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Fotografiar un agujero negro: hito histórico para la astronomía

En un hilo de Twitter, el divulgador de temas científicos, Alex Riveiro, explicó lo que significa ver esta primera imagen, qué nos cuenta y cómo puede servir. “Por fin hemos visto cómo es realmente. No ha sido nada sencillo”, indicó

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“Hoy hemos visto la primera imagen de un agujero negro”, escribió Alex Riveiro en su cuenta en Twitter.

En un hilo divulgado en esa red social señaló que el 10 de abril de 2019 era una fecha histórica para la astronomía: “Se trata de Messier 87* (se lee Messier 87 estrella), que está a 54 millones de años-luz de la Vía Láctea”.

Riveiro es uno de los principales divulgadores de temas científicos en España. El autor, a través de su blog Astrobitácora y sus canales en las redes sociales, intenta hacer más comprensible la astronomía a sus seguidores.

Por qué es interesante, qué nos cuenta esta imagen y cómo puede servir, se preguntó Riveiro.

“Messier 87* (o M87*, por abreviar) es el agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de la galaxia Messier 87. Es una galaxia elíptica, con un diámetro de 120 000 años-luz, parecido al de la Vía Láctea”, señaló.

 

Aseguró que se calcula que alberga alrededor de 1 billón de estrellas (frente a los 200.000 millones de la Vía Láctea). “Todo en la galaxia gira en torno al agujero negro supermasivo en su centro. De hecho, se cree que todas las galaxias grandes tienen un objeto así en su centro”, subrayó.

“En el caso de la Vía Láctea, es Sagitario A*, pero hablaré de él más adelante, porque también tiene su parte en toda esta historia y en lo que vendrá en el futuro. Andrómeda y muchas otras galaxias tienen, también sus propios agujeros negros supermasivos en su centro”, indicó.

Riveiro explicó qué un agujero negro en esencia es una región del espacio con una gravedad tan inmensa que nada puede escapar ni siquiera la luz. “Muchos agujeros negros se forman cuando una estrella, mucho más masiva que el Sol, llega al final de su vida y muere”, dijo.

Indicó que cuando muere lo único que queda es la gravedad de la estrella: “No hay un proceso de fusión que la contrarreste y todo termina cayendo al centro. Se concentra en un punto extremadamente pequeño con una gravedad muy grande”.

Agregó: “Como objeto que no deja escapar la luz, no es nada fácil observar un agujero negro. Hasta ahora, todo lo que teníamos eran conceptos artísticos y algunas ideas en el cine. El ejemplo más popular es el de Gargantúa, de la película Interstellar. A esto solo le podíamos sumar las observaciones indirectas. Es decir, las evidencias que indicaban que los agujeros negros estaban ahí. Pero ninguna imagen directa hasta ahora. Por fin hemos podido ver cómo es un agujero negro realmente. No ha sido nada sencillo”.

 

Lo que muestra la imagen

Para fotografiar el agujero negro se ha utilizado el Telescopio del Horizonte de Sucesos. “Se trata de un telescopio formado por un montón de radiotelescopios distribuidos por diferentes lugares del planeta. Esto hace que, en su conjunto, trabajen como si fuesen un único telescopio muy grande”, señaló Riveiro.

Recordó que el agujero negro se encuentra a 54 millones de años-luz: “La observación, en realidad, se produjo el 11 de abril de 2017. Han sido necesarios casi dos años para recopilar todos esos datos, de diferentes lugares del mundo, procesarlos y obtener esta imagen. Y sí, es borrosa, y no es gran cosa comparado con los conceptos. Pero es una imagen real. Es la primera vez que se tiene la oportunidad de comparar si los datos teóricos, las predicciones de los modelos, encajan con lo que podríamos esperar ver. Es todo un éxito, se mire por donde se mire, por mucho que no se parezca a algo como esto”.

Riveiro se interrogó sobre lo observado: “¿Qué es esta imagen borrosa que casi recuerda al Ojo de Sauron?”.

Afirmó que M87* es monstruosamente grande, tanta masa como 6.000 millones de veces el Sol.

“Es uno de los agujeros negros supermasivos más grandes conocidos. Irónicamente, a pesar de lo lejos que está, en términos astronómicos está bastante cerca. Así que era uno de los mejores objetivos para estudiar con el Telescopio del Horizonte de Sucesos, por sus características. Porque los agujeros negros supermasivos, a pesar de lo que su nombre podría indicar, son más bien pequeños. Y cuanto más grande sea un agujero negro, cuanta más masa tenga, mayor será la sombra que proyecte a su alrededor. En este caso, oscurece parte de su disco de material”, especificó.

Riveiro reveló que la imagen permite vislumbrar un par de cosas interesantes: que la parte inferior del disco es más brillante que la superior, lo que es una señal de que el propio agujero negro, o bien su disco de material, o bien ambos, están en rotación y no lo absorbe todo, por lo que hay material que, si cae en el ángulo apropiado, en lugar de entrar en el agujero negro, acelera a su alrededor y sale disparado a una velocidad elevadísima; y otra cosa que nos cuenta esta foto es que Albert Einstein, de nuevo, tenía razón. “Gracias a la teoría de la relatividad general, era posible predecir qué deberíamos ver al observar la sombra de un agujero negro. Debería ser circular y, efectivamente, lo es”, indicó.

Añadió: “El agujero negro es invisible porque no deja escapar la luz. Pero el disco de material que tiene a su alrededor es muy fácil de ver. Su material está a temperaturas muy elevadas, producto de la interacción gravitacional con M87*. Es en ese disco donde vemos su sombra”.

Los científicos

Riveiro detalló que la observación ha sido posible gracias a un equipo formado por más de 200 científicos de muchos países.

“El Telescopio del Horizonte de Sucesos nació con dos objetivos en mente. Por un lado, obtener una imagen del agujero negro supermasivo de M87*. Ese resultado lo hemos visto hoy, después de años de trabajo. Pero también se quiere observar otro agujero negro supermasivo. Se trata de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. El objeto en torno al que el Sol, y todos los objetos que componen nuestra galaxia, orbitan. Nuestra estrella tarda 250 millones de años en completar una vuelta a su alrededor”, señaló.

Sagitario A* es un agujero negro supermasivo mucho más pequeño que Messier 87*, dijo Riveiro: “Tiene unos 4 millones de masas solares (frente a los 6.000 millones de M87*) y su diámetro es más pequeño. Es lo que conocemos popularmente como un año galáctico”.

Explicó que tiene, aproximadamente, un diámetro de unos 60 millones de kilómetros. “Por ponerlo en perspectiva, es comparable a la órbita de Mercurio, que orbita alrededor del Sol a, más o menos, unos 57 millones de kilómetros de distancia. Es como un hermano pequeño”, destacó.

“Y que sea un agujero negro mucho más tranquilo es interesante. Porque quiere decir que se podrá estudiar las diferencias entre uno y otro. Se podrá entender qué mecanismos hay en funcionamiento en M87* que aquí, seguramente, no se estén dando. O al menos no por ahora”, afirmó.

Los agujeros negros supermasivos

Riveiro cree que también se podrá comprender, o al menos poder entender mejor, cómo se formaron los agujeros negros supermasivos, porque ese es uno de los enigmas de la astrofísica moderna. “No está completamente claro cómo pudieron crecer tan rápido en aquel entonces”, especificó.

“Nuestro conocimiento actual nos dice que, en teoría, los agujeros negros supermasivos no pudieron desarrollarse tan rápido. Pero sin embargo están ahí, así que algo se nos escapa sobre el universo en su evolución posterior al Big Bang”, precisó.

Agregó: “Con el paso del tiempo, esos agujeros negros irían absorbiendo material y creciendo hasta alcanzar los tamaños monstruosos que podemos observar hoy en día. Son agujeros negros muchísimo más grandes que los de masa estelar, provocados por el colapso de una estrella”.

 

Los últimos datos

  • “Esa imagen nos muestra el espacio-tiempo curvado alrededor del agujero negro. Estamos viendo la gravedad en condiciones extremas”.
  • “La otra cosa que os quería contar es que, sí, vemos el agujero negro supermasivo tal y como era hace 54 millones de años. Ese es el tiempo que tarda la luz en viajar desde Messier 87 (al estar a 54 millones de años-luz). Pero no os preocupéis, sigue ahí y no se va a ir”.
  • “De hecho, ese agujero negro supermasivo, y muchos otros, serán los últimos objetos que sobrevivan en el universo en un futuro extremadamente lejano. Hablo de una escala de tiempo tan sumamente grande que no tiene sentido escribirla”.
  • “El único lamento, de toda esta jornada, al menos para mí, es que Stephen Hawking haya fallecido antes de poder ver esta imagen. Habría sido la primera vez que podría ver, por fin, uno de los objetos a los que dedicó su vida y de los que tanto nos enseñó”.
  • “Tarde o temprano, en unos años, veremos la fotografía de Sagitario A*. Es el siguiente objetivo del telescopio del Horizonte de Sucesos. En el camino, además, y sin ninguna duda, descubriremos muchas más cosas sobre estos agujeros negros. Es una nueva etapa para la astronomía”.
  • “Esta es la primera imagen de un agujero negro. No será la última. Tampoco será la última vez que oigamos hablar de Messier 87 ni de M87*. En los próximos meses y años nos esperan muchos más descubrimientos. ¿Qué será lo próximo que nos enseñará el cosmos?”.

 

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