Deillilyn Rodríguez tenía una reputación intachable. 13 años de trayectoria como operadora en el Metro de Caracas, aunado a los testimonios de sus compañeros y el registro del sistema de asistencias confirman que cumplía con su labor.
A pesar de ello, luego de haber participado en una protesta frente al Ministerio del Trabajo en Plaza Caracas, Rodríguez fue despedida sin previo aviso el pasado 31 de octubre.
Durante la asamblea de la Intersectorial realizada este jueves en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, trabajadores del sector público y privado expresaron su solidaridad con ella y con todo el personal del sistema de transporte subterráneo.
“Durante la protesta del 25 de octubre, que era mi día libre, di unas declaraciones a VPItv en las que señalé el deterioro salarial y de los servicios del Metro. Muchos de nuestros puestos de trabajo ni siquiera tienen agua. Cuando me reintegré, un abogado me dio una carta de despido sin expediente ni calificación, algo totalmente ilegal”, explicó Rodríguez a El Nacional Web.
El despido de Rodríguez es la conclusión de una serie de hostigamientos llevados a cabo por la directiva de la empresa.
La ex operadora formaba parte de una plancha laboral que participó en las elecciones del Sindicato de Trabajadores del Metro (Sitrameca) de 2017 en contra de la plancha de Edison Alvarado, actualmente miembro de la asamblea nacional constituyente.
Rodríguez acotó que desde el sistema de medios públicos los miembros de esa plancha laboral fueron calificados de saboteadores del transporte.
Luego de las elecciones de Sitrameca, asegura Rodríguez, fueron despedidos decenas de trabajadores. Muchos de ellos cuentan con orden de reenganche emitida por la inspectoría de trabajo.
“Entre 2017 y 2018 fueron despedidos más de 100 trabajadores. A pesar de la orden, el Metro no ha querido reengancharlos. Una asesora jurídica de la empresa me dijo que se reservan el derecho de hacerlo. No sé si la directiva está por encima de la Ley Orgánica del Trabajo”, indicó.
La ex trabajadora del subterráneo dejó de cobrar su salario el día que fue despedida. Acudió a la Inspectoría del Trabajo y ya tiene número de expediente, aunque todavía no la han acompañado formalmente.
Confiada de su reputación, de su rendimiento laboral y de su integridad ética como trabajadora, Rodríguez espera regresar pronto para continuar en la lucha por los derechos sindicales.
El trabajador Wilder Pérez acompañó a Rodríguez el día en que ofreció declaraciones a los medios en el centro de Caracas y, posteriormente, también fue despedido. Aún se considera a sí mismo como guardia patrimonial en la Gerencia de Protección y Seguridad del Metro de Caracas.
“Para que me despidan deben armar un expediente bastante robusto, cosa que no hicieron. Al día de hoy aún no hay justificación de que me hayan despedido”, aseveró.
Despidos injustificados
Entre los más de 100 trabajadores despedidos están los casos de Jesús Rafael Milian, operador de protección con 15 años en la empresa, y de William Ramírez, operador de estación.
“De hecho, a nosotros nunca nos han argumentado el motivo del despido. Solamente nos llegó la carta y listo. Fuimos a la inspectoría para ampararnos. Todavía no tenemos orden de reenganche. El día que nos debían atender nos comentaron que estaban en auditoría interna, estamos esperando”, dijo Milian.