Mery «Balvina» Muñoz, una joven venezolana que está exiliada en Colombia, canta en las unidades de transporte para ganarse unas monedas, reseñó El Nuevo Herald.
Muñoz está a la espera de que le procesen su solicitud de asilo, por lo que no tiene permiso para trabajar en el país.
La venezolana expresa que la canción que interpreta fue escrita por su madre, quien fue preso político “de la actual dictadura que está viviendo Venezuela”.
“La canción da un mensaje claro sobre lo que es cortarle las alas a una persona, cortarle la ilusión a una persona, las esperanzas… Darle un giro de 360° a la vida de una persona y dejarla en el mismo sitio pero con todo destrozado”, explicó Muñoz.
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