El regreso a las aulas está a la vuelta de la esquina. La compra de los útiles, la lonchera, el transporte, las actividades extracurriculares, el cambio de colegio e incluso los duelos por perder amiguitos o maestros que emigraron son algunos de los desafíos más duros que se deben afrontar este año.
La psicóloga infantil y autora del libro Al colegio vamos todos, Melissa Rosales, señala que en primera instancia hay que poner en práctica la creatividad y el apoyo entre las familias, la escuela y la comunidad. Se trata de gestionar una maleta colectiva de recursos que permita pensar en habilidades y estrategias para solventar situaciones adversas. Además, es la oportunidad de dejar huellas importantes que formarán en un futuro niños competentes y felices.
En cuanto a los útiles, la mejor forma de ayudarse entre comunidades es la donación. El buen cuidado de los libros, artículos escolares y uniformes facilita su traspaso a niños que los necesiten. También se recomienda entre profesores adoptar una pedagogía que integre a varios alumnos a trabajar con un solo libro o de la manera más económica posible, sin poner en riesgo la educación eficaz. El material impreso se puede comprar entre varios padres y luego escanearlos o sacar fotocopias a páginas puntuales, por ejemplo.
El transporte podría llevarse a cabo mediante la organización, para turnarse de manera equitativa. A un grupo los lleva un representante y los regresa otro, en distintos días de la semana, de acuerdo con un esquema acordado. Con los más grandes puede trabajarse el entrenamiento para que, en equipo, cuiden de sí mismos y de los demás.
Las actividades extracurriculares son un factor importante en el desarrollo integral del niño en función de sus fortalezas y debilidades. Un estudiante avanzado en alguna área puede dar clases particulares a sus compañeros de forma más económica. Una bailarina de flamenco o danza puede compartir sus conocimientos. Si los padres desempeñan o conocen alguna otra disciplina, pueden organizarse para impartirla a su hijo/a o a un grupo, indica Rosales.
El cambio de colegio es un reto de adaptación para padres y niños, pero depende de los adultos hacer que ese proceso sea menos traumático. Primero, deben escoger un colegio donde se sientan cómodos. Luego, se les debe hablar con la verdad, crear una buena comunicación, hacer que el niño conozca su nuevo centro estudiantil e involucrarse para lograr que se sientan bien.
La psicóloga destaca la importancia de que los adultos tomen conciencia de sus propios procesos y angustias y cómo canalizarlas, para no transmitirlas a los niños y facilitar su adaptación.
Ante la partida de amigos o maestras es importante que los pequeños puedan despedirse y expresar lo que sienten. Se recomienda escribir una carta en grupo o hacer una reunión y reforzar el vínculo y los temas en común a pesar de la distancia, como ver una serie al mismo tiempo o chatear y aprovechar las grandes ventajas y oportunidades que ofrece la tecnología.
Otro tópico de especial atención es la lonchera y su contenido. Mariángel Paolini, artífice de Cocina Segura, promueve la importancia de una comida sana y balanceada a través de la planificación. Recomienda organizar el menú con antelación, y tratar de adelantar las loncheras del día siguiente, apostar por la cocina de aprovechamiento y evitar el desperdicio de alimentos.
Es importante incorporar cremas de vegetales como una entrada en la lonchera. Servidas en envases pequeños de 250 o 300 ml pueden ayudar a crear una sensación de llenura, además de asegurar una comida balanceada y nutritiva. Las recetas de antaño regresan, como la elaboración de croquetas, bollos pelones y pasteles hechos con tubérculos en moldes de ponquecitos, rellenos con alguna proteína o vegetales.
Las frutas y vegetales son imprescindibles, aunque sea en menor proporción. Indagar cuáles son los de temporada contribuye al ahorro. Para optimizar el presupuesto, la comida hecha en casa es lo ideal. La inversión recurrente en la cantina suele ser mayor que la compra para el hogar cuyos alimentos podrán durar más tiempo.
Por último, exhorta a ir ensayando los prospectos para esas loncheras. De esta manera, los niños se familiarizan con nuevos sabores, texturas y presentaciones.
Lo importante para el regreso a clases es fomentar la creatividad, el apoyo para transmitir y reforzar valores. Se recomienda realizar mesas de trabajo para pensar en posibles soluciones que ayuden a la colectividad en general a sentirse útiles en la crisis, con la certeza de que en las manos de cada individuo está la posibilidad de mejorar algo.
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