Mauricio Blanco, un ciudadano venezolano que gana sueldo mínimo como empleado en el área administrativa de una empresa de insumos médicos, relató este domingo lo que tiene qué hacer para rendir el dinero.
“Mi presupuesto no alcanza para comprar un kilo de pimentón. Compro dos, los congelo y los pico. Saco un pedacito y lo voy usando. Gasté 660 bolívares. No puedo ir a un automercado grande donde el kilo de tomate cuesta 1000 bolívares”, dijo Blanco para Infobae.
Además, detalló que con eso compra un kilo de plátano y lo demás lo lleva “graneado” para que le alcance para toda la semana.
La mamá de Blanco murió de un infarto hace cuatro años, por lo que quedó a cargo de su hermana de 16 años de edad. Esta situación lo fuerza a intentar economizar aún más el dinero destinado para la comida.
En vista de que su trabajo para la empresa de insumos médicos no le genera suficiente estabilidad económica ha tenido que ocupar el otro tiempo de su día haciendo otros trabajos.
Con el auto que le quedó de su madre hace transporte escolar, traslados y reparte provisiones a una cadena de comida rápida. Trabaja en total 16 horas diarias con los que llega a recaudar hasta $50 dólares mensuales.
“El rebusque es hacer transporte. Entonces, tengo que comprar donde venden chivas de cauchos para poder sobrevivir, poder salir a la calle y rebuscarme. Porque ahorita uno no puede estar aquí en Venezuela sin trabajar un día. Es difícil porque el dinero no alcanza para absolutamente nada”, contó.
El ciudadano ya no tiene dinero para poder salir y distraerse. Todo lo que gana está destinado para comprar comida y pagar el colegio de su hermana.
“Hago cosas en mi casa y ahí paso el día. No puedo hacer más nada. Los ingresos que yo tengo son para comer y para poder pagarle el colegio a mi hermana”, expresó.
Con información de Infobae.
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