Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados, alertó que como resultado del incremento del salario mínimo a 1.800 bolívares soberanos, los presupuestos de los planteles se verán afectados, se reducirán las nóminas y por lo menos 400 colegios en todo el país cerrarán.
“Cuando se realicen las asambleas en las escuelas, más de un padre dirá que no puede pagar la cuota y si no hay matrícula suficiente, los estudiantes restantes deberán migrar a otros planteles y el colegio cerrará. Estamos evaluando aún el impacto”, expresó Romeo.
Aunque los padres también se encuentran en incertidumbre, Romeo insistió en que desde la educación privada se hará un esfuerzo para mantener operativos a alrededor de 5.000 instituciones educativas que hay en el país.
Por ahora, se encuentran en reuniones para evaluar la situación aún confusa por los pocos detalles que ofrece la Gaceta Oficialrespecto al modo de pago del nuevo salario. Romeo indicó que intentarán conservar los escalafones profesionales.
“Trataremos de mantener un diferencial de escalafones, no todos los profesionales pueden ganar igual. Hay grandes diferencias; existe una meritocracia que el gobierno debe entender y respetar”, manifestó.
Además, señaló que la situación va a resultar en una migración de estudiantes al también afectado sector público.
“Muchos alumnos se irán a las escuelas oficiales, pero la pregunta es si el Ministerio de Educación está en capacidad de asumirlos, con la fuga de profesores que hay”, dijo.
Romeo aseguró que desde 2005 la educación venezolana está en constante decrecimiento. Indicó que debido a la falla en los servicios públicos y al alto costo de la comida y los útiles escolares, alrededor de 251.000 niños abandonaron las aulas entre los años 2015-2016 y 2017-2018. “¿Dónde están esos alumnos que ahora son desescolarizados? Venimos en una caída permanente del sistema educativo”, advirtió.
Esperan subsidio. En parte del sector subsidiado por el Estado también existe incertidumbre respecto a su situación. La red de escuelas Fe y Alegría, que depende en más de 90% del subsidio del Ministerio de Educación para funcionar, espera que se mantenga el apoyo gubernamental, debido a que de manera independiente le resultaría imposible trabajar.
“Si nos cortan el subsidio duraríamos activos máximo dos meses, y estaríamos obligados a cerrar, porque no tendríamos cómo pagarle a los trabajadores. Nada de todo lo que sucede nos es ajeno”, expresó Luisa Pernalete, del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría.
Ante la falta de información oficial, la educadora teme que como resultado de estas medidas económicas se eliminen los escalafones salariales en esta organización que agrupa a 170 institutos en todo el país. “Tenemos que seguir insistiendo en que el mérito, los años de servicios y la titularidad valen. Si reducen los escalafones estaremos muy mal”, manifestó.
El Dato
Del período escolar 2015-2016 a 2017-2018 la educación privada sufrió una pérdida de alrededor de 1 millón de estudiantes, es decir, pasó de más de 2 millones de alumnos, que constituía 30% de la educación en general, a 1,2 millones, informó Fausto Romeo, presidente de Andiep. “Hubo una caída importante de la educación privada en este lapso”, dijo.