El dato
El año 2017 cerró con un 80% de la flota vehicular paralizada en la Gran Caracas. En diciembre, de 15.000 unidades registradas 11.000 estaban en paro técnico debido a los altos costos de los cauchos, las baterías y repuestos. Para mantenerse operativo, cada autobús necesita en promedio 6 litros de aceite y cada uno cuesta 400.000 bolívares. El costo por reemplazar las pailas mensualmente es de 2.400.000 bolívares. Conductores calculan que para que el sector transporte se mantenga operativo la tarifa debería ser reajustada a 6.000 bolívares por pasaje; sin embargo, lo consideran excesivo para el usuario. “La situación es tan grave que con ese reajuste apenas subsistiríamos, pero no queremos perjudicar al pasajero”, indicó Pedro Eraso. Un vocero del gremio, que pidió no ser identificado, dijo que el sector podría colapsar en el primer trimestre de 2018 con la paralización de 90% de la flota.