Los camiones de comida o food trucks, como se conocen por su nombre en inglés, lograron conquistar espacios en Caracas durante los últimos meses, luego de que en noviembre de 2017 un grupo de venezolanos realizara el primer festival de esta tendencia gastronómica que es nueva en Venezuela.
Aunque el país enfrenta una crisis económica el pequeño grupo de venezolanos que inició este proyecto, algunos de ellos cocineros y otros simplemente emprendedores, buscan «hacer país» y ofrecer «soluciones» a la situación.
Desde que en noviembre de 2017 se realizara el primer festival con cinco “gastronetas” se fueron incorporando más camiones al modelo de negocio y actualmente son 30 los que se movilizan de forma itinerante por plazas de la ciudad, organizando eventos junto a las Alcaldías los fines de semana.
La mayoría de ellos ofrecen platos de comida con ingredientes que son propios del país, como es el caso de El Topocho Food Truck, un negocio iniciado por un grupo familiar cuya oferta gastronómica son los patacones.
También hay otros negocios que ofrecen comida coreana, para los que cuesta conseguir un poco más los ingredientes debido a la escasez, pero que finalmente se logran adquirir en precios muy elevados, dijo a EFE el cocinero Errol Irausquin, dueño de Fat Panda y organizador de la promotora Food Truck Venezuela.
Irausquin enfatizó que la idea también es ofrecer un lugar donde la gente se sienta confiada en medio de la inseguridad del país y aseguró que hasta ahora han llegado a más de 350.000 personas a los eventos.
El cocinero Alexander Gómez, indicó que aunque esto es un contraste con la realidad del país donde un «porcentaje alto de los venezolanos emigra», quienes han incorporado a este proyecto es porque creen en Venezuela.
El dueño de la “gastroneta” Caracas Pork, una de las primeras iniciadas en este negocio, reconoció que emprender en el país es un poco «contradictorio» debido a la situación económica.
«Ahorita llevar una regla de costos es muy complicado, porque la inflación es diaria y va a llegar un punto que no sé qué va a pasar», dijo.
Los dueños de los food trucks deben subir sus precios hasta tres veces en menos de dos meses, pues todos los días aumentan los precios de los productos.
Gómez, quien estudió cocina en Estados Unidos, dijo que la idea de los emprendedores es también rescatar los espacios en la ciudad que están abandonados, pues por la crisis y la inseguridad en el país, muchos negocios, empresas y servicios de distracción se han visto obligados a cerrar sus puertas.
Este tipo de iniciativas es algo que agradecen algunos venezolanos, pues es una opción que les permite distraerse de los problemas que viven el país.