Venezuela tiene la mayor cifra de muertes por difteria en América, con 167 fallecidos, lo cual representa 87.17% de las 195 en el continente. La infección sigue activa en el país. Sin embargo, el Ministerio de Salud omite ante la Organización Panamericana de la Salud, único canal de información, los casos sospechosos y confirmados ocurridos desde 2016, afirmó la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, en su vigésima alerta sobre la enfermedad. Por ello, recomiendan revisar las graves inconsistencias.
De acuerdo con el boletín, la letalidad es alta desde el comienzo de la epidemia y ha continuado en 2018: hay 167 fallecidos en la más reciente actualización de los datos. Señala además fallas y errores en el diagnóstico precoz y en el tratamiento oportuno y efectivo de las personas afectadas.
El texto indica que la información sobre el número de casos sospechosos y confirmados de difteria, entregada de manera oficial por el Ministerio de Salud a la OPS, es inconsistente. Entre la semana 40 de 2016 y la 16 de 2018, la institución registró 1.716 casos sospechosos, pero la SVS advierte una diferencia de 845 enfermos menos en abril de modo inexplicable. En los reportes confirmados, señala que la cifra fue de 1.086, pero en realidad fueron 912, es decir que el organismo gubernamental indicó que hubo 174 más, un exceso también inexplicable, indica el documento.
La letalidad se elevó de 3 a 6, más de lo esperado se lee en el boletín. En 2016 se conocieron 17 fallecidos, en 2017 fueron 103 y en 2018 aumentó a 167 muertes. Esto resulta preocupante para la SVS que señala que debe hacerse un esfuerzo para divulgar pautas de conducción y tratamiento en la formación del personal sanitario. Asegura que la información epidemiológica está suspendida arbitraria y totalmente a nivel nacional desde mayo de 2017.
En las cifras del ministerio existe gran cantidad de inconsistencias, y se evidencian fallas importantes en procesos de recolección de información, clasificación de casos, uso de diagnósticos dispares, notificación no oportuna, registros inadecuados, erratas de trascripción, retrasos, fallas, datos no unificados, errores de procesamiento y poco análisis. Es lo que indica el informe de los especialistas José Félix Oletta y Julio Castro. El escenario descrito, a juicio de los médicos, “resta credibilidad y confiabilidad a los datos producidos por la Dirección de Epidemiología del MPPS y pone en duda la certeza y honestidad de los números”.
La rectificación se realizó mediante la ingeniería inversa, a través de un software llamado GraphClick, que los especialistas aseguraron que es muy confiable y permite recuperar datos originales de la imagen de un gráfico. Al comparar las cifras notificadas y las reflejadas simultáneamente en gráficos a partir de 2017, observaron inconsistencia en las actualizaciones publicadas por la OPS. También señalaron un notable retraso en las cantidades preliminares.