Cada 1 de noviembre, en los países en donde predomina la religión católica se celebra el Día de Todos los Santos para rendirle honor a los santos de la Iglesia por las faltas que pudieron cometerse durante el año contra ellos.
La celebración de esta fecha comenzó luego de que el papa Gregorio III consagrara una capilla para los Santos en la Basílica de San Pedro y decretara el aniversario el 1 de noviembre.
Los Santos que son homenajeados en dicha fecha son aquellos que no cuentan con un día del año establecido en el calendario litúrgico.
La fecha precede el Día de los Fieles Difuntos, mejor conocido como el Día de los Muertos.