La Sábado Santo es la conmemoración del sepulcro y descenso al abismo de Jesús. Es un día de luto en el cual no se realiza la misa.
En el tercer día de la Pascua se guarda silencio, los fieles acuden a los templos para rezar el Vía Crucis, las Siete Palabras y el Rosario del Pésame.
La Semana Santa tuvo una reforma por el Papa Pio XII, quien modificó el antiguo Sábado de Gloria a lo que se conoce como Sábado Santo. Además, la celebración a la Resurrección se realizaba el día sábado por el ayuno preparatorio para la Comunión Sacramental de la medianoche.
El cambió del ayuno del sábado se debe a que el Viernes Santo ya se realizaba y se consideró excesivo prolongarlo un día más.
El sacerdote realiza la celebración del fuego nuevo, apaga las luces y enciende el fuego nuevo y con él prende el Cirio Pascual, representando a Jesús. El eclesiástico bendice el fuego, luego se da la procesión y en ella se encienden las velas y las luces de la Iglesia.