Monseñor Enrique «Kike» Rojas, el padre Alirio Cadenas y la Hermana Noralba y grupos de oración en representación del cardenal Porras y la Arquidiócesis de Mérida visitaron la mañana de este Viernes Santo a los privados de libertad en los calabozos del Cicpc y del Retén de la Policía de Mérida.
En esta visita, que forma parte de la tradición católica de visitar a los enfermos y a los privados de libertad, monseñor Enrique Rojas, obispo auxiliar de Mérida, envió una palabra de esperanza y fe en referencia al sacrificio de Jesucristo.
Los reclusos del Cicpc pidieron que les fuera bendita el agua que tenían depositadas en bolsas plásticas.
La segunda visita fue en el cuartel de prisiones de la Policía de Mérida, donde están hacinados más de 300 privados de libertad, quienes también recibieron el mensaje de la Arquidiócesis de Mérida.
Estas visitas permiten ver las condiciones infrahumanas en que se encuentran centenares de seres humanos que están depositados en estos calabozos, pero que no pierden la fe y esperanza en Dios.