El paciente Miguel Suárez estuvo 20 días luchando por salvar su riñón trasplantado, pero no lo logró porque llevaba 6 meses sin conseguir tratamiento. Con Suárez otras 2 personas fallecieron en apenas 4 días y se elevaron a 8 los muertos en lo que va de año, por la crisis de medicamentos. Ni la presidente del IVSS, Magaly Gutiérrez Viña, ni el recién designado ministro de Salud, Carlos Alvarado, ambos designados en los últimos 9 días, se enteraron.
Suárez, de 50 años de edad y del estado Lara, tenía dos meses recluido en el hospital Jesús María Casal Ramos, en Acarigua, estado Portuguesa. Entró en rechazo agudo del órgano que le fue trasplantado en 2012, ante la falta de medicinas y los médicos comenzaron a aplicarle diálisis para tratar de recuperar el riñón. Falleció el sábado 23 de junio. “Llevaba más de 6 meses sin recibir el medicamento, presentó el rechazo y duró 20 días tratando de recuperar el órgano, pero por la falta de tratamiento no lo logró”, corroboró Reymer Villamizar, director de la Asociación de Amigos Trasplantados de Venezuela.
Rosángela Roche, paciente de 34 años de edad y trasplantada de riñón donado por su hermana en 2007, era oriunda de San Rafael del Moján, estado Zulia, presentó rechazo en 2017 por la falta de Ciclosporina durante un mes, porque en el IVSS no se encontraba. Falleció el martes 26 de junio como consecuencia de un accidente cerebrovascular mientras era dializada.
Ese mismo día, Oscar Campos, paciente de 50 años de edad, se convirtió en la tercera víctima. Acudió a una clínica privada en el estado Anzoátegui donde estuvo recluido más de un mes hasta que agotara la póliza de seguro; luego, fue trasladado a un hospital de la entidad donde llegó descompensado y falleció. “Llegó con la hemoglobina en cuatro y le dio un paro respiratorio”, señaló Villamizar.
Todos los pacientes crónicos se encuentran en la búsqueda de los medicamentos inmunosupresores, antibióticos y antihipertensivos para tratar su condición de trasplantados: Myfortic y Rapamune. Pese a que ambos fármacos eran entregados anteriormente por el IVSS, en la actualidad no se consiguen.
Villamizar explicó que las personas llevaban seis meses sin recibir el tratamiento y por ello perdieron el órgano, aun y cuando eran dializados; sin embargo, detalló que las diálisis no son constantes por la falta de medicinas y agua en los centros de salud.
Dijo que los pacientes trasplantados requieren dializarse para eliminar las toxinas acumuladas en el organismo, función que ejerce el riñón cuando está sano y en la mayoría de los hospitales del país no lo hacen constantemente por la falta de medicinas y agua que requieren los equipos. “Nos encontramos haciendo todos los enlaces, alzando las banderas blancas y estamos dispuestos a sentarnos con quien tengamos que sentarnos para dialogar. Le pedimos al nuevo ministro una reunión urgente o que nombre una comisión para que seamos atendidos; todos somos personas con condiciones de salud crónica y pedimos a cualquier autoridad que nos escuche. Esperamos que nos den una respuesta porque somos muchos los que estamos viviendo este calvario”, indicó Villamizar.
La cifra
8 trasplantados han fallecido en lo que va de 2018 por falta de inmunosupresores en el país.
$5,8 millones para asistencia
La Comisión Europea anunció a principios de junio la asignación de 47 millones de dólares en ayuda de emergencia para ayudar a miles de personas afectadas por la grave crisis económica en el país. “Estamos muy preocupados por la crítica situación en Venezuela y su impacto en naciones vecinas, como Colombia, que se enfrentan a una creciente afluencia de personas que huyen de Venezuela”, expresó Neven Mimica, comisionado europeo para la Cooperación Internacional y el Desarrollo, al suministrar la información, cita la página de Codevida. “Este paquete mejorará el acceso de los venezolanos a la alimentación y la nutrición, así como a servicios básicos como agua, saneamiento e higiene”. La financiación de la Unión Europea proporciona 5,8 millones de dólares para asistencia sanitaria, alimentación y nutrición, agua y protección para las personas más vulnerables, principalmente dentro de Venezuela.