Una mancha de petróleo apareció en la costa del estado Falcón, zona conocida por sus playas y reservas naturales, lo cual pone en riesgo el ecosistema del Parque Nacional Morrocoy.
María Hernández, presidenta de la Comisión de Ambiente de la Asamblea Nacional, dijo a la agencia Reuters que estaba preocupada por el efecto de la contaminación en la fauna marina, así como el suministro de agua a la población.
Una imagen satelital publicada en Twitter por el servicio de rastreo de buques Tanker Trackers mostró la mancha negra acercándose a la costa al sur del Parque Nacional Morrocoy, conocida por sus playas bordeadas de palmeras y manglares.
«Afecta una costa que para nosotros es exquisita, es una costa importante dentro del turismo», dijo Hernández a Reuters.
El diputado Luis Stefanelli, quien representa a Falcón y forma parte de la Comisión de Energía de la Asamblea Nacional, dijo que el petróleo probablemente proviene del tanque de combustible de un barco.
Una fuente de la estatal Petróleos de Venezuela, que habló bajo condición de anonimato, confirmó a la agencia que el derrame proviene de un barco y dijo que la compañía, junto con los ministerios de Petróleo y Ecosocialismo, está limpiando la zona afectada por el crudo. Pdvsa no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
En riesgo el ecosistema
Victoria González, coordinadora de Fundación Azul Ambientalistas, grupo ecologista en Falcón, dijo que la mancha amenazaría a los pocos arrecifes que sobreviven en Morrocoy, así como a la fauna en tierra.
«Tendrá una afectación en el sector turismo y pesquero que son las principales fuentes de ingreso económico de los pobladores del eje costero del Parque Nacional Morrocoy», dijo González.
Y añadió: «En el caso del petróleo no basta una simple limpieza o saneamiento, ya que está demostrado la permanencia en el tiempo del petróleo en las costas y cuerpos acuáticos».
El hecho se da cuando el régimen ya tiene amplias dificultades para producir y comercializar petróleo. Según datos de la OPEP, la producción del país cayó en junio al nivel más bajo en casi ocho décadas.