Después de que terminó el apagón que dejó a Venezuela en oscuridad total durante más de cuatro días, apenas van quedando claras las razones de lo que realmente originó la falla, más allá de los ataques “cibernético” y “electromagnético” apuntados por Nicolás Maduro como causas.
Un informe elaborado recientemente por el ingeniero Julio Molina Guzmán, director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Venezuela, expone 2 hipótesis que pudieron haber ocasionado la falla. La primera, el incendio de la subestación eléctrica Malena, que está ubicada en el estado Bolívar y que es uno de los primeros centros que agrupa las líneas de transmisión de 765 kilovatios que vienen de la central hidroeléctrica del Guri, la principal del país.
“En consecuencia, hay una súbita pérdida de potencia eléctrica en la planta de generación de Guri, lo cual trae como resultado una aceleración y un aumento de velocidad en el eje de la turbina, lo que incrementa la frecuencia eléctrica”, dice el informe, lo que significa que para compensar la pérdida de la potencia eléctrica ocasionada en Malena, el Guri comenzó a trabajar, automáticamente, de forma acelerada.
Luego, Molina Guzmán expone la segunda hipótesis, consecuencia de la primera: “Los sistemas de control de la planta Guri actuaron y desconectaron los generadores gradualmente para controlar la frecuencia eléctrica. El bloque de potencia desconectada fue de tal magnitud que hizo incontrolable el aumento de la frecuencia y obligó al personal de operación de la planta a la desconexión total de los generadores”.
Ese “descontrol” pudo haber ocasionado un daño en el conjunto “turbina-eje-generador o, en el peor de los casos, en la estructura de la fosa de la casa de máquinas”, lo que a su juicio explica por qué se tomó tanto tiempo la recuperación del servicio que, según los protocolos, puede reponerse en no más de cinco horas.
Aunque el informe no lo dice, se cree que el crecimiento de la maleza de forma descontrolada y la falta de mantenimiento en las estaciones eléctricas, como la de Malena, que está, además, en un lugar poco poblado y azotado por una fuerte sequía, fueron las causas del incendio que afectó las líneas de transmisión.
El Guri es la principal hidroeléctrica del país y a ella están conectadas otras generadoras, las represas de Macagua y Caruachi, que también se apagaron como en un “efecto dominó”.
El otro gran problema es que la dependencia en Venezuela de las hidroeléctricas es casi total, a pesar de contar con un parque de generación termoeléctrica que funciona con combustibles como diésel o carbón.
Hasta el año 2008 la generación eléctrica en Venezuela era 60% hidroeléctrica y 40% termoeléctrica, pero los ingenieros apuntan que hoy la dependencia de la generación hidroeléctrica es hasta de 90%, debido al mal mantenimiento y la nula inversión en el parque termoeléctrico.
“La generación termoeléctrica del país está en el suelo. De los 16.000 megavatios instalados, se dispone de 2.500. No hay complementariedad entre la generación termoeléctrica y la generación hidroeléctrica. Si se cayó la generación hidroeléctrica queda muy poca generación termoeléctrica”, dijo en rueda de prensa el ingeniero Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines del Colegio de Ingenieros de Venezuela.
Solo para tener un ejemplo, en la región del Zulia, azotada por apagones de hasta 90 horas desde hace 2 años, la capacidad termoeléctrica instalada es de 2.700 megavatios por segundo, pero apenas se producen entre 250 y 300 megavatios.
Esa zona, por ser la que está más alejada del Guri en el sistema interconectado nacional, ha sido la última a la que se ha restituido el servicio y en la que se ha presentado un verdadero caos, pues cumplió seis días sin energía eléctrica y se registraron saqueos, como informó Fedecámaras Zulia.
De acuerdo con el informe del ingeniero Molina, la recuperación total de la protección de las líneas de transmisión de la subestación Malena podría tomarse entre 15 días y 2 meses, dependiendo de la disponibilidad de recursos. Pero reparar el posible daño al eje de transmisión del Guri —su segunda hipótesis— podría tardar entre 1 y 3 años.
Mientras tanto, aunque no se han dado detalles sobre la operación, se ha echado a andar de nuevo el Guri y los expertos advierten sobre los riesgos de sobrecargar las líneas de transmisión existentes, entre otras cosas, porque buena parte del parque eléctrico venezolano habría cumplido su tiempo de vida útil.
En varios puntos del país, cuando se reconectó el flujo eléctrico, explotaron subestaciones más pequeñas, como ocurrió en Caracas, en la urbanización La Ciudadela, lo que extendió el apagón hasta 190 horas en zonas aledañas.