José Agustín López es un venezolano que viaja en las carreteras hacia Colombia, desde su silla de ruedas y con la ayuda de su hijo Jefferson Alexis, para conseguir tratamiento médico que necesita.
Por estar tanto tiempo sentado en una silla de ruedas, López sufrió una lesión en el recto y el ano que no pudo ser tratada en Venezuela por falta de antibióticos y de materiales quirúrgicos. El hombre, de 52 años, debe taparse la herida con bolsas de supermercado para poder llegar a Colombia.
“Si me hubiese quedado allá creo que habría muerto, ya estaría contaminado”, dijo López, que tiene la esperanza de que lo asistan debidamente en el país vecino, informó 24Matin.
Foto AFP
Jefferson Alexis dejó sus estudios de Ingeniería Mecánica para llevar a su padre hasta Colombia. Han pasado días en los que duermen en la calle y reanudan su camino en la mañana.
Los cauchos de la silla estallaron y ahora el artefacto a penas se mueve. “Si llego es un milagro de Dios”, expresó López.
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